Política

El tripartito nace muerto

La próxima semana el PSOE sentará a C’s y a Podemos en una reunión a tres para buscar Gobierno a la desesperada.

Albert Rivera, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se dan la mano en un acto previo a las elecciones del 20 de diciembre
Albert Rivera, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se dan la mano en un acto previo a las elecciones del 20 de diciembrelarazon

La próxima semana el PSOE sentará a C’s y a Podemos en una reunión a tres para buscar Gobierno a la desesperada.

A partir del lunes, España volverá a vivir el «show» mediático de imágenes al que nos tiene acostumbrados últimamente la política: los tres equipos negociadores, PSOE, Podemos y Ciudadanos, entrando con sus maletines y cuadernos en una de las salas del Congreso para tratar de superar «todos esos imposibles» a los que «muchos» han hecho referencia desde el 20 de diciembre, en palabras Antonio Hernando, portavoz parlamentario de los socialistas. Una reunión a tres por primera vez desde las elecciones del 20-D entre las tres principales fuerzas políticas –en ausencia del Partido Popular– a escasas semanas de que llegue el 23 de abril, fecha que, como avanzó este periódico, ha fijado el PSOE como límite para conseguir que el Rey le proponga como candidato a la investidura. Una vez se cierre la puerta, la sensación de avance en los acuerdos generada por la puesta en escena tiene más que posibilidades de quedarse en eso, en una sensación. Porque el panorama político es el siguiente: El PSOE aspira a formar gobierno a través de dos vías: la 191, a través de un pacto con Ciudadanos y Podemos, y la vía 161, con la unión de la formación morada e Izquierda Unida, y la abstención de Ciudadanos. Alternativas que, a día de hoy, son del todo inviables, a no ser que el día de la reunión las tornas cambien radicalmente, ya que, Rivera «dixit», prefiere directamente que se repitan las elecciones a entrar en un gobierno con Iglesias. Y la opción de la abstención tampoco les resultará muy atractiva, teniendo en cuenta que el acuerdo firmado con el PSOE a finales de febrero es su «leitmotiv», compartido por Sánchez, de cara a una investidura. Podemos insiste en un gobierno a la valenciana con el PSOE y Compromís, para el que necesita la abstención de Rivera; y por su parte C’s busca convencer al PP de que forme parte de un gobierno a tres con el PSOE, pero liderándolo Sánchez, lo que Rajoy no está dispuesto a aceptar al encabezar la lista más votada tras los comicios generales. Y no parece proclive a abstenerse para favorecer que ambos partidos gobiernen en coalición.

Así las cosas, ayer se disparó la batería de declaraciones de representantes de los partidos participantes para explicar sus expectativas ante la inminente reunión. Antonio Hernando se mostró «convencido» de que los tres partidos llegarán finalmente a más de un «entente cordiale», y ante la incógnita de cómo Ciudadanos y Podemos podrán negociar a la vez que hablan de un «matrimonio» imposible, señaló que desde el 20-D las cosas «se han ido moviendo». «Cuando nos sentemos a trabajar, vamos a poder seguir moviendo cosas», desbordó optimismo. Para ello, aseguró que lo prioritario es ver qué propone el partido morado y su postura final respecto al acuerdo PSOE-C’s, un acuerdo estable, cuya vigencia no dependerá de la postura de Podemos, según explicó. Y para propiciar una actitud abierta en el líder de Podemos, consideró que «ninguna renuncia es una rendición», y esperó de él «flexibilidad» en la negociación a tres. La intención del partido es que sea el equipo negociador el que acuda al encuentro, pero Hernando no descartó la presencia de Pedro Sánchez. «Si las negociaciones las puede facilitar la presencia de Sánchez, estoy convencido de que se producirá, aseguró. Ciudadanos, por el contrario, no contempla –al menos de momento– que su líder acuda a la cita, ya que el partido se mantiene firme en su opinión de que sólo es «postureo». Ayer, en una entrevista en la Cadena Ser, Albert Rivera no vio tantos «brotes verdes» como el PSOE. Aseguró que «lo menos malo» para España sería que se formase un Gobierno de PSOE en una legislatura que permitiese sellar «acuerdos puntuales» con el PP (principalmente, ya que tiene la mayoría de los escaños en el Congreso y la absoluta en el Senado) o con Podemos. Estos acuerdos serían de índole social o de regeneración con Podemos, y económicos o de Estado con el PP para poder «desatascar esta situación». El dirigente de los naranjas no cejó en su negativa a formar un tripartito integrado por Podemos, y consideró suficiente un plazo de dos semanas para ver si se puede formar Gobierno o ir a unas nuevas elecciones en su defecto. Pronóstico que su portavoz en la Cámara Baja cree muy difícil de evitar, tal y como afirmó ayer en el Encuentro de Ciudadanos Andalucía, quien aprovechó para azuzar al partido de Rajoy. «Deben querer ir a unas nuevas elecciones porque si no, no se entiende que dejen pasar las semanas sin dar un paso o tomar una iniciativa».

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, concedió ayer una entrevista, a Radiocable.com. Iglesias también alertó de unos nuevos comicios, pero vertió la responsabilidad sobre el PSOE, ya que, a su juicio, si no «cede» y rechaza su propuesta de formar un Gobierno de coalición progresista, habrá provocado que España siga sin gobierno. «Queremos explorar la vía de ese gobierno a la valenciana pero si no quiere, qué le vamos a hacer». El líder de la formación morada sí aseguró que están dispuestos a «ceder». Aunque sea de un modo «sui géneris», ya que él se refiere a una vicepresidencia que en ningún momento se le prometió, y en cambio sí persistió en que si PSOE y Ciudadanos mantienen el acuerdo en esta investidura, Podemos volverá a votar no, como sucedió en el intento fallido de Pedro Sánchez de formar gobierno.

Éstas son la declaración de intenciones de cada uno de los líderes de los partidos que se reunirán a partir del próximo día 4, un encuentro en el que se antojan más tachones en las anotaciones que puntos a favor. Eso sí, el «show» está servido.