Almería

Los barones «rebeldes» redoblan la presión sobre un Sánchez aislado

Felipe González elogia a C’s y dirigentes socialistas proponen una abstención negociada

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, durante sus vacaciones en Almería
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, durante sus vacaciones en Almeríalarazon

El anuncio realizado ayer por Rivera de las seis condiciones previas para sentarse a negociar con Rajoy aumenta la presión sobre el PSOE, sin cuya abstención el pacto de centro derecha que empieza a perfilarse en un futuro próximo quedará en papel mojado. Poco después de que terminara la rueda de prensa del líder de Ciudadanos en el Congreso, fuentes socialistas aseguraban respetar la postura adoptada por la formación naranja, pero reafirmaron que el PSOE seguirá fiel a su estrategia y en ningún caso entrerá a participar en las negociaciones. En declaraciones a Efe, las mismas fuentes pidieron además un «mínimo respeto» hacia la postura de Pedro Sánchez y que ni el PP ni Ciudadanos efectúen «injerencias» para cambiarla. «Es una negociación entre dos partidos en la que no vamos a entrar, aunque no la vamos a obstaculizar», dijeron. Hasta Felipe González, en declaraciones al diario «El País», elogió a Rivera y dijo que su decisión «era el primer acto de responsabilidad política desde las elecciones. Y es que parece evidente que Rivera puso ayer en marcha un mecanismo político que redoblará las presiones sobre Pedro Sánchez para que permita la abstención de al menos parte de sus diputados para que se cierre una etapa de bloqueo intitucional y político que dura ya 275 días. Por su parte, las baronías rebeldes del PSOE han recogido con alborozo el guante lanzado por Rivera... porque ha impactado directamente en el rostro de Sánchez. El previsible «sí» de Ciudadanos dejaría al secretario general en una posición incómoda. ¿Cómo oponerse a un Gobierno de casi 170 diputados con una exigua fuerza de justo la mitad? Difícilmente. Ahora, tal y como aseguraba una fuente de la Junta la semana pasada, desbloquear la situación no tiene por qué suponer darle «un cheque en blanco» a Mariano Rajoy sino una «abstención negociada». Esta postura mantenida por Susana Díaz desde diciembre no se ha movido ni un centímetro. El órdago de Rivera ha supuesto un alivio para los socialistas andaluces, temerosos de que Sánchez persistiese en la idea de provocar unas terceras elecciones. «Ahora lo tiene más difícil», decían ayer por la tarde desde la sede del partido. Desde el punto de vista táctico, el entorno de Susana Díaz explica además que esta abstención «no tiene por qué perjudicar al PSOE porque se va a escenificar un gobierno del PP con Ciudadanos que los socialistas permiten por sentido de la responsabilidad pero al que se opondrán como fuerza hegemónica de la izquierda».

Sánchez, de vacaciones en Almería

Pedro Sánchez ha vuelto a tomarse un descanso veraniego en plenas negociaciones de Gobierno. El destino elegido por el líder del Partido Socialista ha sido, de nuevo, Almería, donde ha disfrutado de un fin de semana de sol y playa junto a su mujer, Begoña Gómez, y sus hijas. No es la primera vez que Sánchez decide hacer una escapada desde las últimas elecciones generales; a principios de julio también pasó unos días en las playas de Mojácar. Además también asistió a los conciertos de Muse y la Habitación Roja en el FIB de Benicàssim.

Iglesias insiste en que «hay alternativa» a Rajoy y Rivera

El secretario general de Podemos, Pablo Igelsias, no se mostró ayer sorprendido por la estrategia de Ciudadanos e insistió a Pedro Sánchez: «Sigue siendo posible una alternativa». Así aludió en Twitter a la posibilidad de que el PSOE lidere con sus 85 escaños una coalición de perdedores que incluiría a Unidos Podemos. Por su parte, Echenique comentó: «Confirmado: Ciudadanos se ofrece a lavarle la cara al partido más corrupto de Europa. Ahora Rajoy sólo tiene que coger el jabón y la toalla».