Terrorismo

Investigan si terceras personas pudieron radicalizar a Taib

«Actuaba como un terrorista, gritaba lo que gritan los terroristas y no atendió el alto»

Abdelouahab Taib
Abdelouahab Taiblarazon

«Actuaba como un terrorista, gritaba lo que gritan los terroristas y no atendió el alto».

Las Fuerzas de Seguridad tratan de determinar la identidad de las personas con las que se había visto últimamente al argelino Abdelouahab Taib por si podían haber contribuido a su radicalización, que ha quedado confirmada en el registro que los Mossos d’Esquadra, en presencia de agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil, realizaron en el domicilio de este individuo, en el que hallaron «material relevante».

El análisis del contenido del teléfono y ordenador encontrados podría aportar nuevas pistas, sobre las personas que se relacionaba, los mensajes que enviaba o recibía y las páginas que consultaba, entre las que se da como muy probable que figurarán algunas de Estado Islámico por el material encontrado.

Los expertos con los que ha hablado este periódico no aciertan a explicarse la controversia que se ha originado tras el intento de atentado de Cornellá. «En Francia, Bélgica, Rusia, Estados Unidos... o cualquier país del mundo occidental, no se cuestiona la actuación de las Fuerzas de Seguridad en situaciones como la que se produjo en la madrugada del lunes. Si se iba a suicidar (Taib) porque le atormentaba alguna cosa, tenía mil maneras de hacerlo sin tener que asesinar a otros, que además son agentes de la autoridad. Y si se quería redimir, pues que hubiera rezado». En la carta que dejó no habla de suicidio sino que se trata de una oración dirigida a su dios.

El ataque de Taib fue un atentado terrorista y no una simple acción de suicidio, insisten los expertos consultados por este periódico. De las distintas maneras que puede utilizar una persona para quitarse la vida, la de acudir a una dependencia policial con un cuchillo de grandes dimensiones al grito de «Alá es grande» no parece la más acertada. El individuo en cuestión puede ser reducido por los agentes y detenido; o herido en alguna parte del cuerpo que no le cause la muerte. El suicidio no está garantizado, por lo que todo lo que se diga en este sentido, incluso para acusar a los agentes de la policía autonómica, carece de lógica. «Actuaba como un terrorista, gritaba lo que gritan los terroristas antes de asesinar a sus víctimas y no atendió las órdenes de alto. Podía llevar un chaleco explosivo y ahora se pretende hacer creer que simplemente era la forma de suicidio que había escogido», comentó un mosso. Además, existe una grabación en vídeo de todo lo que ocurrió en el interior de la comisaría de Cornellà, que ya se ha hecho llegar a la autoridad judicial y en el que «las cosas quedan claras». El atentado coincidió en el tiempo con dos cometidos en Rusia por el mismo procedimiento.

Por otra parte, otras fuentes insisten en vincular la acción criminal de Taib con el aniversario de los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils. «A este tipo de individuos, salvo que se pueda acreditar algo más en el material que se ha incautado en su casa, siempre hay un detonante que les pone en marcha y en este caso pudieron ser los actos que se celebraron para recordar a las víctimas de aquellos atentados».

Los investigadores confían más en el análisis que se pueda realizar al material intervenido que en las declaraciones que pueda hacer cualquier persona, incluida su ex mujer, que desde el principio trató de enfocar el asunto como un suicidio.

De ser así, pretendía que en su muerte le acompañaran personas uniformadas y eso tiene otro nombre en nuestra normativa legal y no es precisamente la de suicidio.