Gobierno de España
Guerra por el voto pensionista
La hegemonía del PP se mantiene pero retrocede 5,4 puntos ante Cs. Podemos pierde apoyos
La hegemonía del PP se mantiene pero retrocede 5,4 puntos ante Cs. Podemos pierde apoyos.
Las pensiones se han convertido en el nuevo objeto de deseo para captar votos. Los españoles jubilados o cercanos a la jubilación suponen un nicho de electores, tradicionalmente orientado al bipartidismo, cuyo cambio de tendencia puede ser crucial a la hora de ganar los siguientes comicios. La Moncloa la deciden los mayores de 65 años. Los partidos lo saben y, por ello, han orientado sus esfuerzos en articular un discurso en el que se garantiza la subida de las pensiones en plena reivindicación ciudadana. Para el PP es capital no perder este segmento generacional, pilar de su mayoría, mientras que el resto de partidos pugnan por capitalizar el descontento para recortar distancias con la primera fuerza. Según la evolución que marca el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) respecto a los resultados arrojados por las urnas en 2016, la hegemonía de los populares no peligra aunque sufren un retroceso y el auge de Ciudadanos vendría impulsado por el voto de los mayores.
Mariano Rajoy pide «no hacer política de las pensiones» cuando «no hay recursos para subirlas» y alega que los jubilados han ganado «algo de poder adquisitivo» con la subida del 0,25%. Sin embargo, este optimismo del Ejecutivo no concuerda con la opinión de este colectivo que considera esta subida «ridícula» y que se lo haría pagar en las urnas según los datos del último CIS. Si hoy se celebrasen elecciones, en virtud del barómetro del mes de enero, los populares obtendrían un 32,3% del voto de los mayores de 65 años, esto es, 5,4 puntos menos de los que obtuvieron el 26-J cuando llegaron al 37,7%. Este retroceso, no obstante, no lastra su liderazgo en este rango generacional y todavía se colocan a 14,7 puntos del PSOE.
Precisamente los socialistas han sido los últimos en subirse a la ola de la movilización ciudadana para visualizarse ante la opinión pública como alternativa de gobierno a la derecha. El PSOE apuesta esta semana por las pensiones como temática en la que confrontar proyectos con PP y Ciudadanos. «Los pensionistas iniciaron el jueves un camino de movilizaciones que el PSOE va apoyar en la calle, en el Congreso y donde sea necesario», señaló ayer la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, en una rueda de prensa en Ferraz. En este caso, el partido de Pedro Sánchez se mantiene impertérrito en el sector de más de 65 años, pues sus votantes en el CIS de enero son el mismo 23% que en junio de 2016. Los socialistas no logran rentabilizar el desgaste del Gobierno en este sentido y buscarán, con la proposición de ley que presentarán el próximo martes en el Congreso para revalorizar las pensiones de acuerdo con el IPC, que Ciudadanos se retrate para frenar el flujo de descontentos que reciben del Partido Popular.
Es la formación de Albert Rivera la que recoge los votantes que el Gobierno se deja por el camino de las pensiones. Si hoy hubiera elecciones, Ciudadanos crecería nueve puntos entre los votantes de más de 65 años, superando a Unidos Podemos y colocándose como tercera opción electoral para este rango de edad. Según el CIS de enero un 13,2% del voto de los jubilados lo representan los naranjas, por el 4,1% del 26-J. Sin embargo, este incremento parece obedecer a un voto de castigo ya que Rivera no ha explicitado su apuesta para las pensiones ni se ha manifestado en las últimas horas a favor o en contra de las movilizaciones de los jubilados.
Sí lo ha hecho Unidos Podemos, secundando el movimiento, y cargando contra el Gobierno por no asegurar unas pensiones «dignas». Sin embargo, este alineamiento con las protestas no le genera réditos electorales a la formación de Pablo Iglesias que se ubica como cuarta opción y perdería 1,2 puntos de representación entre los mayores de 65 años. Si hoy se celebrasen elecciones, los morados solo obtendrían el 3,5% del voto de esta horquilla generacional, por el 4,7% de junio de 2016.
El martes en el Congreso
Como ya hicieron esta semana con la brecha salarial, el próximo martes los socialistas registrarán en el Congreso de los Diputados una proposición de ley para que en 2018 se revaloricen las pensiones conforme a la subida del IPC y que estas no pierdan poder adquisitivo, incrementando con efecto del 1 de enero todas pensiones públicas el 1,6% y recuperando la cláusula de revisión automática en caso de que el IPC supere ese porcentaje. «Esperamos lograr el apoyo del resto de los grupos políticos y que no ocurra como en 2016, cuando PP y Cs la vetaron en la mesa del Congreso», señaló la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra. En efecto, no es la primera vez que el PSOE avanza en este camino. En 2017 también presentaron una enmienda a los Presupuestos Generales del Estado solicitando la revalorización de las pensiones conforme al IPC que, de nuevo, se topó con el muro de la mayoría de PP, Cs y PNV. «Lo bloqueó toda la derecha, muy unida, como ya nos tienen acostumbrados a hacer», destacó Lastra, abundando en la estrategia de unificar a populares y naranjas como la «derecha bicéfala» contra la que combate un PSOE progresista. Los socialistas buscan con esta iniciativa que Ciudadanos se retrate y demuestre si, de verdad, persigue el objetivo –que proclaman– de que suban las pensiones.
Los socialistas criticaron la «congelación de facto» que supone que las pensiones solo hayan subido un 0,25% desde la reforma de 2013 y explicaron que con esta congelación el Gobierno estima haber ahorrado anualmente 1.600 millones de euros, una cantidad que podría igualarse con la propuesta del PSOE de gravar con impuestos a los beneficios de la banca y a las transacciones financieras, lo que «permitiría que las pensiones subieran al menos como el IPC, que es lo que nosotros estamos reclamando y ocurre en los países de nuestro entorno».
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