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El histórico etarra «Txelis», en libertad

El etarra José Luis Alvarez Santacristina "Txelis"en una imagen de archivo
El etarra José Luis Alvarez Santacristina "Txelis"en una imagen de archivolarazon

El histórico ex dirigente de ETA José Luis Álvarez Santacristina, «Txelis», cumplirá los casi cuatro años de condena que le restan, hasta diciembre de 2019, fuera de prisión (sólo tendrá que acudir una vez al mes al centro penitenciario para firmar). El juez central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, ha acordado –a propuesta de la Junta de Tratamiento del centro penitenciario y con el visto bueno de la Fiscalía– concederle la libertad condicional tras cumplir las tres cuartas partes de su condena (lo hizo en diciembre del pasado año) y al constatar su alejamiento de la banda terrorista, que le expulsó de la organización en 1998, su petición de perdón a las víctimas y el reconocimiento del daño causado.

En su resolución, el magistrado justifica además su decisión en que el interno –en prisión en España desde noviembre de 1999, cuando fue entregado por las autoridades francesas– estaba ya clasificado en tercer grado y su pronóstico de reinserción es «favorable», por lo que concurren los requisitos para la obtención del último grado de cumplimiento de la pena.

Ya no dormía en prisión

El juez Castro recuerda que cuando se le concedió el segundo grado en octubre de 2010 ya se ponderó que «Txelis» había manifestado por escrito su renuncia a la violencia, «reconociendo el daño causado y expresando su petición de perdón a las víctimas», por lo que fue expulsado de ETA y, también, del colectivo de presos controlados por la banda.

Desde junio de 2011, el ex dirigente etarra ya no dormía, para facilitar su reinserción laboral, en el centro penitenciario de San Sebastián, pues trabaja como profesor de euskera en el centro educativo «Txema Finez» de Aramalo (Álava) en horario especial.

Desde enero de 2010, destaca el magistrado, «disfruta con regularidad y sin incidencias de permisos de salida ordinarios y de una salida de fin de semana al mes».

En alguna ocasión –según consta en los informes del centro– tras un atentado de ETA llegó incluso a dirigirse a los funcionarios «manifestando su pesar y disculpándose», por lo que su desvinculación de la banda terrorista «es total y manifiesta, no acatando ninguna de las directrices, e incluso criticándolas cuando tiene ocasión».

«Txelis», recuerda el magistrado, «ha manifestado de forma expresa su rechazo a la violencia y el abandono de la organización terrorista» y ha pedido perdón expresamente, «de forma pública y privada» a sus víctimas. Además, destaca la resolución, «está abonando de forma fraccionada y a través de pagos periódicos» cantidades para hacer frente a la responsabilidad civil a la que fue condenado. El antiguo miembro de ETA paga 150 euros mensuales para este fin, una cantidad «módica», reconoce el juez, pero «acorde con los ingresos que recibe», lo que en todo caso pone de relieve «su voluntad de asumir el cumplimiento de dicha obligación».

La Audiencia Nacional accede así a la petición que, por unanimidad, le trasladó el pasado marzo la Junta de Tratamiento del centro. No obstante, el juez Castro obliga al interno a facilitar su lugar de residencia, y a comunicar al juzgado cualquier cambio al respecto, y le recuerda que, si deja de hacer efectivo el pago fraccionado de la responsabilidad civil, su libertad condicional sería revocada. Eso sí, acepta la «autotutela» del preso al contar «con medios provenientes de su actividad laboral», aunque se le realizará un seguimiento por los servicios sociales penitenciarios.

La cúpula de ETA expulsó a «Txelis» de la organización terrorista el 3 de septiembre de 1988 acusándole de «promocionar un claro intento de escisión». A principios de 1993, y tras un proceso de conversión religiosa, el ex dirigente etarra reclamó por escrito a sus ex compañeros el abandono de las armas.

Condenado por el asesinato de Broseta

Detenido el 29 de marzo de 1992 en Bidart (Francia) en la operación policial que desmanteló a la cúpula de ETA, «Txelis» fue condenado en el país vecino a diez años de cárcel y extraditado en 1999 a España, donde fue condenado a 30 años de prisión por ordenar el asesinato del catedrático Manuel Broseta en Valencia en 1992. Posteriormente, también fue condenado por varios delitos de amenazas.

Considerado uno de los «ideólogos» de la banda, sustituyó al frente del «aparato político» de ETA a Eugenio Etxebeste «Antxon» en 1986.

Aunque tras ser entregado a España reiteró su pertenencia a ETA, se fue alejando de la banda y llegó a criticar abiertamente a sus ex compañeros tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco. «La lucha armada de ETA está conociendo como nunca el desprestigio político y social», dijo.