Madrid

Podemos cierra su asamblea con casi todo por decidir

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, interviene en la Asamblea Ciudadana "Sí Se Puede"
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, interviene en la Asamblea Ciudadana "Sí Se Puede"larazon

Podemos da marcha atrás. El partido de Pablo Iglesias se suaviza para ocupar el centro y huir de la izquierda, donde se le ha encasillado. La segunda jornada de la asamblea ciudadana de Podemos, a la que acudió menos público que el día anterior, estuvo marcada por las cinco resoluciones.

Podemos da marcha atrás. El partido de Pablo Iglesias se suaviza para ocupar el centro y huir de la izquierda, donde se le ha encasillado. La segunda jornada de la asamblea ciudadana de Podemos, a la que acudió menos público que el día anterior, estuvo marcada por las cinco resoluciones que todos los simpatizantes de la formación han votado a través de Plaza Podemos. Entre ellas, el derecho a la vivienda digna y acabar con la impunidad financiera. La más novedosa es la que ha salido como la quinta preferida por los «podemistas»: auditoría y reestructuración de la deuda. En el programa político de Podemos para las elecciones europeas se hacía referencia al impago de la deuda al considerar parte de ella como ilegítima. Sin embargo, ahora apuestan por una reestructuración. ¿Será otro eufemismo de ésos a los que la formación recurre con asiduidad o los economistas que están trabajando en un nuevo programa les habrán advertido de que si un país no paga le dejan de prestar y se produciría una caída de la actividad económica? La realidad es que la formación acostumbra a recorrer los países de América del Sur, donde surgen varias de sus ideas. Un claro ejemplo de no pagar la deuda es Argentina. En 2002 declararon el «default», lo que se tradujo en una reducción de su Producto Interior Bruto en más de un 10%.

Ayer, las críticas a la sobreexposición mediática de las cabezas visibles de Podemos no se hicieron esperar. En la primera ponencia de los 24 borradores de principios organizativos que se presentaron, el Círculo de Valladolid envió un claro mensaje a la cúpula de Iglesias: «Nosotros no hemos contado con el poder mediático para difundir nuestras propuestas, pero hemos trabajado mucho para que el borrador no se quede en papel mojado». Otro portavoz apuntaba que «Podemos es mucho más que salir en los medios». Ambas afirmaciones provocaron una cerrada ovación. Sin embargo, aplaudían los mismos que más tarde coreaban el nombre de Iglesias. Otro equipo apelaba al poder de los círculos en lugar de a una cúpula, como en los partidos tradicionales. Los autores del borrador «Máximas competencias para la asamblea ciudadana» también son contrarios a que el poder recaiga en unos pocos, porque «acabaremos cometiendo los mismos errores que los partidos de la casta». Otras voces críticas señalaban que lo importante es que «no haya nadie imprescindible. Tenemos que ser una organización en la que todos seamos necesarios». «No votéis por marketing, sino por el programa de cada uno», advirtió un miembro de un círculo. El representante de otro equipo dijo refiriéndose a Iglesias: «No necesitamos ningún macho alfa». Unas palabras que obtuvieron respuesta en la primera intervención de Iglesias. «No soy un macho alfa, tan sólo un militante. Por eso defiendo mi borrador», explicó. Mientras, el portavoz del borrador «Entre todos sí Podemos» advertía de que «Podemos necesita una democracia directa, no tenemos que imitar a la casta». No obstante, el equipo de Iglesias ha propuesto una organización que no dista mucho de un partido tradicional. Al igual que PP y PSOE, quieren contar con un secretario general. Su consejo ciudadano, pese al cambio de nombre, no difiere en demasía del Comité Federal del PSOE, por ejemplo.

Por su parte, Pablo Echenique quiso dejar claras que las diferencias con Iglesias solamente se encuentran en el modelo organizativo, ya que ellos apuestan por el «macho alfa» para liderar Podemos, porque «necesitamos un líder carismático y ya tenemos al mejor». Sin embargo, dejó claro que «Podemos no quiere ni debe parecerse a los partidos de la casta». En el mismo sentido, Teresa Rodríguez, su compañera en el Europarlamento y con la que comparte afinidad en cuanto a cómo debe estructurarse el partido, le dijo a Iglesias: «Un secretario general no gana unas elecciones, tres tampoco, ni 100. Unas elecciones las gana la gente». Así respondió a las palabras de Iglesias del sábado, en las que afirmaba que sólo él podía enfrentarse a Rajoy y Sánchez. Del mismo modo, apuntó que «hay que llenar los municipios de alcaldes y alcaldesas de Podemos, porque esperar cinco años para hacerlo es mucho tiempo». A este respecto, la cúpula de Iglesias no da su brazo a torcer y sigue apostando por presentarse a los comicios municipales con iniciativas ciudadanas. El resto de grupos, por su parte, tienen más prisa por ocupar las instituciones.

Ya en tono más amistoso, Teresa explicó que con su programa no pretenden provocar un «choque de trenes» con el de Iglesias. No obstante, ellos se han unido a otros 30 equipos que son proclives a que Podemos esté liderado por tres personas y no por una; como espera el equipo de Iglesias. Rodríguez dejó claro que no se echarán a un lado se elija el texto que se elija. De hecho, «daremos 100 al frente». En este sentido, Iglesias quiso aclarar que «no existen ganadores y perdedores en este proceso». Asimismo, la eurodiputada indicó que quiere presentarse a las primarias de la formación, cuyo secretario o secretarios generales se conocerán el 15 de noviembre. Al bajar del escenario, el «macho alfa» de Podemos se acercó a sus compañeros para fundirse en un abrazo y demostrar que no falta unión, sino que sus diferencias se deben al proceso de debate en el que están inmersos.

Uno de los portavoces de un equipo lamentó no haber podido llegar a un acuerdo antes de llegar a la asamblea: «Pensábamos que llegaríamos con un solo texto tras un mes de debate en las redes». Sin embargo, Juan Carlos Monedero, el número dos de Podemos, fue claro: «Los consensos no siempre funcionan. Las propuestas deben ser compatibles».

Pablo Iglesias, que se ha erigido como el único capaz de acabar con la casta, comentó ayer que se pondrá al servicios del equipo cuyo borrador obtenga más votos. Asimismo, en su campaña de desprestigio al PSOE, recalcó que ellos no son como los socialistas, a quienes «los banqueros les pueden llamar». «Puede que nos ofrezcan pactos, la diferencia es que nosotros podemos decir que no», añadió.