Política
Sánchez reactiva los contactos para la investidura con la presión en Podemos
El presidente elaborará una propuesta con colectivos sociales para empujar a Podemos al «gobierno a la portuguesa».
El presidente elaborará una propuesta con colectivos sociales para empujar a Podemos al «gobierno a la portuguesa».
«En los próximos días» y de manera «discreta», Pedro Sánchez retomará los contactos para abordar el desbloqueo institucional. Cumple así lo que ya anunciara horas después de materializarse su investidura fallida: que volvería a llamar a los líderes de los principales partidos para testar su predisposición a buscar una salida a la parálisis en la que ha quedado sumida España tras fracasar en su intento de revalidar el poder. Eso sí –puntualizan desde Moncloa– el presidente en funciones lo hará en su condición de fuerza más votada en las elecciones del 28-A y no ya como candidato, dado que el mandato del Rey decayó el 25 de julio. Sánchez descarga así la responsabilidad –que le otorgaría un eventual nuevo encargo del Rey– en el resto de formaciones, a las que urge a «realizar movimientos».
No será la única iniciativa que tome el líder del PSOE que, tal como reconoce en una carta remitida a la militancia, a partir de hoy comenzará a reunirse con diferentes colectivos de la sociedad civil: asociaciones feministas, ecologistas, agentes sociales o agrupaciones del tercer sector, entre otras. A través de ellos se buscará presionar a Unidas Podemos, elaborando «una propuesta abierta» que se presentará a los morados para «alcanzar un acuerdo programático», esto es, para granjearse su apoyo externo a un gobierno monocolor socialista. En Moncloa sostienen que la preeminencia que le otorgaron a Sánchez las urnas no solo le faculta para liderar los contactos sino también el futuro Gobierno, por lo que varios miembros del Consejo de Ministros salieron ayer en tromba a calificar de «delirante» y «ocurrencia» la idea de que sea el PSOE quien se abstenga ante una alternativa pilotada por el PP con el apoyo de Ciudadanos.
Lo que, con toda seguridad, Sánchez comprobará cuando sus interlocutores descuelguen el teléfono, es que las posiciones apenas han cambiado respecto a la primera vez que les sondeó. Al contrario que entonces, en esta ocasión, el presidente en funciones no está dispuesto a «tirarse a una piscina sin agua», esto es, no se someterá a una investidura sin tener atados los apoyos suficientes para superarla. Desde el Gobierno aseguran, no obstante, que «no tiran la toalla» en su propósito de evitar las elecciones. «Impedir la repetición electoral es una absoluta prioridad para mí y voy a trabajar en las próximas semanas para ello», señala Sánchez en la citada misiva a su bases. Sin embargo, al mismo tiempo que se reafirma en su propósito de esquivar las urnas, engrasa la maquinaria electoral y ya trabaja activamente con un horizonte en el que se repitan los comicios. A esto obedece la sobreexposición de los ministros durante los últimos días y el próximo mes, a la necesidad de trasladar a la opinión pública y a la militancia el relato socialista y que el Gobierno no descansa en vacaciones, dejando el país en la interinidad.
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