Ceuta
Interior: si las concertinas atentan contra derechos humanos, que se prohíban
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha reiterado su disposición a estudiar mecanismos que sustituyan a las concertinas en las vallas de Ceuta y Melilla, y ha dicho que si éstas atentan contra los derechos humanos, "habría que prohibir su fabricación, comercialización y distribución".
Fernández Díaz ha hecho estas manifestaciones en declaraciones a los periodistas en el Congreso al ser preguntado por la proposición no de ley presentada por el PSOE en la que se piden medidas alternativas a las concertinas, como más agentes, sensores de movimiento o aviones no tripulados.
"Con todo el respeto -ha dicho el ministro- tengo que decir que esa no es la cuestión. Aparte de decir (la proposición socialista) que enviemos más guardias civiles, dice que haya detectores y aviones no tripulados. En definitiva, que tengamos más información en relación con las personas que quieren entrar ilegalmente".
Para el ministro, ese no es el problema, ya que el Gobierno sabe perfectamente en qué lugares de las proximidades de Melilla se congregan miles de personas que, procedentes de distintas áreas geográficas, quieren entrar ilegalmente en España.
En suma, ha enfatizado el titular de Interior, el problema "no es detectarlos", sino evitar que entren de forma ilegal y eso no se puede hacer mediante aviones no tripulados como quiere el PSOE.
"Si esa es la aportación que nos hacen, tienen que estudiarlo un poco mejor", ha apostillado Fernández Díaz, quien ha insistido en que detectar cuántos y dónde están no es el problema.
Y ha añadido: "Sabemos que por desgracia hay muchas personas que tienen que salir de sus países en busca de otro lugar donde desarrollar un proyecto de vida y vivir en condiciones adecuadas. Lo compartimos y lo sabemos".
Por ello, España ha establecido mecanismos de prevención con los países de origen de los inmigrantes y de los de tránsito, especialmente con los subsaharianos y con Marruecos.
"Hay que salvaguardar lo derechos humanos. Faltaría más. Pero no hay un derecho de entrar ilegalmente en un país", por lo que es necesario tomar medidas de carácter disuasorio.
No obstante, si el material que se usa, en alusión a las concertinas, "atenta a los derechos humanos, habría que prohibir su fabricación, comercialización y distribución".
Fernández Díaz ha vuelto a mostrarse abierto a estudiar otros mecanismos que "garanticen algo que es nuestro derecho y obligación: que no se entre ilegalmente".
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