Margallo sobre Podemos: «Esos tuits son intolerables y rozan claramente lo delictivo»

El ministo de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha vuelto a hacer referencia a la visita que realizará el secretario de Estado para Iberomérica, Jesús Gracia, a Caracas la semana que viene y ha ofrecido más detalles sobre cómo se gestó la visita, que calificó de «cortesía diplomática» con un país con el que España mantiene «relaciones perfectamente normales». «El secretario de Estado ha querido aprovechar una escala en Caracas de regreso desde Trinidad y Tobago para entrevistarse con su homólogo venezolano», ha dicho Margallo durante un desayuno informativo organizado por la Agencia EFE en São Paulo, Brasil, donde se encuentra de gira hasta el sábado.

«Es una práctica normal de cortesía diplomática solicitar entrevista con las autoridades que se visitan», ha asegurado el titular de Exteriores. «Y eso es lo que se hizo: el martes nuestro embajador se dirigió a la directora general de Europa para comunicarle la escala y su disponibilidad para entrevistarse con las autoridades venezolanas».

Preguntado sobre el momento actual en las relaciones entre ambos países, Margallo ha querido dar una imagen de normalidad en el que las pasadas tensiones se han dejado atrás definitivamente. «Este encuentro es práctica normal entre todos los países que tienen relaciones políticas perfectamente normales. Actualmente nuestro embajador está en Caracas y su embajador en Madrid, cosa que no ha sucedido siempre en los últimos momentos», ha dicho. El ministro español ha ofrecido, además, una reflexión contextalizando la relación con Venezuela en el marco general de America Latina: «Los asuntos con los países de Iberoamérica son asuntos de familia. Hay primos que te gustan más y primos que te gustan menos. Algunos se sienten más cerca de la Alianza del Pacífico, otros con el ALBA, pero lo que nos une es infinitamente más fuerte que lo que nos separa. Esto se llama, y los que estén casados me entenderan mejor, "tequetlear", es decir, hay que manejar la máquina de escribir con cierto tacto y, desde luego, con discrección», ha explicado.

Durante su intervención en el desayuno informativo, Margallo ha hablado de la actual situación económica de España, de las relaciones comerciales y de inversión con Brasil y de sus perspectivas de futuro. Asimismo, el titular de Exteriores ha sido preguntado por diversos asuntos de política interna de España, entre ellos la polémica desatada por los tuits de Guillermo Zapata, el concejal de Ahora Madrid en el consistorio de la capital. «Creo en la tolerancia como el valor supremo de la conviviencia política y, por tanto, siempre intento encontrar matices. Aquí no hay matices. Un tuit que dice que se pueden meter cinco millones de judíos en un cenicero es absolutamente intolerable y roza claramente lo delictivo». Para Margallo este tipo de sucesos «rompen todo los esquemas normales de la convivencia y recuerdan las expresiones más bárbaras de los años treinta».

Sobre los partidos emergentes y la posibilidad de que se conviertan en alternativas reales de gobierno, el titular de Exteriores ha afirmado que «tendremos que ir viendo cuáles son sus programas. Por Albert Rivera siento cierta simpatía porque ha defendido la unidad de España en Cataluña, lo cual es un mérito. Pero, claro, para subirse en el coche de alguien hay que ver si tiene motor, ruedas y, sobre todo, dónde quiere ir». En cuanto a las posibilidades de pactar con ellos en el futuro, Margallo se mostró abierto y cauto al mismo tiempo: «De hecho, estamos pactando con ellos. Ciudadanos no tiene posturas muy estridentes. Vamos a ver cómo sale eso...». Una opinión que no repitió en referencia a Podemos, ya que se desconoce «si seguirán decantándose o no hacia fórmulas más homologables con las sociedades occidentales. Las modelos que propone y los modelos exteriores en los que se basa no son especialmente alentadores».

En referencia a la remodelación del Gobierno anunciada por Rajoy, Margallo se ha definido como «marianista leninista». Ha afirmado que el presidente «ha demostrado ser capaz de manejar los tiempos» y ha dejado claro que nunca cometerá «el error de creer que entiende a Mariano Rajoy». El titular de Exteriores se mostró, asimismo, preocupado por la situación en CiU, un partido que a lo largo de la democracia ha mantenido «una postura centrada y ha sido capaz de pactar con unos y otros», pero que ahora es incapaz de «mantener su unión interna».