País Vasco
País Vasco esquiva el proceso independentista y aboga por un nuevo pacto con el Estado
«Si los derechos históricos de Euskadi son respetados, pueden dar de sí todo lo lejos que se quiera», ha dicho el lehendakari.
País Vasco ha vuelto a esquivar hoy el proceso independentista catalán durante el arranque del curso político, en el que el lehendakari ha apostado por un nuevo pacto con el Estado basado en los derechos históricos que permitirían el reconocimiento del País Vasco como nación.
País Vasco ha vuelto a esquivar hoy el proceso independentista catalán durante el arranque del curso político, en el que el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha apostado por un nuevo pacto con el Estado basado en los derechos históricos que permitirían el reconocimiento del País Vasco como nación.
A escasos tres días de que se celebren las elecciones catalanas, Urkullu apenas las ha mencionado, salvo para vaticinar que tanto esos comicios como las elecciones generales de diciembre en España podrían cambiar las relaciones de Euskadi con el Estado.
En el pleno de Política General de hoy el lehendakari ha huido nuevamente de posiciones frentistas como ocurrió hace más de una década con su antecesor, Juan José Ibarretxe, y en lugar de abogar por un proceso independentista unilateral, ha utilizado un nuevo término, el de Euskadi como "nación foral", cuyos derechos históricos permitirían sellar un nuevo pacto con España, siempre que sean respetados por el Estado y refrendados por la ciudadanía.
Urkullu cree que lo que falta para conseguirlo es que Madrid respete la "bilateralidad"que debe marcar las relaciones con Euskadi, con un reconocimiento efectivo de la singularidad de su Estatuto de Autonomía.
No obstante, EH Bildu, principal grupo de la oposición al PNV en el Parlamento Vasco, sí quiere seguir la estela de Cataluña y ha expresado su enfado al entender que Euskadi tiene un gobierno "timorato", incapaz de articular el derecho a decidir.
Por eso, la formación abertzale presentará en noviembre en el Parlamento su Ley de Consultas de forma que, aunque hoy se pase por encima del proceso catalán, durante los próximos meses la independencia volverá a planear sobre el panorama político vasco.
Para entonces ya se conocerán las consecuencias que han tenido las elecciones catalanas y el Gobierno de Urkullu podrá redirigir sus aspiraciones soberanistas de la manera que considere más eficaz.
Pero el Ejecutivo vasco cree que un cambio de Gobierno en España es el que podría cambiar las relaciones con Euskadi, tanto en materia de autogobierno como de pacificación.
De hecho, el lehendakari ha anunciado hoy que tomará la iniciativa y asumirá "riesgos"para intentar desbloquear el fin de la violencia de ETA y asentar la convivencia en Euskadi.
Es más, Urkullu ha reconocido que esperará a que se forme el nuevo Gobierno tras las elecciones generales para presentar una propuesta de reinserción de presos de ETA, en la línea proclive al acercamiento a cárceles vascas que ya ha preconizado.
A falta de la intervención de los grupos políticos por la tarde y de las réplicas y contrarréplicas del lehendakari, el pleno de hoy ha avanzado las posiciones de un Gobierno Vasco que, de momento, no prevé plantear un nuevo desafío independentista al Estado.
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