Caso Galván
Marruecos mezcló por error la lista de indultados con la de traslados
El embajador de España en Rabat, Alberto Navarro, confirmó ayer que el Gobierno no solicitó al rey de Marruecos, Mohamed VI, el indulto del pederasta Daniel Galván, sino su traslado un centro penitenciario español, en el que cumpliría el resto de su condena.
Navarro explicó que su embajada envió al Gobierno del país magrebí dos listas distintas e independientes: una con el nombre de 18 presos para los que se solicitaba el indulto y, aparte, otra con otros 30 reclusos para los que se pedía su traslado a cárceles españolas, en la que figuraba Galván. El contenido de ambos escritos fue mezclado en algún momento del proceso y todos los reos, incluído el pederasta español liberado, fueron indultados a través de una orden firmada por Mohamed VI, que posteriormente fue revocada.
La reacción del monarca alauí, tras el escándalo suscitado, fue tajante: destitución fulminante del director de la Administración Penitenciaria, Hafid Benhachem, a quien se responsabiliza directamente del error. Esta decisión la dio a conocer a través de un comunicado oficial emitido ayer por el Gabinete Real de Marruecos.
En tres días, informa Efe, el Gabinete Real ha salido en tres ocasiones a la palestra para retractarse de sus decisiones y anunciar las primeras sanciones, después de que una oleada de indignación haya recorrido el país, poniendo en entredicho una decisión del monarca alauita. En el comunicado de ayer, la Casa Real recordó que el monarca «reafirma su constante e infatigable compromiso con la protección de la infancia y su pleno respeto a las disposiciones del Estado de Derecho».
De este modo, Mohamed VI parece atajar el mayor escándalo de sus catorce años de reinado, que ha suscitado una oleada de protestas y dos comunicados de la Casa Real sin precedentes en la historia: uno el sábado para reconocer que había firmado un indulto por error, y otro el domingo para revocar su propia decisión.
Un hombre polémico
Queda por saber si el cese de Benhachem, un hombre polémico enfrentado a los grupos de defensa de derechos humanos, aplacará la indignación popular en un país donde los delitos de pederastia están entre los más odiados por la sociedad. La puesta en libertad de Galván generó una gran indignación entre los marroquíes, que se manifestaron enérgicamente en contra de la medida.
El malestar social originado por la decisión de excarcelar a un hombre que declaró públicamente que había elegido Marruecos para abusar sexualmente de niños porque allí «no cuesta caro» hacerlo, fue una de las causas principales que han conseguido que el monarca marroquí dé marcha atrás en su decisión.
Todo esto ocurría tras la visita del rey Don Juan Carlos, en la que se interesó por los reclusos españoles y en la que pidió el traslado a España de Antonio García Vidriel, de 58 años y enfermo del corazón, que cumplía condena por tráfico de hachís.
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