Barcelona
Junqueras pasa al ataque contra Puigdemont y el Estado
«Estamos dispuestos a todo», dice en un acto organizado por ERC tras reivindicarse ante el ex president.
«Estamos dispuestos a todo», dice en un acto organizado por ERC tras reivindicarse ante el ex president.
Oriol Junqueras y Esquerra pasaron ayer al ataque a las puertas del juicio del «procés» con una conferencia del líder del partido en Barcelona, escrita por él mismo desde la cárcel de Lledoners y leída por su hermano, entre otros, en el Palau Sant Jordi, en la que el líder republicano advirtió de que el Estado «ahora ya sabe que estamos dispuestos a absolutamente todo, siempre de forma pacífica, para defender la democracia», en referencia al 1 de octubre y al derecho a la autodeterminación de Cataluña. «Tenemos muy claro que si la cárcel es el precio que tenemos que pagar por la libertad, lo pagaremos», añadió en una charla de casi una hora de duración.
Junqueras definió el juicio como una «ola de represión» que demuestra la «debilidad del Estado» y vaticinó su fracaso. «Si necesitan todo esto para evitar que el pueblo y la democracia decida qué futuro quiere» es que realmente están perdidos y sólo es cuestión de tiempo que el régimen termine cayendo, aseguró en una lectura ante 2.500 dirigentes de ERC. «No olvidemos que quien realmente tiene miedo es el propio Estado. Sobre todo después de darse cuenta de que no nos detendremos ni nos resignaremos nunca», incidió. Junqueras también se acordó del fusilamiento de Companys, vinculó al Estado con el franquismo e incluso leyó un poema sobre la pasividad de la sociedad alemana ante el nazismo.
De su «puño y letra». Desde Esquerra remarcaron una y otra vez que la conferencia de ayer fue escrita en primera persona por su líder desde la cárcel de Lledoners, con una «performance» en el escenario que simulaba la silueta de Junqueras con la voz de su hermano, muy parecida a la del líder de ERC. Toda una declaración de intenciones que pone en el centro del discurso al ex vicepresidente del Ejecutivo catalán, el cargo de mayor rango que se sentará en el banquillo del Tribunal Supremo. Esta es precisamente la principal carta con la que juegan los republicanos para descorchar su particular campaña.
Ante el inminente traslado de los presos a Soto del Real, el propio Junqueras también se autoreivindicó ayer ante Carles Puigdemont con un mensaje velado en una entrevista previa a «Le Figaro»: «Yo me quedé en Cataluña por sentido de responsabilidad hacia mis conciudadanos. Sócrates, Séneca o Cicerón tuvieron la oportunidad de huir y no lo hicieron. Esta responsabilidad cívica y ética me impresiona mucho».
Un reproche al ex president por su huida a Bélgica sin avisar a su «número dos» en la Generalitat, prácticamente el único que se recuerda durante este año y medio. «Desgraciadamente, tenemos la oportunidad de experimentar la prisión desde dentro. Creo que tiene un valor ético que un responsable político conozca esta realidad», resumió el líder republicano ante su situación.
Este mensaje, añadido a la conferencia de anoche, dan el pistoletazo de salida a lo que los republicanos denominan la «campaña» del juicio. «Tenemos la oportunidad de poner la verdad sobre la mesa y, a su vez, acusar al Estado ante el mundo», aseguran desde ERC para definir la causa como una «venganza política», un «juicio a la democracia».
Por su parte, Carles Puigdemont ha armado su nuevo partido político, la Crida, a las puertas del juicio para contar con un altavoz propio y en el que también están los presos de Junts per Catalunya. «Preparado para acusar al Estado y ganar la absolución», resumió ayer en redes sociales Jordi Sànchez, también encarcelado y presidente del nuevo partido de Carles Puigdemont. Incluso Quim Torra tiene previsto acudir al juicio.
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