Aniversario
Talarn, los militares españoles a los que sí quiere el independentismo catalán
La Academia General Básica de Talarn cumple 50 años formando suboficiales y ejerciendo de motor económico en una comarca leridana de marcada tradición separatista
La Academia General Básica de Suboficiales (AGBS), creada el 31 de mayo de 1974, está situada a unos centenares de metros de la pequeña población de Talarn. Apenas tiene 600 habitantes, solo un par de restaurantes para turistas y ni una farmacia ni supermercado. Eso sí, está muy cerca de Tremp, la capital de la comarca del Pallars Jussà, en los Prepirineos catalanes. Temperaturas frías en invierno y calurosas en verano que van bien para el principal objetivo de las instalaciones: la formación militar.
La Academia celebra este año nada menos que su 50 aniversario con una serie de actividades. El acto central será el 5 de julio, cuando tendrá lugar la tradicional entrega de despachos a los nuevos sargentos, la 49ª promoción del centro de formación militar. El Rey presidirá la ceremonia y en la víspera habrá un concierto de una unidad de música militar.
El Monarca acudió a Talarn por última vez en 2022 y miembros de la Familia Real suelen presidir la ceremonia cada dos años. La respuesta que recibirá del territorio este año es aún una incógnita, aunque, en líneas generales, la Academia goza de una sorprendente buena acogida entre políticos y vecinos de la zona. Algo que tiene mérito en una comarca de tradición muy separatista y también republicana.
La Academia se estableció en el campamento General Martín Alonso, en Tremp, de donde, en colaboración con las academias especiales del Ejército de Tierra, salen año tras año promociones de suboficiales, militares con cualidades profesionales y humanas, reconocidos en el ámbito nacional e internacional. La enseñanza impartida tiene un enfoque integral, incluyendo formación militar y técnica, esta última en el marco de un grado superior de Formación Profesional.
La abolición del Servicio Militar Obligatorio cambió las cosas y la actividad en el centro: se dio paso a un Ejército con menos personal pero con mayor tecnificación y necesidad de formación. Ejemplo de ello es el hecho de que las maniobras en Talarn incluyen hoy en día ejercicios que simulan condiciones de guerra nuclear, química o bacteriológica.
Pero destaca sobre todo el peso social y económico de la Academia en la zona, el cual resulta más que significativo. Entre 2012 y 2013, el Gobierno del PP se planteó incluso su clausura, pero la reacción ciudadana fue sorprendente y más que bienvenida. La amenaza de cierre provocó la movilización de vecinos, ayuntamientos e instituciones de la comarca y de la provincia en favor de la continuidad del centro de formación militar. No en vano, se había consolidado como un motor económico del Pallars Jussà. La Cámara de Comercio de Lérida calculó el impacto económico de clausurarla en 28 millones al año.
Además de emplear a civiles, alumnos y docentes, supone ingresos en sectores como el inmobiliario (con el alquiler de pisos a militares y sus familias) y la hostelería, entre otros. En junio de 2013, el Ministerio de Defensa confirmó que Talarn quedaría fuera de los recortes y la Academia tomó un nuevo rumbo para asegurarse actividad la mayor parte del año. Desde entonces, imparte cursos de idiomas y para acceder al rango de brigada y sargento mayor, y también es escenario de maniobras. Así, reúne cada año a más de un millar de militares.
Para comprender la importancia de la Academia en la población solo hace falta recordar unas palabras de Lluís Oliva, exalcalde de Talarn (ERC): «No solo para el pueblo de Talarn, sino para toda la comarca del Pallars Jussà, es más que una actividad económica, es una de las piezas de la comarca a nivel social. La pérdida de esta Academia podría suponer una desvinculación de muchas familias. Perder la Academia supondría una desvertebración social importante. Hay muchos arraigos que, durante todos estos años, una institución como la Academia ha creado en el territorio. El hecho de su desaparición conllevaría unas fuertes connotaciones sociales». La plataforma «Sí a la Academia de Talarn», creada en 2012 ante las dudas del Gobierno, fue una manera de unir diferentes movimientos en defensa de la Academia. «A través de ella se consiguió tener un punto donde la gente puede expresar su deseo de continuidad de la AGBS. Si se desmantelase, la comarca se encontraría en una dificultad social porque de ella dependen muchas familias», añadió.
