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"Caso Koldo"

Más de 600 millones en adjudicaciones de Adif y Carreteras señalados por "mordidas"

Las empresas beneficiarias son siempre las mismas: Acciona, Levantina y Obras Públicas y Regadíos. Pardo de Vera y Herrero habrían ayudado a asegurar las comisiones

MADRID, 05/03/2025.- La ex presidenta de ADIF Isabel Pardo de Vera a su llegada al Tribunal Supremo en Madrid donde el juez que investiga el caso Koldo toma declaración este miércoles a varios testigos. Efe

El Tribunal Supremo ve «indicios consistentes» de que tanto Isabel Pardo de Vera, siendo presidenta de Adif, como Javier Herrero, cuando era director general de Carreteras, habrían participado en el amaño de la adjudicación de una serie de obras públicas que fueron a parar a determinadas empresas.

A cambio, estas constructoras presuntamente pagaron «mordidas» al entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y a su mano derecha, Koldo García, como dos de los principales miembros de la «trama Koldo».

El magistrado Leopoldo Puente detalla en el auto conocido ayer que Pardo de Vera y Herrero habrían ayudado a Ábalos y, por extensión, a su asesor Koldo, a asegurar el destino de once licitaciones millonarias de la administradora pública de infraestructuras ferroviarias y de Carreteras.

En consecuencia, el juez reclamó a Adif la entrega, en un plazo de 15 días, de toda la documentación sobre unas actuaciones en infraestructuras ferroviarias, que rozan, en conjunto, los 342 millones de euros de dinero público.

Pero los acontecimientos se precipitaron ayer y fue la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil la que acudió personalmente a registrar las oficinas de Adif en busca de los papeles solicitados.

Lo mismo ocurrió con la dirección general del Ministerio de Transportes, donde también la Guardia Civil fue a recabar los expedientes de seis obras en vías de todo el país y que suman 350 millones de euros del erario público adscrito al citado ministerio.

Respecto a las de Adif, en primer lugar, el instructor del «caso Koldo» pone el foco en la integración del ferrocarril en la localidad barcelonesa de Sant Feliu de Llobregat. Para su ejecución fue elegida Acciona y se le pagaron 62 millones de euros.

La siguiente de la lista es una obra para realizar un soterramiento en el barrio de Santiago El Mayor de Murcia, que también se llevó Acciona, pero formando una Unidad Temporal de Empresas (UTE) con Ferrovial. El importe fue, en este caso, de 158 millones que salieron de fondos estatales.

Otra de las adjudicaciones en que habría comisiones ilegales de por medio también fue entregada a la citada UTE de Acciona y Ferrovial para llevar a cabo trabajos en Murcia.

Adif licitó la construcción de una plataforma en el corredor mediterráneo, específicamente en el tramo que va de Pulpí a Vera, en el camino de Murcia a Alicante, y por valor de 121 millones.

El cuarto contrato investigado versa sobre unas actuaciones en el tramo que va de la localidad lucense de Monforte a la capital, que se entregó a la UTE que conformaron Obras Públicas y Regadíos y ASCH Infraestructuras. Se da la casualidad de que la que era presidenta del ente estatal, Pardo de Vera, es natural de Lugo.

La última de las cinco obras que analiza ahora el Supremo fue tramitada como «de emergencia», y afecta a una línea vial de Asturias, por un importe de casi medio millón de euros. Levantina fue la adjudicataria elegida.

En cuanto al segundo grupo de las que dio Carreteras, las licitaciones bajo sospecha son, para empezar, una que el departamento de Herrero concedió a Acciona en UTE junto a Aquaterra, en la que medió un presupuesto superior a los 92 millones de euros, para unos trabajos en la autovía A-68, a la altura de la capital riojana de La Rioja.

En otra de las investigadas, de nuevo, se le dio un encargo a Acciona (formando unión con Tecade y Freyssinet) para que, a cambio de100 millones de euros, actuase en un puente de la autovía sevillana SE-30.

El listado de contrataciones públicas que rastrea el alto tribunal de Carreteras lo completan dos en el norte del país. Una, en Galicia, para llevar a cabo trabajos en la A-12, en la que la mercantil agraciada fueron (en UTE) Levantina, Ortiz Construcciones y Proyectos, Ingeniería y Construcción y Torrescamara. Se desembolsaron desde la Administración casi 72 millones y medio de euros.

La otra, una adjudicación a ejecutar en Asturias, que se dio a Obras Públicas Regadíos y a Construcciones Pérez Jiménez, supuso una inversión de siete millones para mejorar la A-63.

También figura una obra de conservación de unas carreteras de la provincia aragonesa de Teruel, a lo que se dedicaron 5 millones y medio de euros que fueron a parar, otra vez, a Levantina en colaboración con Marco Infraestructuras y Medio Ambiente.

El último de los encargos públicos que licitó Carreteras, con Herrero al frente, y en los que la Justicia escarba, se refiere a unas vías de circulación situadas en Úbeda (Jaén) que acabaron en manos de Obras Públicas y Regadíos. Se le pagaron más de 70 millones.