Hallan una segunda carpeta de Martorell y otra de «La Camarga»

«La Camarga», «Xavier Martorell» (dos volúmenes) y «PSC», son las cuatro carpetas que, salvo ampliaciones aportadas por los investigadores de la Policía, serán abiertas en el juzgado de Barcelona que investiga el «caso Espionaje», según fuentes conocedoras del caso consultadas por LA RAZÓN. El contenido de las informaciones, que será abierto la próxima semana ante el juez y los fiscales especiales designados para este caso, pueden dar un giro a la investigación judicial si, como se supone, la agencia de detectives Método 3 realizó actividades ilícitas al desarrollar sus pesquisas.

Las tres carpetas podrían contener datos definitivos sobre si el PSC, Martorell, y La Camarga eran objeto de investigación por parte de la agencia de detectives, clientes de Método 3, o, lo que es posible, las dos cosas a la vez. Una auténtica trama en la que aparecen numerosas personas implicadas que, al ser judicializado el asunto, tendrán que comparecer ante los tribunales.

El hecho de que haya aparecido la carpeta con el título de «La Camarga» se presta a todo tipo de especulaciones. El popular restaurante barcelonés, es, según todos los indicios, víctima en todo este turbio asunto. Lo que está claro es que sus responsables comparecieron como testigos ante la Policía y salieron sin ningún tipo de imputación. Incluso se le ofrecieron acciones como entidad perjudicada ya que, según se sospecha, era uno de los centros en los que se realizaban espionajes ilegales, al menos los efectuados contra la dirigente del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho y Victoria Fernández, ex novia de Jordi Pujol Ferrusola.

El «caso Espionaje» en Cataluña, independientemente de los resultados de las pesquisas, parece una «novela mala de espías», en la que un sujeto y sus colaboradores se hacen con una fama de ser los «reyes del mambo» del espionaje privado y consiguen clientes, algunos que se presentaban, a su vez, como grandes investigadores, a los que cobraban importantes cantidades de dinero por su trabajo. Se ha comprobado, por los agentes policiales encargados del caso, que algunos de los dosieres no pasaban de ser una recopilación de datos obtenidos en los buscadores de internet, a los que se añadían acusaciones, algunas de ellas de singular gravedad, sobre las que la agencia Método 3 no aportaba ninguna prueba concluyente. Daba lo mismo, no se trata de informes destinados a la autoridad judicial por los que tuvieran que comparecer y responder sus autores.

Por lo que se refiere a las carpetas de Xavier Martorell, ante la posible implicación de partidos políticos, habrá que esperar a conocer su contenido y el alcance del espionaje: quién lo encargó, quién se benefició de las informaciones, quiénes son verdugos o víctimas, etcétera. En la celeridad con la que actúe la Justicia está la base para que este escándalo quede aclarado cuanto antes.