El desafío independentista

Mas lanza una ofensiva para ganar soberanistas

El sorteo de la lotería navideña de la Grossa volvió a ser escenario de la utilización de niños para lanzar consignas independentistas.
El sorteo de la lotería navideña de la Grossa volvió a ser escenario de la utilización de niños para lanzar consignas independentistas.larazon

Aunque fuera de los focos, en los pasillos del Parlament de Cataluña y del Congreso, cada vez hay más dudas de que el próximo 9 de noviembre no va a celebrarse ninguna consulta; todos los partidos han puesto en marcha sus respectivas maquinarias propagandísticas para ganar adeptos al «sí» o al «no» a la independencia. En marzo del año pasado, CDC estrenó una campaña para explicar que sólo la independencia garantiza «un futuro mejor». Empezó en Pallejà, para intentar seducir al Baix Llobregat, último bastión socialista, con una charla de su líder: Artur Mas. El president de la Generalitat dijo entonces que, si lograba convencer al Baix Llobregat de que la independencia es la mejor garantía de futuro para Cataluña, tenía el «sí» ganado. Pero el PP y el PSC contraatacaron con sendas campañas a favor del «no».

Un año después, con la fecha –9 de noviembre– y la pregunta pactada –«¿quiere que Cataluña sea un estado?», y en caso de responder «sí», «¿quiere que Cataluña sea un estado independiente?»–, el partido de Mas redobla su ofensiva para ganar adeptos. CDC lanzará a mediados de este mes una campaña a favor del «triple sí»: «sí» a poder votar, «sí» a favor de un estado propio y «sí» a la independencia de Cataluña.

El secretario de organización de Convergència, Josep Rull, detalló en una entrevista con la agencia Efe que la campaña se estrenará con un gran acto público que «todavía se está perfilando». Para contrarrestar el discurso con el que el PP divulga el «no», inspirado en la estrategia de los unionistas británicos, CDC también tirará de «pedagogía». Intentará «demostrar» que se han agotado las vías de encajar Cataluña en España. Y lo hará, según asegura Rull, «desde la más absoluta buena fe», con la idea de combatir la política del miedo y los argumentos que buscan «asustar» a los catalanes sobre los males de la independencia.

CDC desplegará un abanico de argumentos dirigidos a evidenciar los intentos fallidos de Cataluña para encontrar un encaje dentro de España. Hará hincapié en momentos clave de la historia reciente, como el intento fallido de renovar el Estatut, que pese a ser refrendado por los catalanes, fue recurrido por el PP y recortado por el Tribunal Constitucional.

Rull, ideólogo de la campaña, subrayó que con esta ofensiva, el partido pretende «ensanchar» el 70 por ciento de los catalanes favorables a la consulta, según apuntan sondeos como el del Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalitat. Se entretendrán en explicar que «el derecho a decidir no sólo es un derecho, sino que acaba siendo también una obligación» y que «la necesidad de construir un estado es para CDC, como responsable del Govern, una auténtica responsabilidad». La campaña también pretende aumentar complicidades en España y el extranjero.