
Caso Bárcenas
Rajoy despejará en el Congreso las dudas sobre el «caso Bárcenas»
El presidente confirma una comparecencia «en la sede de la soberanía nacional» parar decir «todo lo que tengo que decir» sobre la situación económica y política

El presidente confirma una comparecencia «en la sede de la soberanía nacional» parar decir «todo lo que tengo que decir» sobre la situación económica y política
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, comparecerá previsiblemente la próxima semana en el Congreso para hablar del «caso Bárcenas». Como ayer adelantó este periódico, la decisión de Rajoy es cortocircuitar la presión de la oposición con una comparecencia que no esté dedicada exclusivamente al ex tesorero y a la financiación de su partido y en la que se hable de la corrupción, de su paquete de regeneración democrática y también de la situación política y económica. La fecha oficial la marcará la Mesa del Congreso, órgano de gobierno de la Cámara Baja. Pero ayer anticipaban que el deseo era que fuese a finales de este mes o como muy tarde el 1 de agosto.
Ayer Rajoy oficializó esta decisión en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro rumano, Victor Ponta. Sin aludir expresamente al ex tesorero del PP, explicó que ha decidido solicitar esta comparecencia en el Parlamento no por la amenaza de la moción de censura del PSOE, sino en atención a la demanda de la opinión pública. En concreto, puntualizó que ha tomado esta iniciativa «a la vista» de las dudas que han podido surgir en los ciudadanos. «Legítimas», en todo caso, según precisó.
Rajoy devuelve así la pelota al tejado del PSOE, que había convertido la exigencia de la comparecencia de Rajoy en el centro del debate político bajo la amenaza de la citada moción de censura. Este debate de la moción podría haberse convertido en una «guerra» de todos contra todos en la que las minorías hubiesen repartido mandobles entre socialistas y populares, según preveía el PP. De hecho, en Moncloa hacían el análisis de que era un terreno más inseguro para Alfredo Pérez Rubalcaba que para el propio Rajoy.
Pero la generalización de la demanda de esas explicaciones, incluso desde el entorno popular, ha llevado a Rajoy a acceder a una comparecencia parlamentaria, en plena canícula, con la que espera rebajar la presión política para el arranque del próximo curso. Ayer, en la rueda de prensa en Moncloa, el primero que le preguntó por la cuestión fue, precisamente, un corresponsal de la Prensa rumana.
Su estrategia pasa por presentarse con un contundente discurso en el que el asunto Bárcenas quede circunscrito a ratificar de manera solemne, y con más extensión, la negación que hasta ahora ha hecho tanto de la supuesta financiación irregular del PP como del pago de sobresueldos en «B». Rajoy es un hábil parlamentario –destacan desde Moncloa–, «y la oposición acabará fragmentada y cada uno irá a recitar su libro».
«Es el momento adecuado para hacer balance de lo que se ha hecho a lo largo de los últimos tiempos, aclarar las dudas que legítimamente pueden tener muchos ciudadanos, ofrecer una explicación sobre algunos de los temas que preocupan al conjunto de la opinión pública, y explicar también lo que voy a hacer en el futuro», manifestó Rajoy.
Las buenas noticias económicas que llegarán a finales de esta semana le servirán, o al menos ésa es su intención, como escudo para protegerse de Bárcenas. En el Gobierno asumen que las presiones y las «filtraciones interesadas» desde el entorno del ex tesorero pueden seguir en las próximas fechas. Y que el escenario, por tanto, no acabará de despejarse sólo por la comparecencia parlamentaria. Pero también sostienen que Bárcenas no podrá demostrar sus acusaciones sobre la contabilidad en «B» o las que afectan directamente al presidente del Gobierno.
Ayer, ante la pregunta de qué piensa hacer para corregir el desgaste y la pérdida de confianza ante la opinión pública que le está causando el «caso Bárcenas», Rajoy se remitió a la grave situación económica con la que ha tenido que lidiar y a las difíciles decisiones que ha tenido que adoptar para corregirla. Ahí explicó el desgaste del PP. Y en la mejoría económica justificó su confianza en rectificar ese desgaste. «Voy a seguir trabajando en defensa del interés general de los españoles», indicó.
El presidente volvió a alegar en su defensa que ya ha dado reiteradas explicaciones sobre el «caso Bárcenas» y que contesta sobre este asunto cuando se le pregunta. Pero ahora cree que ha llegado el momento de explicarse en el Parlamento «porque es la sede en la que reside la soberanía nacional».
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