
Estrategia
Feijóo dirige a sus barones a ponerse ya en modo electoral
El «por si acaso» entra en los planes orgánicos, aunque oficialmente digan que no ven adelanto de Sánchez.

Alberto Núñez Feijóo lleva ya tiempo aprovechando las reuniones que mantiene con su partido para deslizar la idea de que deben tener engrasada la maquinaria electoral, no vaya a ser que un adelanto de las elecciones generales les pille con el pie cambiado. Movilización interna, activación del partido y de la militancia es su mantra, según fuentes solventes.
Y ayer, ante el Comité Ejcutivo, el líder popular aprovechó para apuntalar esta tesis. No coincide con el discurso oficial que mantiene la dirección popular cuando se les pregunta por el nuevo año, pero todo es un juego de estrategias: «Feijóo no cree que vaya a haber elecciones. Sánchez no soltará el poder porque le sirve también de escudo contra los casos judiciales que le afectan en estos momentos».
Pero, en la práctica, el «por si acaso» ha entrado ya en el campo de juego del PP, aunque solo sea porque el ex presidente de la Generalitat es un factor «imprevisible», que exige tenerlo todo preparado.
Feijóo está cultivando al entorno económico de Junts. Y también está cada vez más presente en Cataluña, a pesar de que su principal hipótesis de trabajo sea que Puigdemont puede sentirse más cómodo recogiendo lo que siembra en el Congreso y exhibiendo fuerza en Madrid.
«De momento, Junts ya ha conseguido instalar la idea de que todas las decisiones económicas y fiscales de este Gobierno pasan por ellos, y esto les da una fuerza que es lógico que se piense que quieren aprovechar. Tensar las relaciones con el Gobierno les puede venir bien en su caladero electoral, y esto hace que las urnas puedan no ser la mejor salida para ellos en este momento, sobre todo en la medida en que Puigdemont sigue pendiente de la amnistía. Aparentemente, lo mejor es la oposición dura», comenta uno de los presidentes autonómicos más proximo a Feijóo, y con quien habla habitualmente.
Ahora bien, en la estrategia para el 25 la hipótesis de una convocatoria electoral ha entrado en juego. Ayer, ante la Ejecutiva, Feijóo trató de imprimir nervio electoral con el viento a favor de unas encuestas que siguen dibujando un PP al alza.
Esa movilización conviene al PP en medio de la propia pugna política con Vox. «El PP tiene que trazar su camino y vamos a seguir reforzando la alternativa para los españoles», aseguró Feijóo, después de referirse a «la semana de oro» judicial del Gobierno, con Víctor de Aldama, Begoña Gómez y Koldo García en el Tribunal Supremo. «2025 va a ser un año muy intenso para nosotros», insistió.
El líder de la oposición pidió a los suyos «estar más cerca de la gente que nunca» y «renovar la manera de ejercer la política en este país». También llamó a seguir «despertando la ilusión de una mayoría de españoles» y pidió conseguir que el ciudadano no acuda a votar –cuando sea– «enfadado» con Sánchez, sino «con ilusión por el futuro».
La Ejecutiva se saldó con muchas bajas de presidentes autonómicos, y sin debate interno. El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, tomó la palabra para quejarse de las «prisas» de Pedro Sánchez por despachar la reunión del viernes pasado de la Conferencia de Presidentes, ante lo que Feijóo apuntó que las prisas eran porque estaba más pendiente de lo que ocurría en Suiza, en alusión a la cumbre que en paralelo Moncloa mantuvo con el ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont.
El PP, si bien prepara su alternativa, coloca todo el foco político y mediático en los escándalos judiciales que afectan al PSOE y en la presión parlamentaria de sus socios independentistas, nacionalistas y de Podemos. El PSOE sobrevive con «un ojo puesto en los juzgados y otro en Bruselas y Waterloo». Feijóo vaticinó que al Gobierno, judicialmente, «le queda una larga travesía» y «políticamente» ya no tiene más recorrido.
«Cada vez que habla un independentista, los españoles tenemos que preparar la cartera», criticó Feijóo, en referencia a las exigencias de ERC y Junts para seguir manteniendo al presidente en Moncloa. Otro mensaje hacia el presidente del Gobierno ante su precaria situación política, que hoy puede debilitarse todavía más una vez confirme el PSOE si tramitará o no la cuestión de confianza presentada por Junts.
«El Gobierno deambula a la espera de lo que mande Puigdemont, Junqueras y de lo que cante Aldama», sentenció el líder de los populares ante la dirección de su organización.
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