Gobierno de España

Méndez de Vigo, un amigo del presidente, la voz de la nueva etapa

Íñigo Méndez de Vigo / Ministro de Educación, Cultura, Deporte y Portavoz. Ha sido la sorpresa de los nombramientos. No tendrá un perfil agresivo sino dialogante. Educación será su talón de Aquiles

Íñigo Méndez de Vigo
Íñigo Méndez de Vigolarazon

Ha sido la sorpresa de los nombramientos. No tendrá un perfil agresivo sino dialogante. Educación será su talón de Aquiles

Íñigo Méndez de Vigo (21 de enero de 1956, Tetuán), europeísta, conciliador, dialogante, amable, culto y aristócrata (barón de Claret), el 25 de junio de 2015 recibió la «primera» llamada de Mariano Rajoy para regoger la cartera incandescente de José Ignacio Wertz (Educación, Cultura y Deporte) y el 3 de noviembre de 2016, la «segunda», para ratificarle en el cargo que durante 16 meses desempeñó –diez de ellos como ministro en funciones– sin generar controversias ni incendios, y añadir a su impecable hoja de servicios una responsabilidad más: la portavocía del Gobierno.

El 4 de noviembre de 1936, Carlos Esplá Rizo fue nombrado por Francisco Largo Caballero ministro de Propaganda, un avance de lo que muchos años después, con las aguas en calma y la democracia consolidada, desembocaría en Portavoz del Gobierno con el rango de ministerio que en 1988 le otorgó Felipe González, y fue Rosa Conde, durante un lustro, la primera ministra (1988-1993). Como ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba asumió también las funciones de su antecesora. Le sucedieron en los diversos gabinetes Josep Piqué, Pío Cabanillas Alonso, Mariano Rajoy, Eduardo Zaplana, María Teresa Fernández de la Vega, de nuevo Rubalcaba, José Blanco y, desde el primer mandato de Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidente primera, ministra de Presidencia y Portavoz.

Con este nombramiento, Méndez de Vigo adquiere más peso en el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy y una responsabilidad aún mayor. Sucede en la misión de informar sobre la política y las decisiones del ejecutivo a Sáenz de Santamaría. Y continúa con la cartera tripartita de Educación, Cultura y Deporte.

Se enfrenta a nuevas batallas, como los deberes de los alumnos en los colegios públicos; otras viejas, como el IVA cultural, y una perenne, como el conflicto entre el Consejo Superior de Deportes y la Real Federación Española de Fútbol: Cardenal y Villar.

Al nuevo superministro le gusta la música clásica, la lectura y la escritura, pasiones heredadas de su abuela Carmen de Icaza, y le ha atrapado el deporte. Es mucho más de baloncesto que de fútbol, y más aún de las carreras de caballos. De pequeño seguía al Real Zaragoza, por los «Cinco magníficos»; después le encandiló la Real Sociedad. En el último año y medio, desde su miniesterio, se ha volcado con el deporte femenino. Su apoyo es incondicional y su implicación, absoluta. Mantiene buenas relaciones con todos los demás deportes. Estuvo en los Juegos de Río, acompañado por el embajador de España en Brasil. Disfrutó como un aficionado. Se mezcló con los deportistas, con los presidentes de federaciones, les aplaudió y les escuchó, y fue un cliente más de la Casa de España. No se concedía más deleite que, en uno de los pocos momentos de tranquilidad que permitía el trasiego de competiciones, que fumarse un puro en la terraza del local. Era uno más de la delegación española y supo granjearse las simpatías de todo el mundo.

El problema deportivo se le presenta, más allá de la crisis que ha cortado drásticamente el suministro público a las federaciones, con el CSD y la RFEF, con Cardenal y Villar. Sobre el futuro del primero puede decidir él, y no está tan claro que lo vaya a mantener por los desencuentros de Río; en el porvenir del segundo no puede intervenir, son los presidentes federativos quienes tienen la potestad de elegir, y los juzgados, donde subyace el conflicto, los que determinarán si Villar puede optar a la reelección.

Íñigo Méndez de Vigo, un hombre de buen trato, cercano, educado, políglota (habla alemán, inglés y francés, idiomas que estudió en el Colegio Alemán de Madrid, en el British Institute School y en la Academie Française) es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense (1978) y Letrado en Cortes; catedrático Jean Monnet Ad Honorem, presidente del Colegio de Europa y ha sido deputado del Parlamento Europeo (1992-2011)y secretario de Estado para la Unión Europea (2011-2015) hasta que Mariano Rajoy le reclamó para su Gobierno.

Los retos

- Pacto nacional

El objetivo es conseguir una Ley educativa que cuente con el consenso del PSOE y Ciudadanos.

- Reforma de la Lomce

La única Ley de Educación del PP volverá a ser revisada para tratar de conseguir más acuerdo.

- Reducir Iva cultural

Además de este reto está el de aprobar una Ley de Mecenazgo y desgravaciones ficales.

- Propiedad intelectual

Reforma de la Ley de Propiedad Intelectual y creación de un estatuto del artista.

- Recuperar

El deporte español necesita recuperar las inversiones públicas de antes de la crisis para sobrevivir.

Emparentado con la familia real

Íñigo Méndez de Vigo, casado desde 1985 con María Pérez de Herrasti y Urquijo, es hijo del teniente coronel Íñigo Méndez de Vigo y del Arco y de Paloma de Montojo e Icaza, II condesa de Areny. Es descendiente directo de la reina regente María Cristina de Borbón. Su esposa es prima del ex ministro de Defensa Pedro Morenés y del empresario Borja Prado, presidente de Endesa. Llegó con Marcelino Oreja al Consejo de Europa en 1984 y al Parlamento Europeo, en 1992. Ganó el premio de Periodismo Salvador de Madariaga en 1999 y milita en el PP desde su refundación en 1989.