El actual alcalde de Talarn, Àlex García, recuerda que personas que acudieron a estudiar o trabajar allí «han acabado estableciéndose y formando familias».
Por su parte, el Ayuntamiento de Tremp retomó una antigua reivindicación ante Defensa: dotar a la Academia de cursos de especialización, como los que imparten otros centros de formación militar en España y cuyas titulaciones se equiparan a grados de FP.
El Consistorio, ahora en manos socialistas, pretende así asegurar una actividad mayor y más estable en la Academia, al considerar que beneficiaría a la economía de la comarca. De hecho, Tremp cuenta desde 1998 con una calle en su honor.
Hoy, 50 años después, los nuevos aspirantes a sargento cursan los primeros cuatro meses de su formación en Talarn. Ellos son una rara excepción en Cataluña: los únicos militares a los que el independentismo no rechaza.
«Nuestros suboficiales gozan de prestigio internacional»
El suboficial mayor Deogracias Aroca Fuentes se muestra muy agradecido con los vecinos de Talarn y Tremp: «La relación con ellos es excelente»
-¿Cuál es la valoración del 50 aniversario de la Academia?
La valoración es muy positiva. La Academia fue creada para que los cuadros de mando de unidades elementales de Armas y Servicios estuvieran constituidos por personal de edad y conocimientos adecuados al cumplimiento de su misión. La mejor prueba de que se ha conseguido es el prestigio de nuestros suboficiales en el ámbito internacional, tanto en cuarteles generales como en operaciones, encuadrados en fuerzas españolas o multinacionales. En cuanto a la creación de un «espíritu de la Básica», estamos teniendo buena muestra de su fortaleza en la repercusión de los actos de este aniversario que se están desarrollando por España.
-¿Cuáles son las funciones de la Academia General Básica de Suboficiales?
Su cometido principal, como Academia General, es la formación de los futuros sargentos del Ejército de Tierra. Para ello realizan aquí un periodo de formación general militar común de cuatro meses al principio de su primer curso. Y luego regresan al final de su tercer año de carrera para llevar a cabo un ejercicio interarmas y la entrega de los Reales Despachos. Hasta la fecha, han recibido sus reales despachos de sargento un total de 48 promociones, lo que supone más de 32.000 efectivos. Tras diversas modificaciones en los planes de estudios a lo largo de estos 50 años de existencia, la AGBS, ha sabido adaptarse a los cambios y a partir de la XXXIX promoción, en el año 2012, se implantó el sistema vigente de enseñanza, en el que se proporcionan una formación integral cuyos pilares son la formación intelectual, física y en valores, simultáneamente con un Título de Técnico Superior del sistema educativo general. La formación impartida tiene un enfoque integral, incluyendo formación militar y técnica, esta última en el marco de un grado superior de Formación Profesional, siendo la formación moral el pilar fundamental del conjunto y que podemos considerar recogida en su lema: «A España servir hasta morir».
-¿Cómo es la relación con el pueblo y los vecinos?
La relación con los ciudadanos de la comarca del Pallars Jussá es excelente, sobre todo con los núcleos de población más próximos, como Talarn y Tremp. Como muestra de ello, están los siguientes hechos: las dos banderas que ha tenido el Centro fueron sufragadas y donadas por los vecinos de la ciudad de Tremp. La primera se entregó en 1975, actuando como madrina la entonces Princesa Doña Sofía. La segunda, adaptada a las modificaciones introducidas en el Escudo Nacional, fue donada igualmente en el año 1984. El Centro también fue distinguido con la Medalla de Oro de Tremp en el año 1988. Y, además, hay una calle en dicha localidad que se llama «Carrer Academia General Básica de Suboficiales».
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