Un gobierno entre la renovación y la experiencia

Una vez que la maquinaria institucional se pone a funcionar, sólo falta medir la diligencia de las personas. En este sentido, Emiliano García-Page suele ser alguien que da tiempo, ceremonia y liturgia a las formas democráticas, pero también expeditivo a la hora de buscar caminos para trazar itinerarios políticos.

Por ello, esta semana que ahora termina lo hace con el Ejecutivo regional plenamente formado, después de que se iniciara con los ecos de la toma de posesión el fin de semana del propio presidente de la Junta. Sin embargo, en apenas cuarenta y ocho horas estuvo constituido el nuevo gobierno y en el mismo tiempo se desarrolló el primer consejo formal de la legislatura.

La semana concluye con un ejecutivo formado y con retos importantes como el manejo de los nuevos fondos europeos

Un gobierno que nace con el espíritu de la permanencia, pero también con aires nuevos y consciente de la dificultad del nuevo período, en tanto que la realidad política de la comunidad autónoma es bien distinta, atendiendo los numerosos ayuntamientos y también algunas diputaciones que han caído a manos del Partido Popular, apoyado en múltiples ocasiones por Vox.

Page, consciente de que el impulso del inicio es importante y que la maquinaria debe echar a andar cuanto antes, ha confeccionado un equipo a medio camino entre la sabiduría y la experiencia y la renovación de caras. También es cierto que ha debido hacer más equilibrios teniendo en cuenta que algunas figuras importantes del partido en la región, como José Manuel Caballero –secretario general de los socialistas de Ciudad Real y hasta ahora presidente de la diputación de esta provincia- habían quedado descolocados tras el 28 de mayo.

De este modo, el propio Caballero será el titular de una vicepresidencia segunda que complementa la que durante ocho años ha desempeñado José Luis Martínez Guijarro, mano derecha y hombre fuerte de Page en el Ejecutivo regional.

Hay otros cuatro consejeros que repiten y están con Page desde el primer minuto que alcanzó la presidencia de la Junta, allá por mayo de 2015. Se trata de Juan Alfonso Ruiz Molina, consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, el baluarte fiscal del gobierno; Patricia Franco, consejera de Economía, Empresas y Empleo, imprescindible para Page a la hora de buscar nuevas inversiones en la región; Jesús Fernández Sanz, consejero de Sanidad y auténtico protagonista de la legislatura anterior con su solvente gestión de la pandemia y Nacho Hernando, consejero de Fomento, el más joven de todos y, sin duda, figura clave en la actualidad y, por supuesto en el futuro.

También continúa Bárbara García Torijano, consejera de Bienestar Social, que entró a mitad de la legislatura anterior y se incorpora Amador Pastor como consejero de Educación, habiendo desempeñado hasta ahora la viceconsejería en ese mismo departamento.

Otras incorporaciones son las de Esther Padilla, auténtica veterana del socialismo toledano pese a su juventud. De la máxima confianza de Emiliano García-Page, anda ya curtida en mil batallas y lidiará con la portavocía, aprovechando su dilatada experiencia con los medios de comunicación.

Un puntal fundamental en las políticas de la Junta son las de agricultura y ganadería y esas correrán a cargo de Julián Martínez Lizán, hellinero proveniente de la Upa y que recoge el testigo de Francisco Martínez Arroyo, que no repite en el cargo tras ocho años de mandato. Será este un campo central para el Ejecutivo de Page, ya que habrá de notarse la cercanía de sus políticas con un sector que no lo está pasando bien en los últimos tiempos.

Otros nombramientos que completan la nueva lista del Gobierno regional son los de Mercedes Gómez como consejera de Desarrollo Sostenible, que asumirá las competencias de agua, asunto clave en el ámbito político de la región. Se trata de una veterana dirigente que ya ocupó la consejería de agricultura en tiempos de José María Barreda.

Y en el área de la igualdad, Page incorpora a Sara Simón, que durante la legislatura pasada fue portavoz del ayuntamiento de Guadalajara, institución gobernada ahora por PP y Vox. También en este departamento, Page hará notar las diferencias programáticas existentes entre unas instituciones y otras.

Con la maquinaria engrasada y a punto de recibir más fondos europeos, según dijo el propio presidente de la Junta esta misma semana, todo dependerá también de lo que ocurra el 23 de julio en las elecciones generales. Porque si Sánchez no gobierna, Page sabe que muchas miradas se volverán hacia Toledo.