Pugna

Las elecciones vascas, gallegas y europeas ponen a prueba el «frente amplio» de Yolanda Díaz

El pacto en Galicia descarrila mientras que los morados ya juegan con la idea de presentar a Montero a Bruselas

Yolanda Díaz cn traje blanco.
Yolanda Diaz de SUMAR en su llegada al Congreso de los Diputados el dia de la investidura de Pedro Sanchez. DaGtres

 La ruptura de Podemos con Sumar en el Congreso de los Diputados no tiene una única consecuencia, la de la inestabilidad de la legislatura, sino que también complica el futuro de la izquierda que Yolanda Díaz en primera persona prometió unificar al lanzar una candidatura que pretendía ser única a la izquierda del PSOE.

Las elecciones autonómicas en Galicia y en País Vasco, unidas a las europeas, suponen los exámenes más inmediatos a los que se presentará el partido de Yolanda Díaz bajo Sumar y en los que opera para lograr candidaturas de unidad. Sin embargo, el choque de trenes total entre los de Ione Belarra y Yolanda Díaz pone en tela de juicio la fuerza de Sumar para construir ese frente.

En Galicia, las negociaciones con Podemos para formar una alianza con Anova y Esquerda Unida ya tenía sus dificultades antes de que todo saltara por los aires, pero después de este hecho, fuentes de Sumar y de Podemos cierran la puerta a cualquier pacto. En el partido de Yolanda Díaz reconocen que es «difícil» una posible coalición. Es precisamente en esta comunidad en la que la vicepresidenta se la juega más, porque es su casa. Sumar competirá en Galicia por el voto progresista con el PSdeG y con un fuerte BNG y debe reanimar a un espacio que en los últimos comicios se quedó fuera del parlamento. Galicia en Común, el partido al que apoyó Díaz en 2020 se quedó por debajo del 4% en las elecciones. En Sumar defienden que cuentan con «fuerza suficiente» para salir en condiciones a disputarse las elecciones porque tienen «más de 3.300 inscritos» y prevén que en Podemos «no sean más de 200». Analizan que el PSdeG está «recomponiéndose» y creen que sin su fuerza, solo con el BNG y los socialistas gallegos «no habrá cambio» en la comunidad de la que procede Díaz. Mientras, Podemos es menos taxativo y asegura que no impugnará los acuerdos a los que llegue su dirección autonómica, aunque, eso sí, la coalición debe hacerse sin vetos y con primarias. De hecho, en el partido gallego censuran que ahora Sumar cierre la puerta a un acuerdo y contestan que «la ciudadanía no entendería que la izquierda fuera dividida a las elecciones autonómicas por cuestiones que no tienen que ver con Galicia», en palabras del coordinador autonómico Borja San Ramón.

En País Vasco, los morados buscan ser la fuerza predominante si se llega a un acuerdo, puesto que consideran que la marca Elkarrekin Podemos está «consolidada» en la comunidad. Allí, la vicepresidenta ha creado la marca Sumar Mugimendua en la que habitan excargos de la formación morada que dejaron el partido tras las elecciones autonómicas y municipales. En Sumar si admiten que en este caso Podemos está «más fuerte», pero piden un pacto «justo».

Las otras elecciones que también vaticinan una nueva batalla entre Podemos y Sumar son las europeas. En estos comicios, los morados son donde más claro se posicionan. Aquí no tienen que respetar la decisión que tomen sus direcciones autonómicas, sino que será el núcleo duro de Belarra quien pulse el botón del acercamiento o el de la desconexión. Fuentes de la formación reconocen que las elecciones europeas son «una oportunidad muy interesante» y que se encuentran barajando todos los escenarios. De hecho, ahora, una vez consumada la ruptura con Sumar, no se cierran a que sea la propia Irene Montero –vetada para el 23J– quien lidere esa candidatura si finalmente concurren por separado. Podemos se sitúa más cerca de grupos como la Francia Insumisa de Jean-Luc Melénchon y el partido irlandés Sin Fein o el griego Syriza frente a Sumar que se encuentra más cercana a la familia ecologista europea verde, facción que cuenta también con la oposición de IU.

El exlíder de Podemos lleva tiempo trabajando esa idea. Esta misma semana tras la ruptura con Sumar, defendió que su partido se presente por separado a las europeas. «Podemos tiene que tener un discurso propio que se diferencie de los verdes y de los socialdemócratas» aseguró. Incluso, insinuó que en estos comicios podrían explorar una alianza con ERC, Bildu y el BNG, algo que estas fuerzas no comparten. «Sumar está más cerca del PSOE que de ERC, y Podemos está más cerca de ERC, Bildu y el BNG. La reconfiguración de los pactos y las alianzas de las izquierdas va a ser una realidad en estos tiempos», deslizó.