Reforma educativa
La izquierda busca agitar la calle con la Educación
Los expertos ponen en entredicho los «débiles» argumentos del PSOE para romper el acuerdo.
Los expertos ponen en entredicho los «débiles» argumentos del PSOE para romper el acuerdo.
Podemos amagaba con levantarse de la mesa del pacto educativo desde hace tiempo y, después de que el PSOE dinamitara la intentona de acuerdo después de 15 meses de reuniones y sólo dos puntos tratados, atreverse a dar al traste con una reivindicación histórica e insistente del mundo educativo, como es un pacto de Estado para la educación, dar el paso ha sido mucho más fácil. Ayer, Ione Belarra, portavoz adjunta de Unidos Podemos en el Congreso, confirmó que su partido rompía el pacto. ¿La causa? «Porque nos lo ha dicho la comunidad educativa y nosotros siempre vamos a ir de su mano. No vamos a participar en un pacto que es un paripé. Defendemos un aumento de la inversión y una defensa férrea de la educación pública». El mismo argumento que defendió Ana García, portavoz del Sindicato de Estudiantes, que ya hizo un llamamiento a la movilización social, al igual que Unidos Podemos, ambos inmóviles en sus posicionamientos sobre la educación. «Si aquí no se llevan a cabo las reivindicaciones de la marea verde, que son: derogación de la Lomce y del 3+2 universitario, fuera la Religión, fuera los conciertos...convocaremos huelgas y llenaremos calle con banderas verdes para conseguir lo que queremos», añadió la portavoz de los estudiantes.
Mientras, no dejan de sucederse las críticas al PSOE por reventar el acuerdo con un argumento que muchos consideran «simplista», como es condicionar un acuerdo de Estado al objetivo del 5% del PIB en el gasto educativo como punto principal e indiscutible. «La postura del PSOE adolece, más allá de los argumentos de oportunidad política, de una falta de respeto a la evidencia empírica disponible. Tanto la UNESCO como la OCDE han advertido que el impacto del gasto educativo sobre los resultados de los alumnos disminuye conforme aumenta éste y a partir de un cierto valor del gasto, no influye positivamente en la mejora. Para que el gasto educativo pueda considerarse como una buena inversión hay que poner el acento en el cómo se gasta en educación y no solamente en el cuánto», explica Francisco López Rupérez, director de la Cátedra de Políticas Educativas de la UCJC. «En 2009 el gasto educativo de España referido al PIB alcanzó el 5% que ahora se reclama. Transcurridos casi diez años no es posible, a día de hoy, identificar que ese volumen de gasto se haya traducido en la mejora de los resultados», añade.
Una opinión que comparte Ramón Pin Arboledas, profesor del IESE. «La selección del profesorado es incluso más importante que gastar más en educación. La ruptura del pacto es una excusa porque lo que pretende el PSOE es crear un clima de caos social. Teme que en las próximas elecciones el PP haga valer su gestión de la crisis en Cataluña y que haya resuelto de forma eficaz el tema económico». Para José Luis Garrido, catedrático emérito de la UNED, «el PSOE nunca ha querido un pacto educativo porque se considera protagonista de todo lo que pasa en educación en España, cree que es como un bien patrimonial que le corresponde. Su argumento es muy débil».
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