Estrategia
Feijóo usa su mayoría en el Senado para deshacer el plan fiscal del PSOE
Renuncian a su veto en el Senado para enmendar el texto y complicar
su tramitación final en el Congreso
La reforma fiscal abrió en canal la relación entre el Gobierno y sus socios y la batalla no ha acabado. El PP ha utilizado su mayoría en el Senado para enmendar el paquete fiscal aprobado con muchísimas dificultades en el Congreso, y el Gobierno puede encontrarse con serias dificultades para dar la vuelta a los cambios introducidos en la Cámara Alta.
Las dificultades de Pedro Sánchez para hacer compatibles las peticiones de sus socios llegó a mostrar la imagen de un Ejecutivo débil, que se veía incapaz de convencer a todas las partes para evitar una derrota. El Gobierno salvó el «match ball» con una entelequia que le llevó a prometer a unos aliados eliminar el impuesto a las energéticas –a PNV y Junts– y lo contrario a ERC, Bildu y Podemos. El Gobierno, con un pacto de mínimos, creyó salir victorioso al aprobar la transposición que España debía aprobar para cumplir con el impuesto mínimo complementario. Nada más lejos de la realidad.
El PP ha optado por poner a prueba la cohesión del Ejecutivo con sus socios al renunciar su posibilidad de vetar en el Senado con su mayoría el proyecto de ley del Gobierno. ¿El objetivo? Evitar que cuando regrese al Congreso la ley para su aprobación definitiva, el Ejecutivo y sus socios levanten el veto y la reforma fiscal se apruebe tal y como está.
De esta manera, los de Feijóo conseguirán una nueva división entre los socios, pues muchas de las medidas que ayer presentaron son del gusto de PNV y Junts, por lo que tendrán muy difícil justificar voto en contra en la Cámara Baja. Lo que está seguro es que el Ejecutivo deberá negociar de nuevo con los partidos independentistas y nacionalistas si quiere atar su voto definitivamente, y esto le supone bajar de nuevo a los infiernos.
Los populares proponen reducir la presión fiscal a los bancos que lleven a cabo acciones para facilitar el acceso de los jóvenes a la vivienda. Además, plantean una rebaja de impuestos y bonificaciones para los jóvenes de menos de 35 años en los primeros cuatro años de su vida laboral. La medida costaría 2.100 millones de euros a las arcas públicas y supondría un ahorro para los jóvenes de entre 10.000 o 12.000 euros, que se podrá dedicar a «iniciar un negocio», «tener un hijo» o «dedicarlo a una vivienda». En concreto, este proyecto consistiría en que los jóvenes trabajadores verían bonificada su cuota tributaria de IRPF correspondiente a los primeros 30.000 euros y el ahorro fiscal resultante se utilizaría para ayudar a construir y desarrollar su proyecto de vida. El periodo de 4 años, del que se podrían beneficiar entre los 18 años y los 34 años, empezaría a contar en el ejercicio en que comenzasen su actividad laboral de la que se derivase pago de IRPF y la intensidad de la ayuda fiscal se iría reduciendo cada año, comenzando con el 100% de bonificación el primer ejercicio, pasando al 75% en el segundo, al 50% en el tercero y al 25% en el cuarto. Con estas medidas, buscan, además, captar el voto más joven, que según los estrategas del PP todavía se lleva Vox. Además, esta propuesta, cuando llegó al Congreso, tuvo el voto favorable del PNV y de Junts, inciden en el PP.
Por otro lado, difícil para Junts será negarse a rebajar el tipo del impuesto de sociedades para las pequeñas empresas en la parte de la base imponible de 50.000 euros, con un escalado de tres años. Con la vista puesta en Compromís se encuentra la medida enfocada a paliar las consecuencias económicas de la DANA: un IVA cero para la compra de vehículos afectados.
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