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Rajoy coge aire con el despido del ex marido de la ministra Mato
El PP admite que «rectificar es de sabios» ante la presión interna y pública
La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha anunciado que Jesús Sepúlveda, exalcalde de Pozuelo de Alarcón y exmarido de la ministra de Sanidad, Ana Mato, ha dejado hoy mismo de prestar servicios en el partido.
El PP empieza de nuevo a mover sus piezas ante la presión interna y de la opinión pública por las últimas informaciones sobre la «trama Gürtel». Una semana después de que oficialmente la dirección popular defendiese que el ex alcalde de Pozuelo Jesús Sepúlveda, ex marido de la ministra Ana Mato e imputado en la investigación judicial, siguiese en nómina de Génova, ayer anunciaron que rectificaban esa decisión y que desde ayer mismo dejaba de trabajar para el partido. Sobre Sepúlveda pesa la carga de haber sido citado por el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz para que declare como imputado este miércoles en relación a los supuestos pagos irregulares de la «trama Gürtel», para él y su familia, entre los años 2000 y 2005. Su condición de imputado en el momento de declarar se refiere a varios delitos.
Sepúlveda dimitió como alcalde en el Ayuntamiento de Pozuelo en marzo de 2009, cuando fue imputado en el «caso Gürtel». Y entonces solicitó su reingreso en Génova y ha seguido formando parte de su plantilla hasta el día de ayer. La explicación oficial era que hacía informes para el partido desde casa porque no acudía a la sede.
En el cambio de posición que anunció la secretaria general, María Dolores de Cospedal, ha pesado la polémica que ha acompañado a un último informe de la UDEF con datos sobre gastos de viajes y regalos pagados por la red Gürtel al ex alcalde. La ministra de Sanidad aparece como receptora de algunos de ellos. «El señor Sepúlveda ha dejado de prestar servicios en el PP desde el día de hoy», solemnizó Cospedal tras la reunión del Comité de Dirección. Ese despido se hará conforme a la reforma laboral aprobada por el Gobierno de Rajoy. Hace una semana, desde Génova se justificó su continuidad en nómina del PP en que si le echaban sería un despido improcedente y estarían obligados a readmitirle porque «tenía unos derechos» que debían ser respetados como «funcionario» de la casa. En plena ofensiva para intentar retomar la iniciativa bajo la bandera de la transparencia y de la regeneración democrática, ahora Génova explica su cambio de estrategia en la coherencia con la «ejemplaridad» que está impulsando el Gobierno de Rajoy y el partido. «También digo que rectificar es de sabios y no tengo problema en decirlo», precisó la «número dos» del PP en una comparecencia.
Este movimiento tiene una significativa lectura interna. A Rajoy le constan los recelos que han generado dentro de su partido tanto la situación de Sepúlveda como las informaciones que afecta a la ministra de Sanidad. Con ella ha hablado personalmente. Como también lo han hecho otros dirigentes del PP. Alguno de ellos le han aconsejado, incluso, que sea más contundente en sus explicaciones ante la opinión pública. Bajo el runrún de que ha llegado el momento de que haya cambios en el equipo, y se mira al Gobierno, la intención es que la salida de Sepúlveda pueda servir de dique de contención de las presiones en esa dirección. Y que también tenga un efecto bálsamo en las sospechas que han calado entre la ciudadanía.
En estos momentos, el presidente ha trasladado a su círculo de confianza que sigue creyendo en la palabra de Ana Mato. Ella ha explicado a sus compañeros que su ex marido es el único responsable de los hechos que aparecen en los informes policiales, y también Sepúlveda emitió un comunicado desvinculando a su entonces mujer de sus relaciones con algunos implicados en la «trama Gürtel». Por ahora, Rajoy ha decidido seguir protegiendo a su ministra pese al daño que las informaciones aparecidas han hecho en su imagen pública y, en consecuencia, también en la de su Gobierno.
La corrupción daña la marca España
El director del Observatorio de la Marca España, Javier Noya, advirtió ayer de que los últimos casos de corrupción política harán mella en la imagen exterior del país y lamentó que la clase política española no se dé cuenta del «gravísimo» problema de legitimación que tiene. «Nunca antes había visto un problema tan grave de legitimación de la democracia como el que vivimos en la actualidad», afirmó Noya durante la presentación de su libro «Visión del exterior: la imagen de España en el mundo». Según el investigador, aún es pronto para cuantificar el impacto de los casos de corrupción surgidos en las últimas semanas, pero sí parece claro que afectarán a la imagen de España en el exterior.
El PP sigue el ejemplo del «jefe»
La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, confirmó ayer que los integrantes de la dirección del partido harán pública en los próximos días, y a través de la web del PP, la actualización de sus declaraciones de la Renta, siguiendo el ejemplo del presidente del Gobierno. El miércoles, el Ejecutivo se reunirá con la oposición para buscar puntos de acuerdo sobre la Ley de Transparencia.
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