Papel
Las mujeres y la Carta Magna: Cinco entre ciento cuarenta y cinco
Parlamentarias de PSOE, PP, Podemos y Cs y la presidenta del Congreso ven «impensable» que hoy se hiciera un nuevo texto sin «madres de la Constitución». Hoy hay en el Congreso 145 mujeres frente a las 28 de las Cortes Constituyentes
Parlamentarias de PSOE, PP, Podemos y Cs y la presidenta del Congreso ven «impensable» que hoy se hiciera un nuevo texto sin «madres de la Constitución». Hoy hay en el Congreso 145 mujeres frente a las 28 de las Cortes Constituyentes.
El contexto histórico las dejó fuera de la rúbrica de la Carta Magna. No hay «madres de la Constitución», pero las mujeres tuvieron un papel decisivo en la redacción de un texto que hoy cumple 40 años de vigencia. Reunimos a la portavoz del PP, Dolors Montserrat; la ministra de Defensa, Margarita Robles (PSOE); la presidenta del Congreso, Ana Pastor; la portavoz adjunta de Podemos, Ione Bellarra y la secretaria cuarta de la Mesa (Cs), Patricia Reyes, para hablar de los avances que ha supuesto la norma para las mujeres, si debería feminizarse o si hay o no que reformarla. Todas ellas comparten una misma idea: «La Constitución ha supuesto grandes avances para las mujeres», algo que quedó recogido en el artículo 14 donde habla de la «igualdad» y que no se puede establecer discriminación por razón de sexo. Aunque subrayan que «aún queda mucho por hacer».
De redactarse un nuevo texto constitucional, aseguran que sería «impensable» que no se contara con «madres» legisladoras. Sería incluso «inaceptable», apunta Robles. «En este momento hay mujeres juristas constitucionalistas con una cualificación magnífica». La presidenta del Congreso apunta que «afortunadamente no solo es impensable sino que sería imposible» porque no hay ni una sola ponencia en la que no haya legisladoras. «Somos casi un 40% las mujeres que estamos representadas en el Congreso frente a solo 28 mujeres que formaron parte de las Cortes Constituyentes», integradas por más de 500 parlamentarios. Las diputadas de PP y Cs también creen que sería «impensable». Belarra destaca que hubo 27 mujeres que estuvieron «completamente invisibilizadas» entonces, aunque participaron activamente en la elaboración de la norma. «Las reformas constitucionales que necesitamos ahora tienen que tener madres, pero esta vez en primera línea, visibles y protagonistas».
Teniendo en cuenta que el artículo «la» convierte «Constitución» en un sustantivo femenino ¿habría que feminizarla? ¿Es machista?
Ana Pastor destaca que la Carta Magna de 1978 «es la Constitución de la igualdad» y cumplió con su cometido y «después nos ha correspondido a todos desarrollar ese derecho». La ministra de Defensa asegura que, sin referirse a la Constitución en particular, «el lenguaje inclusivo sirve siempre para avanzar en igualdad». Por su parte, Montserrat cree que «no es machista ni feminista». «La Constitución es la ley fundamental de nuestro ordenamiento jurídico, la que nos da los derechos y libertades, nos iguala y nos protege» por tanto, aunque España es uno de los países más avanzados en igualdad, «no nos debemos conformar». También Patricia Reyes considera que el texto «no es machista», pero queda mucho camino por recorrer. «Me siento igual de reconocida en ella que un hombre, contiene artículos que son clave para desarrollar leyes encaminadas a conseguir la igualdad plena entre hombre y mujer». Aunque apunta: «sólo hay un artículo que podríamos llamar “machista”, el de la sucesión a la Corona». Para la diputada de Podemos «la Constitución tiene que ser feminista, como lo es nuestro país», por lo que las reformas que se hagan «tienen que asegurar los derechos de las mujeres sin ningún género de duda».
¿Y qué reformamos?
Pastor recuerda que la Carta Magna reconoce la posibilidad de reformarse. «Vocación de permanencia, sí; pero también voluntad y deseo de actualización en todo lo que sea mejorable». También la portavoz del PP asegura que para esa reforma hay que saber qué reformar y para qué. «Si pudiéramos contestar a esas preguntas con un amplio consenso, el debate sería posible». Para Robles la reforma debe ser una «puesta al día» para mantener el texto «porque la España de 1978 no es como ahora». Por ejemplo «recoger la salud como derecho fundamental, mejorar instrumentos de protección entre los ciudadanos, reforzar garantías constitucionales derivadas de avances científicos y tecnológicos», siempre manteniéndola como «garante de nuestros derechos y libertades». Belarra cree que «no hay que tener miedo a las reformas». «Necesitamos una Cosntitución feminista, que blinde la sanidad y la educación pública, que asegure que todos somos iguales ante la ley y que el voto de todos vale lo mismo». La diputada de Cs afirma que «se puede reformar para poner al día», pero «con el mismo espíritu que conllevó en 1978» y «asegurar la convivencia pacífica».
¿Y cuál es la mayor amenaza del texto? Robles cree que «no tiene ninguna amenaza» e insiste en que hay que ponerla al día con pequeñas reformas. Montserrat ve el nacionalismo y el populismo, que de perdurar, «son una gran amenaza». Reyes valora que el riesgo está en «caer en la tentación de reformarla para contentar a los que no quieren una Constitución que trate por igual a todos los españoles» y Belarra asegura que está en «el uso interesado que algunos hacen de ella y quienes la han puesto al servicio de intereses extranjeros, como hicieron PP y PSOE».
✕
Accede a tu cuenta para comentar