Cataluña

Los asesores de Mas quieren que el Rey sea el jefe del «Estado catalán»

El Govern ha evitado las hostilidades con la Monarquía desde que puso en marcha el proceso soberanista

Mas, ayer, junto al Príncipe de Asturias y el ministro Soria en el Congreso de Móviles
Mas, ayer, junto al Príncipe de Asturias y el ministro Soria en el Congreso de Móvileslarazon

La hipotética Cataluña independiente, ¿sería una república o una monarquía? Los 14 expertos de Artur Mas integrados en el Consejo Asesor para la Transición Nacional (CTAN) trabajan en la definición de la futura forma de gobierno que debería tener el supuesto Estado catalán. Todavía no han finalizado sus conclusiones, pero fuentes gubernamentales aseguran que el informe final no descartará la opción de que Cataluña pueda convertirse en un Estado integrado en una suerte de «Commonwealth» a la española. Es decir, que del mismo modo que Australia o Canadá ofrecen una simbólica fidelidad a la Corona británica, la Cataluña independiente también podría hacerlo a la Corona española.

Desde que el Consejo Asesor para la Transición Nacional se puso en marcha para diseñar la Cataluña independiente hay una premisa que ha presidido sus informes: las relaciones con el Estado español deben ser «estrechísimas». Tan estrechas que incluso podrían compartir a un Borbón como jefe de Estado. Cabe recordar en este punto que el Príncipe de Asturias también lo es de Gerona y que el Govern siempre ha evitado criticar a la Casa Real.

De hecho, la Generalitat agradeció públicamente la presencia del jefe de la Casa Real, Rafael Spottorno, en la conferencia que Artur Mas pronunció hace unos meses en Madrid y a la que no acudió ningún miembro del Govern. «La Casa Real, a diferencia del resto de instituciones del Estado, al menos tuvo la delicadeza de escuchar las explicaciones del president», dijo el portavoz de la Generalitat, Francesc Homs.

Aunque al CTAN no le agrada que sus análisis sean considerados como meras especulaciones teóricas, es difícil escapar a esta apreciación. Basta con fijarse en alguno de los cinco informes publicados hasta ahora para comprobar la facilidad de los asesores de Mas para moverse en el terreno de la fabulación. Por ejemplo, el que define las relaciones de cooperación entre Cataluña y el Estado español sugiere la creación de un Consejo Ibérico, al estilo del «The Nordic Council» que formarían los cuatro Estados de la Península, es decir, España, Portugal, Cataluña y Andorra.

Y sigue definiendo una estructura de este Consejo Ibérico con tres órganos. El primero sería «un Consejo de Parlamentarios, representando a los respectivos parlamentos, en una proporción aproximada a la población de cada Estado».

El segundo se trataría de «un Consejo de Ministros orientado a la cooperación intergubernamental, constituido por los primeros ministros o presidentes de Gobierno de cada Estado, si bien en las sesiones ordinarias participaría el ministro para la Cooperación Ibérica de cada territorio». «La presidencia del Consejo de Ministros podría ser rotatoria», añade. Y el tercero consistiría en una Secretaría General de carácter permanente.

El Consejo catalano-español

La otra propuesta para fomentar la cooperación entre la Cataluña independiente y España consistiría en un Consejo catalano-español que se inspiraría en el Benelux y también en el British-Irish Council. En este caso, el CTAN también propone un Consejo de Ministros, constituido por ministros permanentes de cada país que se reunirían periódicamente, ocupando la presidencia de manera alternativa, una Asamblea Interparlamentaria de carácter consultivo, con diputados de ambos parlamentos, unas Comisiones Permanentes de Trabajo para cada uno de los grandes ámbitos

de actuación que se hubieran establecido en el Tratado, y una secretaría general.

La especulación también alcanza al mundo del fútbol. En este caso, los asesores de la Generalitat, «sin pretender entrar a prejuzgar decisiones que deberán tomar los clubes», afirman que «nada impediría, por ejemplo, que el FC Barcelona, el RCD Espanyol y los demás equipos que ahora participan en ligas españolas siguieran participando en la misma liga de fútbol profesional, como muy probablemente sería del interés de unos y otros».