Juan Carlos Monedero, cofundador de Podemos, se niega a ser apartado de forma definitiva de la vida política tras las acusaciones procedentes de mujeres de la formación morada en las que le señalan por haber cometido, presuntamente, agresiones sexuales contra varias de ellas.

Sin embargo, Monedero ha decidido tirar de la manta y ahora amenaza con difundir varios pantallazos de conversaciones con el que fuese secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y la ahora eurodiputada, Irene Montero, a los que tilda de "mentirosos". Unos mensajes que desmontarían su versión de los hechos sobre las tensiones entre el partido y él tras la primavera de 2023.

El politólogo habría mandado diversos mensajes a personas de su círculo político en los que advertiría poseer tales capturas de pantalla que desmontarían la versión de la dirección de Podemos sobre el relato que la formación está construyendo en torno a los supuestos escándalos sexuales que lo involucran, según confirma el Diario ABC.

"Monedero ha recordado a su entorno que tiene unos chats, de los que ha hecho pantallazos, que demuestran que lo que cuenta Podemos es mentira. Que a él le apartan porque tendía a que hubiera puentes entre Podemos y Sumar, que era un problema político y no de denuncias de índole sexual", aseguró anoche el periodista Javier Chicote, en un programa de televisión.

Monedero asegura que Ione Belarra miente

El aliciente que hizo estallar a Monedero fueron las declaraciones realizadas por la actual secretaria general de Podemos, Ione Belarra, la pasada semana cuando aseguró que al politólogo se le apartó de Podemos en el momento en el que tuvieron conocimiento de sus escándalos sexuales.

Sin embargo, fuentes internas de la formación morada habrían apuntado que, a pesar de que se le apartó del Instituto República y Democracia, fundación que pertenece a Podemos, tras las elecciones generales del 23 de julio de 2023, las razones serían otras diferentes a sus escándalos sexuales.

Según apuntan, la verdadera razón habría sido su posicionamiento para que los dirigentes de Podemos se mostrasen partidarios de concurrir en listas conjuntas con Sumar y que rebajasen el tono duro con su líder, Yolanda Díaz. Nada que ver con lo que la dirección de Podemos asegura que fueron los verdaderos motivos.