Cesiones al independentismo

Miles de ciudadanos claman en Madrid contra Sánchez al grito de: "¡Puigdemont, a prisión!"

Cuando apenas faltan 48 horas para que el Congreso apruebe la polémica ley de amnistía, el PP lanza un duro ataque contra quienes "venden a España"

Un "logro histórico". Así han definido desde el PP la manifestación de este domingo en Madrid contra los pactos de despacho y sin taquígrafos del Ejecutivo con los independentistas. Una convocatoria a la que han asistido más de 70.000 personas, según marcaban desde esta formación. Algo menos, 45.000 asistentes, señalaban desde la Delegación del Gobierno. Una guerra de cifras ya sabida, pues se trata de su cuarta movilización que los de Feijóo realizan desde el pasado otoño contra esta norma. La más multitudinaria se llevó a cabo el pasado 18 de noviembre, en la que se salieron a la calle unas 170.000 personas, y eso con datos de la Delegación de Gobierno.

.La convocatoria de este domingo ha llegado cuando apenas quedan 48 horas para que la ley de amnistía pase su trámite final en el Congreso de los Diputados y ha servido para sentar las bases futuras y cargar contra quienes "venden a España", ya que, a estas alturas, nada se puede hacer para frenar al Ejecutivo y sus socios. Pero eso no hizo que el ánimo decayese, lejos de eso durante toda la mañana se corearon los típicos cánticos de "¡Puigdemont, a prisión!", "no a la amnistía" o "España, unida, jamás será vencida".

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, cargaron su artillería contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al que acusaron de "venderse él, vender al PSOE y vender a España" por "codicia" y con el único objetivo de mantenerse en la Presidencia del Gobierno.

No fueron los únicos asistentes, ya que fue toda la plana mayor del PP. En primera línea podía verse a los expresidentes del Gobierno José María Aznar y Mariano Rajoy. También acudió la mayoría de barones territoriales del PP, entre ellos, la citada Isabel Díaz Ayuso, Juanma Moreno, Carlos Mazón, Marga Prohens, Jorge Azcón, María Guardiola o Fernando López-Miras.

"Venderse él, vender al PSOE y vender a España"

El discurso del líder del PP ha estado lleno de reproches y ataques contra un Ejecutivo que no piensa en los ciudadanos y contra un presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que "pasará a la historia por sus mentiras, por su codicia. Por venderse él, por vender al PSOE y por vender a España". Y es que a tan solo dos días de que la polémica ley de amnistía sea aprobada, Feijóo ha insistido en que "ningún español, vote lo que vote, merece la condena de la miseria política, económica y moral". Asimismo, ha asegurado que tarde o temprano van a restituir la igualdad real entre ciudadanos. Una igualdad que pasar por "cambiar una España que quieren someter a los intereses de una sola persona (Carles Puigdemont) por otra que contemple el sentir mayoritaro".

Así, entre cánticos de "¡España unida, jamás será vencida!", el líder del PP afianzaba su discurso. "Que no nos gobiernen las minorías, que no nos mientan en la cara todos los días. Todos los españoles tenemos derecho a decidir nuestro futuro", aseveraba Núñez Feijóo, tras echar en cara al Gobierno que se venda a unos pocos. En esta línea, su discurso fue creciendo: "Son capaces de cualquier cosa. Querrán dividirnos, pagarán lo que sea necesario, nos insultarán, manipularán (...). pero ni con todas sus malas artes van a evitar lo que merecen que les caiga encima".

También Díaz Ayuso se mostró dura contra el jefe del Ejecutivo: "Así es Sánchez, criminaliza la vida normal y normaliza el crimen porque pactan con el crimen". Y afirmó que "el muro de Sánchez es un muro que crece a medida que empequeñece su proyecto". Sin olvidar, según la presidenta madrileña, la marcha del partido socialista de "intelectuales y de candidatos que ganan elecciones". También ha hecho hincapié en que Sánchez apuesta por "la inversión de valores, la cultura de la mentira, del caradura y del pillaje" y ha criticado que se habla de un "terrorismo bueno" porque se quiere confundir "el vandalismo con terrorismo".