Guardia Civil
Los guardias de Alsasua no pedirán ser trasladados
El teniente agredido tendrá que pasar de nuevo por el quirófano
El teniente agredido tendrá que pasar de nuevo por el quirófano
Ningún guardia civil de los destinados en el acuartelamiento de Alsasua, Navarra, ha pedido el traslado a otro lugar tras el intento de linchamiento del teniente, su novia; el sargento y su esposa, de este puesto, ocurrido en la madrugada del pasado sábado.
Según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto, la presión que sufren los miembros de la Benemérita y sus familias por parte de los habitantes de la localidad es algo que ocurre hace muchos años.
Para lo único que ha servido es para reafirmar la voluntad de servicio de los agentes al conjunto de los ciudadanos, agregaron.
Sin embargo, otras fuentes subrayan la necesidad de que este tipo de actuaciones contra las Fuerzas de Seguridad no queden impunes y sus autores sean castigados conforme a la legislación vigente.
Han recordado que la denuncia que fue presentada tras el escrache que un grupo de proetarras protagonizaron el pasado mes de junio ante el cuartel de la Benemérita de Oñate, en Guipúzcoa, no fue admitida y los autores quedaron impunes.
Entonces, los manifestantes llegaron a lanzar un bote de humo contra el citado cuartel dentro de los actos que habían convocado bajo el lema de «Fan Hemendik» («Fuera de aquí»).
Si actuaciones como éstas no son corregidas, se puede producir un envalentonamiento de los individuos pertenecientes a la izquierda abertzale, como ocurrió en Alsasua.
De la cobardía y saña con la que actuaron los agresores da fe el contenido de los partes médicos de lesiones que ha conocido LA RAZÓN.
El teniente tendrá que ser operado de nuevo para reconstruirle un labio que ahora lo lleva cosido con puntos. Sufrió fractura de peroné y maleolos.
A la mujer del sargento, que resultó policontusionado, se le ha puesto un collarín ya que sufrió «una contractura paravertebral a nivel cervical izquierdo y hematomas en el muslo izquierdo».
Por su parte, el ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, señaló ayer que la Guardia Civil seguirá en Navarra. En declaraciones a TVE, recordó que recientemente estuvo en Pamplona en un acto de la Benemérita y pudo comprobar el «calor popular» hacia este cuerpo.
Una constatación que ha subrayado ante los medios de comunicación en el Congreso, donde ha dejado claro que la Guardia Civil está en Navarra «para quedarse les guste o no».
«La inmensa mayoría de la sociedad navarra quiere a la Guardia Civil y ve en la Guardia Civil un garante de la seguridad y sus libertades».
A su juicio, la agresión a los agentes se produjo por el hecho de que eran funcionarios del Instituto Armado. En este sentido, advirtió de que los delitos de odio están en el punto de mira de la Unión Europea y que están tipificados en el Código Penal español, aunque «será una labor que va a durar muchos años».
El titular de Interior insistió en que si ETA se disuelve se podrá modificar la política penitenciaria para los reclusos de ETA; sin embargo, dejó claro que «el Estado no va a escenificar ninguna negociación porque no hay nada que negociar» con los terroristas.
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