El desafío independentista
Puigdemont congela el «deshielo» de Pedro Sánchez
El presidente de la Generalitat avisa al socialista de que el proceso es «inalterable»
El presidente de la Generalitat avisa al socialista de que el proceso es «inalterable»
En la política 2.0, donde la información fluye con gran rapidez y arrollan los mensajes frescos y llamativos, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, triunfó ayer tras su encuentro con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, con la idea de que se abre una etapa de «deshielo» entre Cataluña y España. Sánchez y Puigdemont no llegaron a ningún acuerdo. Su visita al Palau de la Generalitat no sirvió ni si quiera para desbloquear la posibilidad de que los diputados de Democràcia y Libertad o ERC, que integran la coalición de Puigdemont, se abstengan en otra investidura. «El Govern de la Generalitat no interferirá en la negociación para desencallar la investidura», apostilló la portavoz del gobierno catalán, Neus Munté.
Pero el anuncio de que se abre una nueva etapa de «deshielo», tras cuatro años de guerra fría entre los ejecutivos de Mariano Rajoy y Artur Mas, sonó a noticia. Aunque tanto Sánchez como Puigdemont coinciden en que es necesario recuperar el diálogo entre las instituciones catalanas y españolas, ambos siguen enrocados en sus posturas. Sánchez sigue defendiendo una reforma federal de la Constitución como solución a la crisis territorial. Y rechaza el referéndum de autodeterminación que defienden los soberanistas «porque es ilegal, unilateral y porque la mayoría de catalanes no abraza esta ruta». Para el socialista «el orden de los factores sí altera el producto». Mientras Puigdemont quiere «votar para romper», el secretario general del PSOE propone «acordar y después votar». Su propuesta pasa por reforma la Constitución, votarla en referéndum y volver a celebrar otro referéndum en Cataluña para votar el nuevo Estatut que pueda surgir de la nueva Carta Magna.
Aunque la palabra «diálogo» fuera la más repetida en las intervenciones de Sánchez y Munté, parten de posturas alejadas y ninguno de los dos tiene voluntad, por ahora, de ceder. El PSOE no va a romper su acuerdo con Ciudadanos y Ciudadanos ya ha avisado de «se levantará de la mesa» si los socialistas plantean un referéndum para Cataluña.
Mientras Pedro Sánchez insiste en que la mayoría de catalanes rechaza la hoja de ruta soberanista del Govern de Puigdemont, su vicepresidenta maneja otros datos. Recuerda la encuesta del Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat que señala que el 80 % de los catalanes defiende un referéndum y que el 87% respetaría su resultado para demostrar al socialista que se equivoca cuando dice que Cataluña tiene un problema de convivencia. Pese a estas diferencias, agradeció el gesto de Sánchez de normalizar las relaciones tras cuatro de «bloqueo institucional». Ambos coincidieron en que «apostando por el diálogo encontraremos soluciones, aunque no van a ser inmediatas». Por lo pronto, comparten abordar la lista de 23 puntos que Mas presentó a Mariano Rajoy.
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