PSOE

Los «apóstoles» de Pedro

Se ha rodeado de tres «círculos» de su máxima confianza, sin espacio para la disidencia. «Ha hecho una dirección a la rumana», dicen los críticos

Los «apóstoles» de Pedro
Los «apóstoles» de Pedrolarazon

Se ha rodeado de tres «círculos» de su máxima confianza, sin espacio para la disidencia. «Ha hecho una dirección a la rumana», dicen los críticos.

Ahora sí tiene equipo. La frase es unánime entre los leales a Pedro Sánchez, ahora premiados en la Ejecutiva Federal del PSOE entronizada por el XXXIX Congreso. «Es lógico, estuvieron a su lado cuando nadie daba un duro por él», admite un «barón» territorial ya aparcado de la dirección. Pero, ¿cómo es este nuevo Secretario General?. ¿Cómo ha logrado, contra todo pronóstico, desafiar al aparato y emerger de las cenizas?. ¿Cómo fueron sus días tras aquel fatídico uno de octubre? Todos cuantos han estado cerca de él coinciden: «Pedro ha madurado mucho a través de los golpes». Destacan su decepción cuándo se sintió traicionado por los más fieles, entre ellos sus dos manos derechas en el partido, César Luena, y en el Parlamento, Antonio Hernando. Cuentan que, tras unas semanas de estar «noqueado», Sánchez superó sus dudas, decidió lanzarse a la arena y dar la batalla. Entre quienes más le animaron su mujer, Begoña Gómez, y sus dos auténticos escuderos políticos, el valenciano José Luis Ábalos, y la asturiana Adriana Lastra.

Este renacido líder socialista ha formado una férrea guardia pretoriana que elimina divergencias y sorpresas. Para estos, es la garantía de contar con un equipo de fieles bien preparados. Justo lo contrario piensan los defenestrados. Aunque en privado, los «susanistas» andaluces y los «barones» excluidos lo definen claramente: «Ha hecho una dirección a la rumana». Ni siquiera ven el caso de Patxi López como un gesto de integración. Pero lo cierto es que Pedro Sánchez Pérez-Castejón se ha puesto el mundo por montera y sale de este Congreso como un líder sin oposición interna, libre de ataduras y con una aparente moderación que muchos no acaban de creer. «Tiene una actitud caudillista y si se acerca a Podemos se cargará definitivamente el partido», vaticinan sin piedad.

A lo largo de estos meses hasta las primarias ha contado con un núcleo duro conocido en Ferraz como «Los apóstoles de Pedro». En primer lugar está su familia, liderada por su mujer Begoña, sus padres y su hermano, que ejercen gran influencia sobre él. En el entorno político, casi en la sombra, destacan cuatro personas: Juan Manuel Serrano, Maritcha Ruiz, José Enrique Serrano y Miguel Ángel Simón. El primero es su jefe de gabinete desde que fue elegido por primera vez, un hombre extremadamente discreto, que nunca sale en las fotos alejado de focos mediáticos. «Juanma es su verdadero estado mayor, el que está siempre ahí cuando le necesita», dicen los «sanchistas». Es de una lealtad indiscutible y lleva toda la agenda del líder entre bambalinas como «ayuda de cámara».

Maritcha Ruiz es su jefa de prensa encargada de las relaciones con los medios de comunicación. Amiga personal de Pedro desde hace tiempo, asumió todo el poder en este área tras la salida de Verónica Fumaral. José Enrique Serrano es el eterno «fontanero» de todos los presidentes de Gobierno y líderes del PSOE, conoce como nadie los sótanos de La Moncloa, dónde trabajó a las órdenes de Felipe González y Rodríguez Zapatero, así como en Ferraz, con Pérez Rubalcaba. Muy sibilino, es el encargado de estrategia y preparación de discursos, junto con el catedrático de Ciencias Políticas Miguel Ángel Simón. En este círculo se integran también dos destacados «guerristas» de antaño: Manu Escudero, en el área económica, y José Félix Tezanos, en pensamiento e ideas. Muchos veteranos del partido critican su giro hacia el «sanchismo», máxime cuando Alfonso Guerra apoyó a Susana Díaz en su gran acto público en Sevilla.

Cristina Narbona y su marido, el ex ministro José Borrell, han sido determinantes en esta etapa. Son de los pocos que han hablado mucho con Pedro, quien ha escuchado sus consejos, junto con el primer secretario del PSC, Miguel Iceta, clave en la llamada cuestión catalana y en la entrada de socialistas de Cataluña en la Ejecutiva. Otros nombres muy cercanos al nuevo líder han sido el Alcalde de Valladolid, Óscar Puente, el andaluz Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, eterno adversario de Susana Díaz, y las diputadas Susana Sumelzo, Margarita Robles y Adriana Lastra. Las tres apoyaron desde siempre a Pedro Sánchez. La aragonesa tiene ya un puesto en la Ejecutiva Federal, y la magistrada Robles, como independiente, preside con gran profesionalidad la Comisión de Justicia del Congreso y Lastra será vicesecretaria general del partido.

Y aquí llegó con los votos de la militancia como nuevo y flamante secretario general del PSOE. Sus «apóstoles» afirman que ha ganado en madurez y aprendido mucho en este periodo de frustraciones políticas y personales. «Ha vencido la travesía del desierto». Insisten en que la paciencia es ahora su mejor virtud, frente a la precipitación y la ansiedad del poder a toda costa. El aparato «sanchista» percibe en sondeos internos un progresivo desgaste de Podemos, por lo que no quieren cometer errores acelerados. Dicen que ha visto varias veces dos películas emblemáticas, «El hombre de acero», y «Superman 2», todo un tratado de supervivencia. Los suyos le ven camino de Moncloa y los no tanto en manos de Podemos. Pero en su nuevo equipo le definen alejado de experimentos contra natura y recuerdan una frase que estos días les ha repetido: «Quiero ganar elecciones, no mociones».