Barcelona
La Audiencia rechaza considerar coautores del 17-A a dos de los tres procesados por los atentados
El juez Andreu cree que desconocían los planes de la célula tras la explosión de Alcanar
La Audiencia rechaza imputar los 16 asesinatos terroristas de los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils a los tres procesados en la causa.
El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu no ve motivos para procesar como coautores del 17-A a dos de los tres procesados por los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils (Tarragona) en agosto del pasado año. El magistrado ha rechazado la petición de varias víctimas, que le instaron a imputar a Driss Oukabir y Mohamed Houli Chemlal los 16 asesinatos y 140 heridos en esos ataques, al ratificar que ninguno de los dos conocía los planes de la célula islamista. Asimismo, el instructor también se niega a considerar al tercer procesado, Said Ben Iazza, integrante, y no mero colaborador, de esa célula responsable de los atentados.
Aunque Oukabir alquiló, junto a Younes Abouyaaqoub, la furgoneta que el segundo utilizó para el atropello mortal de Las Ramblas -que “estaba destinada a la comisión de los atentados con explosivos”-, Andreu insiste en que no consta “que tuviera el mínimo conocimiento de la decisión tomada por Abouyaaqoub” de llevar a cabo con ella un atropello masivo en el céntrico enclave barcelonés.
El objetivo de la célula, recuerda el instructor, era “la comisión de varios atentados mediante la utilización del explosivo que estaban fabricando en la vivienda de la urbanización Montecarlo de Alcanar, explosivo que sería cargado en las furgonetas que para ello habían alquilado previamente”. Pero la explosión en la vivienda el día anterior al 17-A, continúa, “frustra e imposibilita la posibilidad de seguir adelante con los planes terroristas trazados”, falleciendo además en la misma el líder del grupo, el imán de Ripoll Abdelbaki es Satty.
En esa deflagración resultó herido Houli Chemlal, que fue detenido cuando estaba aún en el hospital, “sin que exista el más mínimo indicio de que pudiera participar, ni siquiera conocer, los planes que, a partir de ese momento, guiarían los pasos de Abouyaaqoub” ni los de los otros cinco integrantes de la célula yihadista. “Nada sabía respecto de la actividad desplegada por sus amigos y compañeros tras la explosión de Alcanar”, subraya el magistrado. De hecho, recuerda, se mostró “sorprendido y apesadumbrado” cuando se enteró de su fallecimiento.
La autoría conjunta que imputan las víctimas a los dos procesados, asegura Andreu, requiere de la existencia de “un mutuo acuerdo para delinquir”. Son coautores, recuerda, “los que realizan una parte necesaria en la ejecución del plan global”, aunque sus respectivas contribuciones al mismo no colmen todos los requisitos del delito, siempre y cuando tengan “el dominio funcional del hecho”.
De ahí que, reprocha Andreu a las acusaciones, para considerarlos coautores del atentado no existe otra base “que el mero voluntarismo, mediante una argumentación basada en elementos subjetivos y conclusiones no fundadas en datos fácticos objetivos”.
Para el magistrado, la pretendida participación necesaria de ambos “solo podría refererirse a un momento anterior a los atentados de Barcelona y de Cambrils, porque ninguna intervención tuvieron en estos, por cuya razón hay que descartar una posible participación adhesiva”. Y del mismo modo, añade, no hay dato objetivo alguno del que inferir que tras la explosión de Alcanar “hubieran conocido o participado en los nuevos planes delictivos adoptados por el resto de los integrantes de la célula” por lo que, en su opinión, tampoco existe ese dominio funcional.
En cuanto a Ben Iazza, que según el instructor colaboró con la célula al facilitar su documentación y vehículo para que los terroristas compraran los precursores para fabricar los explosivos, “en ningún momento se integró” en el grupo responsable de los ataques, “sin llegar a pasar a ser un miembro más de la célula investigada”.
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