PSOE

Los barones piden una legislatura corta y vetan a los secesionistas

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, antes de comparecer en Ferraz la pasada semana
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, antes de comparecer en Ferraz la pasada semanalarazon

La tensión en el PSOE aumenta a medida que se suceden los días y los acontecimientos. Los líderes de las federaciones críticas, convertidos desde hace meses en meros espectadores de un relato en el que no intervienen, alzan la voz con cierta periodicidad para mostrar su descontento por la deriva a la que la dirección socialista está sometiendo a las siglas del partido. Una deriva asociada a la falta de gobierno y el bloqueo que su líder ha instaurado para mantener vivas sus aspiraciones orgánicas e institucionales. Sin embargo, el prisma con el que se observa la escena desde los territorios les obliga a imprimir cierto pragmatismo y dejar a un lado lo puramente ideológico.

El presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, puso ayer letra a la música que suena en diversas esferas del PSOE, en las que se reclama que la legislatura eche a andar cuanto antes para que se acometan las reformas necesarias y se ponga en marcha la actividad del Gobierno. Puig abogó por que los partidos políticos pacten una legislatura más corta, de dos años en lugar de cuatro, que contemple un acuerdo básico de reformas determinadas para poder «desatascar» la situación de bloqueo que hay en España. El presidente valenciano puso en valor el hartazgo de los ciudadanos y señaló que en lugar de transmitir que son ellos los que tienen que cambiar de posición, volviendo a las urnas, deben ser los políticos quienes revisen sus posiciones intransigentes. En este sentido recuperó las palabras del ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero: «Pactar no es traicionar», en clara alusión al líder de su partido. «Soy partidario de que todos los líderes actúen con humildad, generosidad y pensando en los ciudadanos y no en ellos ni en sus partidos», defendió. Sin embargo, y tal como es habitual, Puig evitó pronunciarse abiertamente a favor de la abstención y, aunque dijo estar en contra de la repetición electoral, se preguntó por qué la «responsabilidad» se traslada únicamente al PSOE. «¿Por qué no se abstiene Podemos?», se cuestionó.

Más duro se mostró el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, el único que se ha mostrado públicamente a favor de la abstención y que lleva semanas demandando sin éxito la convocatoria de un Comité Federal. Vara, que reconoció que lleva meses sin hablar con Sánchez, criticó que en el PSOE actual se considere desleal a quien «no le toca las palmas al líder», porque a quien discrepa «se le corre a gorrazos». En una entrevista a Espejo Público en Antena 3 el presidente extremeño puntualizó que «el problema del PSOE no es que haya ahora mismo diferencias ideológicas», sino que son «diferencias entre los que tenemos responsabilidades de gobierno, porque hemos ganado unas elecciones, y los que no tienen responsabilidades de gobierno». Vara ya se da por satisfecho con que el Comité Federal se convoque, a principios de octubre, tras las elecciones vascas y gallegas, y descarta la recogida de firmas para forzarlo, porque –aunque reconoció que, «si nos ponemos, tenemos las firmas»– no le parece necesario llegar a ese extremo. Una vez convocado el cónclave, Vara propondrá iniciar un debate sobre el papel del PSOE para evitar unas terceras elecciones. Un camino que, a su juicio, no pasa por forjar alianzas con los partidos de corte independentista. Un postulado que se fijó en la resolución del 28 de diciembre y que, en su opinión, «no es revisable».

Madina, en segundo plano

En los comicios de junio, después de que las encuestas no lo viesen tan claro, el socialista Eduardo Madina logró su escaño. Pese a ello y a que llevaba tiempo tratando de buscar su sitio, el que fuera rival de Pedro Sánchez en las primarias de 2014 ha optado por no situarse entre la «cúpula socialista» de la Cámara Baja, aceptando únicamente ser vicepresidente de la Comisión de Exteriores y vocal en la de Cooperación.