...mientras ERC reserva un millón de euros para la consulta

La nueva fricción surgida en torno al PDECAT, y por lo tanto, con afectaciones directas a la coalición de Junts pel Sí –compuesta por los ex convergentes y ERC– que gobierna la Generalitat, ha cogido a los republicanos pertrechándose con recursos económicos para el referéndum de autodeterminación. Según explicó ayer el líder de ERC y vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras, su partido ya ha reservado un millón de euros en su presupuesto interno para la campaña de la consulta prevista para septiembre de 2017.

Más allá de que sea o no un gesto de cara a la galería, lo que sí quiso hacer Junqueras fue marcar perfil propio. El dirigente republicano desautorizó a Mercè Conesa y subrayó: «Nosotros sí que estamos convencidos de que haremos este referéndum». Asimismo, reivindicó las bondades de su partido: «Somos serios y rigurosos», al referirse a esta reserva de fondos para la campaña de la consulta e insistió en su convencimiento: «Estamos por la labor».

De esta forma, implícitamente, abundó en las reprimendas que lanzó también la CUP al PDECAT. Los anticapitalistas mandaron un «mensaje claro» a los ex convergentes instándoles a que «dejen de poner en duda y vincular los presupuestos al referéndum». «Que dejen de devaluar la consulta, que no nos la podemos cargar entre nosotros» continuaron los cuperos.

Tras estos reproches, la CUP informó de que su Consejo Político y su Grupo de Acción Parlamentaria decidirán el próximo 28 de enero si aprueban los presupuestos. Y es que estas tiranteces han llegado en la fase decisiva de la tramitación de las cuentas de 2017, que si no salen adelante, provocaría la convocatoria de elecciones. No obstante, los anticapitalistas no lo pondrán fácil, y exigen para finales de enero que el referéndum esté ya encaminado con «dotaciones técnicas, legislativas y presupuestarias».