Presidencia del Gobierno

José María Marco: «Combatir la corrupción no puede ser una caza de brujas con efectos perniciosos»

José María Marco: «Combatir la corrupción no puede ser una caza de brujas con efectos perniciosos»
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1- ¿Cree que es necesario un pacto nacional por la educación?

Habría que conseguir que el PSOE y los sindicatos de izquierdas dejen atrás su empeño en seguir monopolizando la educación primaria y secundaria pública, sería interesante profundizar en la dignificación de la Formación Profesional y la relación de la FP con las empresas (FP dual). También habría que encontrar fórmulas de transparencia y evaluación fiables, como las reválidas. Y no estaría de más ampliar en un curso el Bachillerato, así como fomentar la enseñanza concertada. En la enseñanza universitaria, sería conveniente generalizar el 3+2 y flexibilizar la situación para facilitar la movilidad del profesorado, la investigación, la participación de las empresas y la competencia a nivel global. Por su rigidez, su ideologización y su falta de ambición, la Universidad española es hoy en día una máquina de derrochar excelentes –e ingentes– recursos humanos y materiales.

2- ¿Para combatir la lacra de la corrupción sería un conveniente un acuerdo político entre partidos?

Considero que en este asunto no hay mucho más que hacer de lo que se ha legislado ya durante los últimos años. Conviene no bajar la guardia nunca, pero también hay que tener cuidado con continuar en algo que corre el riesgo de convertirse en una caza de brujas y tener más efectos perniciosos que ventajas.

3- La reforma de la Constitución fue uno de los temas más abordados en la última ronda de consultas del Rey. ¿Cree que el nuevo gobierno debería intentar llevarla a cabo?

Es inconcebible cualquier reforma de la Constitución sin un compromiso de fondo, tanto por parte del Partido Popular como del PSOE. Por otro lado, tampoco creo que haya mucho que reformar.

4- Se ha polemizado mucho respecto a la ambigüedad del papel de la Monarquía. ¿Está bien definido en la Constitución o habría que reenfocarlo?

Después del relevo en la titularidad de la Corona de Don Juan Carlos a Don Felipe, muy bien gestionado –gracias, en parte, a la existencia del acuerdo entre Partido Popular y PSOE– lo único que cabe hacer es devolver al Jefe del Estado, en la vida pública, el papel que le corresponde como símbolo de la nación, tanto dentro de nuestro país como fuera de nuestras fronteras. Es evidente que Felipe VI cumpliría estas funciones con el máximo provecho para todos los ciudadanos españoles.

5- ¿Cómo se podría abordar una reforma de la Ley Electoral?

Tampoco se puede cambiar la legislación electoral sin que haya previamente un acuerdo entre los grandes partidos nacionales. Cualquier reforma, de ser factible, debería ir en el sentido que han apuntado los electores en este último ciclo: aumentar la estabilidad y primar las organizaciones moderadas, nacionales, de amplio espectro social.

6- ¿Cuál es el arma más eficaz de la que dispone el Estado para combatir la ofensiva independentista?

Tampoco aquí se podrán realizar acciones relevantes si no existe un consenso sólido entre los partidos nacionales. A falta de que los socialistas decidan si quieren o no seguir representando al conjunto de España, en particular en Cataluña, sería conveniente intensificar la presencia simbólica y efectiva del Estado en la región. Cualquier medida unilateral por parte del Gobierno corre el riesgo de intensificar la conflictividad. Y es precisamente la única opción viable que les queda a unos nacionalistas desacreditados en España y en la Unión Europea: la provocación.

7- ¿Qué hay que hacer con las pensiones para garantizar su sostenibilidad?

Cualquier reforma de las pensiones pasa por la convocatoria y la negociación en el marco del Pacto de Toledo. Mientras tanto, lo que parece más recomendable es flexibilizar el régimen, permitir que se pueda trabajar más y en circunstancias más diversas (un reflejo de lo que es la sociedad española) y no continuar castigando los planes de pensiones particulares de cada ciudadano, que serán uno de los elementos que contribuirán a salvar nuestro sistema.

8- ¿Se necesita una revisión de la reforma laboral?

La reforma laboral ha permitido romper uno de los últimos terrenos en los que nuestro país, como consecuencia del arcaísmo corporativo y socialista de la postura de la izquierda, seguía al margen de la situación europea. No creo que haya que volver atrás. Al revés, hay que introducir más elementos de flexibilidad para incentivar el empleo y acabar de sustituir el despido, que era el único recurso de ajuste previamente existente, por una mayor negociación entre empresarios y trabajadores, dentro de la misma empresa, sin la coacción corporativa y sindical que reinaba hasta que se llevó a cabo la reforma.

9- ¿Cree qué España debe reforzar su posición internacional?

Cualquier política exterior ambiciosa de un país requiere el consenso entre las fuerzas políticas. Tal vez se podría formular este para una política más dinámica y emprendedora de España dentro de la Unión Europea en un momento en el que la Unión necesita liderazgos consistentes. América Latina, que ha empezado a dejar atrás el ciclo populista, requerirá una atención reforzada. Y si se alcanzaran acuerdos, se podría profundizar la presencia de nuestro país en África.

10.- ¿Está la Justicia politizada?

El problema de la Justicia española es su lentitud, en particular en las causas penales. Aunque estamos en la media europea, sería conveniente contribuir a desbloquear la situación.