Mas sigue su hoja de ruta y espera convencer a Junqueras

CiU y ERC acarician desde hace días un pacto de legislatura, pero de momento no hay manera de cerrarlo, porque persiste cierta desconfianza entre ambas partes y porque hay temas, como la fecha de la consulta, que continúan generando división. Pese a todo, los negociadores –de ambos colores– se muestran confiados en que habrá fumata blanca. La pregunta es cuándo y aquí la respuesta es diferente. «Confío en que podamos cerrar el acuerdo esta semana», afirmó ayer uno de los negociadores más destacados de CiU a este diario. En la misma línea se manifestó el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, que explicó el calendario que tiene en mente. «Trabajamos para intentar que haya investidura antes de Navidad, pero veremos si es posible o no», explicó Duran. Según los negociadores de CiU, únicamente quedan «algunos flecos» por resolver, y por eso están convencidos de que el pacto se puede concretar en breve. Los convergentes son los que tienen más prisas y los republicanos están decididos a jugar con esta urgencia para lograr un acuerdo más favorable a sus intereses. Según la secretaria general de ERC, Marta Rovira, el acuerdo con CiU es factible porque cada día hay menos distancias. Dicho esto, la dirigente de Esquerra avisó de que en su formación no hay ninguna cuenta atrás activada. «No queremos que el factor tiempo impida un acuerdo sólido y solvente», sostuvo Rovira. De entrada, los republicanos tienen claro que hay tiempo hasta elpróximo 3 de enero para convocar el Pleno de investidura en el Parlament y, por lo que parece, no le molestan lo más mínimo las críticas de PP y PSC, que ayer deploraron que Cataluña continúe sin gobierno porque CiU y ERC siguen inmersos en su negociación. «Después de unas elecciones que nadie entendió, la política catalana no puede continuar parada por más tiempo», afirmó la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, que urgió el debate de investidura esta misma semana. Por su parte, el líder del PSC, Pere Navarro, reclamó que se concrete un gobierno fuerte, aunque manifestó sus serias dudas sobre que esto acabe siendo así. Los republicanos incluso se plantean investir a Mas sin haber rubricado el pacto de legislatura, pero CiU prefiere no contemplar seriamente esa opción porque no quieren debilitar todavía más al presidente de la Generalitat y verlo arrancar sin la estabilidad parlamentaria garantizada. Así las cosas, CiU parece condenada a acabar cediendo con la fecha de la consulta e incluso con la hoja de ruta para celebrarla.