El presidente del TSJ catalán será renovado en pleno «caso Mas»

El presidente del TSJ vasco que instruyó el «caso Ibarretxe» y sufrió las críticas del nacionalismo vasco no fue renovado tras su primer mandato.

El proceso judicial que se sigue en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña contra Artur Mas, actual presidente en funciones de la Generalitat de Cataluña, su ex vicepresidente, Joana Ortega, y la ex consejera de Educación Ana Rigau por un delito de desobediencia –sin que del transcurso de la investigación puedan derivarse otros, como malversación de caudales públicos o prevaricación–, coincidirá, previsiblemente, con dos acontecimientos, uno de carácter político y otro judicial.

El político será la constitución del nuevo Parlament surgido tras los últimos comicios autonómicos y la elección del nuevo presidente; y el judicial tendrá como principal protagonista al actual presidente del TSJ catalán, Miguel Ángel Gimeno, quien, según las fuentes consultadas por este periódico, tiene la clara intención de presentar su candidatura para optar a un segundo mandato.

En todo caso, esas mismas fuentes aseguraron que «no será el único candidato» a presidir el mencionado tribunal, y, de hecho, se espera que, al menos, la mayoritaria Asociación Profesional de la Magistratura «mueva ficha» y algunos de sus asociados «de peso» pueda optar a presidir el TSJ de Cataluña.

Gimeno fue designado presidente del TSJ catalán por el anterior Consejo General del Poder Judicial, elegido cuando en el Parlamento había una mayoría del PSOE, que presidía entonces Carlos Dívar. Ese nombramiento –al igual que el de la «conservadora» Pilar de la Oliva para el TSJ valenciano, entre otras designaciones– se produjo el 28 de octubre de 2010, y contó con 13 votos, los mínimos que exigía la Ley para los altos cargos judiciales.

Sustituía a María Eugenia Alegret, quien sólo había estado en la presidencia un mandato, aunque por diversas causas se alargó un año más de lo previsto. Se rompía una tradición no escrita por la que a todo presidente de un tribunal superior se le renovaba, al menos, para un segundo mandato. El 10 de diciembre de 2010, Gimeno prometía su cargo, con lo que su mandato vencerá en menos de dos meses.

Esas tradición volvió a romperse nuevamente pocos meses después con un presidente que había tenido que vivir una situación un tanto similar a lo que sucede hoy día en Cataluña. Se trataba de Fernando Ruiz Piñeiro, quien en enero de ese mismo año 2010 no fue renovado y, finalmente, en marzo, optó por retirar su candidatura. La mayoría del CGPJ que conformaban entonces los vocales de Jueces para la Democracia y los propuestos por los partidos nacionalistas le hicieron desistir de su intento. Durante algunos años de su mandato sufrió duros ataques del nacionalismo vasco, debido, sobre todo, a que se instruyó y juzgó en el tribunal que presidía los denominados «caso Ibarretxe» y «caso Atutxa», este último relacionado, al igual que el se sigue en el tribunal catalán, por un delito de desobediencia.

Por tanto, en la reelección o no de Gimeno al frente del TSJ catalán no tendrá ninguna influencia esa «tradición» que se aplicó durante no pocos años en puestos similares. El CGPJ sacará a concurso la plaza a finales de este mes o principios de noviembre. Se abrirá entonces un plazo de 20 días para la presentación de candidaturas. Después expondrán sus proyectos en el Consejo, y, finalmente, se producirá la elección por parte del Pleno. Esta decisión, si se ajustasen mucho los plazos podría producirse en el Pleno que celebrará el CGPJ en diciembre, coincidiendo con el final del mandato, y, si no diese tiempo, se llevaría a cabo en enero. Ese mes debería, en condiciones «normales», conocerse quién estará al frente de los magistrados del 9-N.