Sánchez presiona al soberanismo: "Elijan si van a estar con los que los quieren en la cárcel"

En Moncloa no son optimistas sobre el apoyo de los independentistas, pero van a "trabajar a muerte"para lograrlo.

«Fracaso», «pinchazo», son las palabras que más se oyen de dirigentes socialistas tras la manifestación de ayer en la Plaza de Colón convocada por Ciudadanos, Partido Popular y Vox. Reconocen que la situación política no es fácil porque los Presupuestos están en el aire, pero después de la manifestación ven un soplo de aire para el Ejecutivo. «Ahora toca mover bien la ficha, es nuestro momentum», apunta otra fuente consultada. «En el ajedrez no gana quien hace la mejor jugada, sino quien hace una jugada mejor», resume un alto cargo del Gobierno, y en la búsqueda de esta jugada se están afanando los colaboradores del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. «Ya hemos estado aquí antes. Mismo mensaje, misma manifestación», apuntan desde el entorno del presidente. También hay quien recuerda que la última manifestación convocada por Rajoy las cifras fueron exponencialmente más importantes.

La semana empieza compleja. Mañana se inicia el macro juicio del «procés» para 12 dirigentes independentistas y, lo más importante, «el martes empieza el debate sobre los presupuestos. Al contrario que en otras ocasiones será muy importante lo que se diga, y lo que no se diga». En Moncloa no son optimistas sobre el apoyo de los independentistas, pero «vamos a trabajar a muerte hasta el miércoles». Desde el Gobierno y desde el PSOE no se oculta que «el primer movimiento será acentuar la presión sobre los independentistas», porque «van a votar con quienes quieren meterlos en la cárcel». «No han aprendido nada desde la moción de censura. Han echado el resto y han pinchado, ahora le toca mover pieza al Ejecutivo», comenta un asesor del presidente. Otro, con sorna, apunta que «deberán leer “Manual de Resistencia”, vuelve a estar de rabiosa actualidad», dice en referencia a los tres partidos de la derecha, pero también a los independentistas. «No va a haber concesiones. Ellos lo saben y ahora deben decidir. Saben si deben votar con quienes no quieren saber nada de ellos, o con los que quieren buscar soluciones políticas».

El presidente del Gobierno en Santander lanzaba un claro mensaje a la oposición: «El Gobierno trabaja por la unidad de España y esto significa unir a los españoles y no enfrentarlos», haciendo hincapié en «la convivencia para Cataluña y la convivencia para España». Y también a los independentistas: «El martes asistiremos a la representación máxima de que la política hace extraños compañeros de cama porque quieren tumbar estos presupuestos sociales, después de siete años de injusticia social, los independentistas y los que se manifiestan en Colón».

El Ejecutivo considera que «la moción de la calle ha fracasado», e intenta tomar la iniciativa. De momento, las conversaciones con Cataluña no se han reproducido tras la ruptura. «Si quieren tensar la cuerda, es su responsabilidad», afirman fuentes conocedoras de la situación. Otro de los debates que vuelve a la más rabiosa actualidad es una posible convocatoria electoral adelantada al 26 de mayo. Hasta la semana pasada esta posibilidad era descartada con vehemencia desde La Moncloa. En ambientes socialistas está era una opción que se barajaba y el «fracaso de la derecha» abre de nuevo el camino a esta posibilidad que «sólo puede decidir el presidente». Las encuestas que en estos días están recibiendo en Ferraz y Moncloa ayudarán a tomar decisiones, pero, nunca antes, de este miércoles, tramitan los presupuestos. Mientras espera esta decisión, el gobierno anuncia un movimiento que debe llegar a lo largo del día de hoy. Es el momentum del PSOE y de Sánchez aunque esta decisión no sale en el Manual de Resistencia.