España
UPyD: Cuatro escaños que saben a poco para el partido de Rosa Díez
La formación de Rosa Díez pasa de 1 a 4 diputados en el mejor resultado de su historia, pero pierde el cuarto puesto a pesar de doblar su número de votos
MADRID- «Vamos a estar felices» se afirmaba en UPyD poco antes de que se conocieran los resultados de la formación que lidera Rosa Díez en las europeas de ayer. Los primeros datos parecían darle la razón y el optimismo reinante se convirtió en alegría desbordante. No faltaban motivos. «El electorado ha castigado la corrupción», afirmaba el candidato Francisco Sosa Wagner. «Es un gran resultado», sentenciaba Díaz.
Al 98,22% del escrutinio, UPyD lograba 997.174 votos, por encima del doble de los cosechados en 2009, cuando la lista obtuvo la confianza de 451.866 votantes. Sosa Wagner ha estado sólo durante esta legislatura. En la siguiente tendrá compañía: tres eurodiputados más le harán compañía. Por lo tanto UPyD cuadruplica el número de escaños. De un 2,85% de los sufragios, la formación magenta pasa a un 6,46%.
Esta cita electoral marcará un hito en la historia de la formación política fundada por Rosa Díez en 2007. En líneas generales los resultados cosechados por UPyD han demostrado que este partido ha dejado de ser un fenómeno electoral centrado principalmente en Madrid y Valencia para pasar a ser una fuerza presente y sólidamente implantada en toda España.
UPyD ha cifrado sus esperanzas a lo largo de esta campaña electoral en la erosión del bipartidismo («votar en defensa propia contra el bipartidismo corrupto», llegó a afirmar Gorka Maneiro). Esto, en unos comicios europeos, es jugar en casa. Principalmente por el descontento reinante por las medidas de contención del gasto implementadas por las dos grandes fuerzas políticas españolas, pero también por la existencia de una circunscripción electoral única (y no provincial como en las generales) y el hecho de que no hay un tanto por cierto mínimo para obtener representación parlamentaria, una medida que en las legislativas sirve de freno a los partidos «pequeños» como UPyD (en 2008, sólo Rosa Díez logró escaño con más de 300.000 votos y siendo la sexta fuerza política más votada del país).
Algo análogo a lo sucedido con Izquierda Unida y Podemos puede haber acontecido entre UPyD y VOX: a medida que el partido de Rosa Díez se va consolidado, los sectores más desencantados con el sistema van decantándose por candidaturas aun más nuevas aunque, como es el caso de VOX, estén lideradas por una figura política, Alejo Vidal Cuadras, que lleva tantos años o más que la fundadora de UPyD insertado en lo que ha dado en llamarse «clase política». Un hecho que parece apuntar a que la celebrada «abolición del bipartidismo» es un proceso que puede acabar con un panorama político mucho más atomizado de lo que le gustaría a Rosa Díez.
La resaca de estos nada despreciable resultados electorales estará presidida para UPyD por esta pregunta: ¿serán recordadas estas europeas como el trampolín que el partido necesitaba para convertirse en decisivo en las generales de 2015? ¿O es todo un espejismo aupado por la baja participación y un descontento con la crisis destinado a desaparecer paulatinamente?
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