Mariano Rajoy
Rajoy evita la tensión con la Generalitat: «Cuenta con el apoyo del Gobierno»
Pese a las primeras horas más difíciles, se produjo una reunión entre las dos administraciones
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha trasladado a la Generalitat catalana la necesidad de que sean capaces de "trabajar juntos"y "como un equipo"contra el primer problema de Europa, el terrorismo.
La escenificación de la unidad democrática frente al terrorismo dejó ayer la imagen del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, al frente de la primera reunión conjunta entre la Administración central y la catalana con motivo del atentado en Las Ramblas de Barcelona. Rajoy se marcó este primer objetivo nada más conocerse las primeras noticias de la acción terrorista, y por eso su primera decisión fue ponerse en contacto con los responsables de las principales fuerzas políticas y también con el presidente de la Generalitat, pese a la ruptura de las relaciones políticas con este último por el órdago independentista. Ayer se corrigió la decisión del jueves por la que ambos presidentes reunieron comités de crisis por separado, y la Consejería de Interior de la Generalitat acogió un encuentro conjunto entre miembros del Gobierno central y casi todos los consejeros de Puigdemont. Según el presidente del Gobierno, fue una reunión muy positiva porque es muy importante no sólo la coordinación de las fuerzas policiales sino también de las administraciones y de los políticos. Rajoy y Puigdemont llevaban más de un año sin mantener ninguna reunión oficial, aunque se vieron en secreto en enero sin ningún acercamiento. Ayer Rajoy proclamó: «Estamos unidos en el dolor, pero sobre todo estamos unidos para acabar con esta sinrazón y esta barbarie».
En dirección a la unidad democrática apuntó Rajoy en una excepcional comparecencia conjunta con Puigdemont, después de la reunión de emergencia a la que también asistieron la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, y otras autoridades catalanas. «Es muy importante que trabajemos juntos, como equipo», defendió el presidente del Gobierno. Rajoy centró su comparecencia en subrayar la necesidad de unir fuerzas entre administraciones y entre cuerpos de seguridad, el mismo mensaje con el que, por cierto, está respondiendo al órdago secesionista. Es un argumento central en el discurso con el que el Gobierno de Rajoy está contestando a las presiones a la legalidad por parte del independentismo. Pero también en él se refugió Puigdemont, algo mucho más inédito dentro del proceso que lidera para poner en marcha el referéndum de independencia del 1 de octubre.
Rajoy ratificó ayer ante Puigdemont el compromiso de su Gobierno para «trabajar juntos» en todos los niveles para conseguir una mayor eficacia en materia de seguridad. Y para ello «es muy importante transmitir un mensaje de unidad». El presidente recordó que el terrorismo es el primer problema de Europa, según recoge un análisis que ha estado en la agenda de los jefes de Estado y de Gobierno. Su siguiente paso para seguir preservando la unidad democrática es la reunión del pacto antiterrorista el próximo lunes, en el que participan los líderes de las principales formaciones políticas presentes en el Congreso. «Espero que sirva para transmitir a los españoles que todas las fuerzas estamos decididas a tirar del mismo carro, con el mismo espíritu de victoria frente al terrorismo». El presidente insistió, en una alusión implícita a la situación política, que esta imagen de unidad es lo que desea la gente y lo que nos hace ser más eficaces de cara al futuro.
Puigdemont mantuvo durante su intervención ante los medios un tono cortés, en sintonía con el que mostró Rajoy, y coincidió en felicitar a los cuerpos de seguridad, pero también se encargó de recordar justo ayer que la hoja de ruta del proceso independentista no va a cambiar, una cuestión que levantó cierto malestar incluso entre miembros de su partido. Por su parte, Moncloa no quiso hacer valoraciones oficiales al respecto. La relación con Puigdemont sigue «como estaba» desde el punto de vista político, precisan, pero «hay que tener la altura de miras necesaria en estos momentos para señalar bien las prioridades y no olvidar que ahora lo que importa es ayudar a las víctimas y ser eficaces en la investigación y en la lucha contra el terrorismo». Moncloa considera que no es momento de mezclar esta situación con el proceso independentista. «La política debe quedarse a un lado. Ahora hay que colaborar y ayudar a los cuerpos de seguridad, para lo que hace falta un correcto intercambio de información y no echarse nada en cara. Es la hora de la lealtad institucional». «Y de intercambiar todo lo que haya que intercambiar», en palabras de Rajoy.
Para el Gobierno, la imagen de la Plaza de Cataluña, con todas las instituciones y todas las fuerzas políticas unidas en la lucha contra el terror, es «una lección de la que todos tenemos que aprender y sacar conclusiones». «Esta batalla también la vamos a ganar. Todas las fuerzas políticas estamos decididas a tirar del mismo carro y con el mismo espíritu de victoria frente al terrorismo», aseguró el presidente del Gobierno en su comparecencia sin preguntas con Puigdemont. Rajoy había comenzado su intervención con «unas palabras de duelo, recuerdo y solidaridad para las víctimas porque son nuestra prioridad».
«Puidemont cuenta con todo el apoyo del Gobierno y toda España se conmueve con el mismo sentimiento que se vive en Barcelona». Puigdemont había intentado evitar esta foto conjunta entre Administraciones, y el jueves impuso esa decisión, pero al final el alcance de los hechos parece que le obligaron a rectificar su decisión inicial de evitar la foto con el Gobierno central.
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