Tribunales
Peinado ordena un careo entre la asesora de Moncloa asistente de Begoña Gómez y el ex alto cargo que firmó su nombramiento
El juez también cita a declarar como testigo a Raúl Díaz Silva, a quien el ministro Bolaños señaló en su declaración como testigo en relación a la contratación de Cristina Álvarez
El juez Juan Carlos Peinado ha ordenado un careo entre el exasesor de Moncloa Alfredo González y Cristina Álvarez, la asesora de Presidencia que ejerció de asistente de Begoña Gómez, para intentar esclarecer las circunstancias de su contratación, tras constatar que llevó a cabo gestiones vinculadas a la actividad profesional de la esposa de Pedro Sánchez, como asistir a reuniones relacionadas con su cátedra en la Universidad Complutense o reclamar la renovación de patrocinios a la mujer del presidente del Gobierno. El careo se celebrará el próximo 14 de mayo, según una providencia a la que ha tenido acceso LA RAZÓN.
El magistrado también cita a declarar como testigo ese mismo día a Raúl Díaz Silva, el alto cargo de Moncloa a quien señaló el ministro Félix Bolaños la pasada semana en su declaración judicial al ser preguntado por el juez por la contratación de la asistente personal de la esposa de Pedro Sánchez.
Peinado centra así el foco en la investigación de un posible delito de malversación en la contratación de la asesora -también imputada en el procedimiento- que auxiliaba a Begoña Gómez tanto en sus tareas institucionales como privadas.
"Tareas de colaboración inmediata", según Moncloa
Según informó Presidencia del Gobierno a Peinado, Alfredo González Gómez fue quien, como vicesecretario general de Presidencia en esas fechas, firmó el nombramiento como personal de confianza, como directora de Programas, de Cristina Álvarez el 11 de julio de 2018. Esa información -firmada por Raúl Díaz Silva- es la que precisamente llevó al instructor a citar como testigo al actual secretario de Estado de Política Territorial.
Moncloa trasladó al juez que Álvarez "desempeña tareas de colaboración inmediata, de carácter logístico y organizativo en el marco de la atención a la esposa del presidente del Gobierno, en las que predominan las notas de afinidad inherentes a la confianza".
Entre sus cometidos (por los que percibe 49.000 euros brutos al año), precisaba el documento, se incluyen "la gestión de la agenda y la preparación de la presencia en reuniones, visitas y/o eventos, la gestión y administración de las comunicaciones, la asistencia telefónica y documental, el acompañamiento en desplazamientos y la interlocución y coordinación con los equipos de protocolo, seguridad, asuntos exteriores y resto de departamentos implicados en la organización y viajes del presidente del Gobierno o derivados de su propia agenda".
Álvarez explicó al juez que gestiona la "agenda institucional y privada" de Begoña Gómez, a quien "como un favor" como "amiga" le gestionó también la petición a Reale Seguros de la prórroga del patrocinio al máster de Transformación Social Competitiva que codirigía la esposa de Pedro Sánchez en la Universidad Complutense de Madrid.
Además, según afirmó, asistía a sus reuniones profesionales si ella se lo pedía al tratarse de su "persona de confianza".
Peinado, "sorprendido" por las respuestas del exasesor de Moncloa
En su declaración judicial, Alfredo González dijo no conocer a Cristina Álvarez ni a Begoña Gómez y aunque reconoció su firma en el nombramiento de la asesora de Moncloa, afirmó no recordar haber firmado ese documento porque durante su etapa en Presidencia del Gobierno firmó "muchas propuestas de nombramiento de personal eventual". Peinado le inquirió sobre el criterio que seguía para nombrar a personas que ni siquiera conocía, pero el testigo replicó que "no conocía a la inmensa mayoría de personas que cuya propuesta de nombramiento yo tramitaba en el ejercicio de mis funciones".
Y pese a que Cristina Álvarez explicó al instructor que en el proceso de selección remitió su currículum, González aseguró no recordar haberlo visto cuando tramitó su contratación. Una contestación ante la que Peinado se mostró "sorprendido" teniendo en cuenta los "rígidos y selectivos" procesos de contratación vigentes en la Administración Pública.