Interior
«¿Qué ha conseguido «Ata» además de quitarle la vida a mi hijo?»
Fernando trapero, padre del Guardia Civil asesinado en Capbreton
Cree que el Tribunal francés ha hecho Justicia y lamenta que a los políticos sólo le importen los votos.
Camina por los Campos Elíseos de París bajo una tarde lluviosa, con un poco más de paz. Tras 24 días de juicio, seis años de espera y el dolor imborrable de una ausencia, siente que se ha hecho justicia. Francia dictó el jueves sentencia: los etarras que asesinaron a su hijo, Fernando Trapero, y a Raúl Centeno, dos jóvenes guardias civiles en Capbretón, cumplirán una larga condena. El autor material: cadena perpetua.
–¿Siente que se ha hecho justicia?
–Hay que analizar la sentencia friamente. Para nosotros esto era una herida abierta y hasta que no saliera el juicio no iba a cicatrizar. La jueza Levert hizo una instrucción con toda minuciosidad, además del trabajo realizado por la Policía judicial francesa y los miembros de la Guardia Civil que colaboraron. Como esas personas han actuado de corazón y con honradez, el resultado de la sentencia tenía que ser lo que es, no podíamos pedir otra cosa más; porque hay que ver cómo están las diligencias. Si no se pueden aportar más pruebas, no pueden sancionar. Lo importante era aportar todo tipo de pruebas para que el autor material de los disparos saliera bien amarrado. Y es lo que ha ocurrido: la primera sentencia de cadena perpetua contra un español en Francia. A nosotros lo que nos interesaba era que la instrucción se hiciera sin interferencias políticas de ninguna clase; y así se hizo en Francia. Lo que me importa es que se ha trabajado con justicia.
–¿Están conformes con las condenas impuestas?
–Sí, porque se ha hecho con arreglo a lo que estaba instruido. Nosotros podíamos pedir una cosa pero otra es que lo que haya escrito sea motivo para poderlo hacer.
–¿Qué sintió cuando escuchó la sentencia?
–Hacia los terroristas, indiferencia total. La gente que está ahí en los comandos son escoria. Los tienen manejados. Que me diga «Ata» qué es lo que ha conseguido con este suceso a parte de quitarle la vida a mi hijo, con 23 años, a parte de destrozar a una familia, de causar dolor a sus familias... Ellos lo que han conseguido es pudrirse en la cárcel. ¿Esos son los fines políticos? Tendrían que abrir un poquito los ojos y no dejarse manejar tanto.
–¿En España debería implantarse la misma cadena perpetua revisable como en Francia?
– Tenemos una clase política que de lo único que se preocupa es de los votos, no se preocupa de la seguridad ni del bienestar de los ciudadanos, sólo se preocupan del de ellos. No es tan difícil poner una cadena perpetua. Lo que estamos haciendo con la pena de 40 años es camuflarla... Hay que llamar a las cosas por su nombre, es decir: cadena perpetua no revisable hasta los 20, 25 o 30 años. Como no tienen ningún beneficio penitenciario no tiene por qué salir a los 15 años. Así que si no lo hacen es porque no quieren.
–¿Os habéis sentido apoyados por los políticos?
–Hasta el día 7 de diciembre de 2007 sí. Después me quedó el agradecimiento y la amistad sincera de Esperanza Aguirre. Mi familia está enormemente agradecida. También la Dirección General de Apoyo a las Víctimas ha estado apoyándonos en todo momento. Pero hay algo mucho más: la amistad sincera, el compañerismo que hemos tenido de todos los componentes de la Jefatura Central de la Guardia Civil, el GAO y parte de del UCE 1. Eso no se paga con dinero y me moriré con ese agradecimiento.
–¿Cómo han vivido estos días el juicio?
–Yo he estado, junto a mi hija, la primera semana y la última. No podíamos estar todos los días. José Centeno sí ha estado todos. El estado de nervios, viendo que teníamos a cuatro o cinco metros a los asesinos de mi hijo... ¡imaginate! Lo hemos pasado mal. A partir del tercer día aproximadamente ya fue diferente. Lo único que queríamos era la justicia, y que pudiéramos tener paz y tranquilidad para poder rehacer nuestras vidas que es lo que queremos a partir de ahora.
–¿Ha visto a los terroristas muy crecidos?
– El primer día salieron con muchos cueros, pero al ver cómo transcurría el juicio, les fue cambiando la cara. No hace falta ser tonto para saber que tal y como iba la instrucción saldrían muy perjudicados.
–¿Qué siente cuando los etarras dicen que los asesinaron por ser guardias civiles?
–Tienen tanto odio a la Guardia Civil porque saben que no cesarán hasta que caigan todos. Tengo el convencimiento y la seguridad de que se irá a por ellos con tanta fuerza o más que desde el 1 de diciembre de 2007. Yo miré a los seis etarras que estaban en la pecera cuando se leyó la sentencia y vi llorando a más de uno. Después se vinieron arriba y cantaron su himno. También me tocó un poco el corazón, vi alguna madre y padre de los etarras llorando. Ésos son sus únicos beneficios.
–¿Cómo era su hijo, Fernando?
–Una excelente persona, se hacía querer. Quien le conocía no lo olvidaba, ni perdía su amistad. Ése apoyo y cariño que hemos tenido de todos los del GAO era por su compañerismo, por él.
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