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Rajoy: «Es falso. Nunca he recibido dinero negro»

El presidente denuncia que hay una operación con «técnicas de agitación» para desestabilizar al Gobierno y perjudicar a España. Subraya que no piensa dimitir y anuncia que la próxima semana estará disponible en la web de Moncloa su declaración de la Renta y de patrimonio

El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, al inicio de una reunión extraordinaria del Comité Ejecutivo Nacional del partido
El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, al inicio de una reunión extraordinaria del Comité Ejecutivo Nacional del partidolarazon

Mariano Rajoy, desmintió ayer categóricamente que haya recibido o se haya repartido dinero negro dentro del PP. «Es falso», insistió varias veces.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, desmintió ayer categóricamente que haya recibido o se haya repartido dinero negro dentro del PP. «Es falso», insistió varias veces. Como medida para rebajar la presión y dar contenido a su defensa de la transparencia, anunció que publicará la próxima semana, en la página web de La Moncloa, sus declaraciones de la renta y de patrimonio (desde 2011 los parlamentarios presentan una declaración de bienes y rentas). Y ratificó que en su partido sólo hay una contabilidad en A y que el ex tesorero Luis Bárcenas actuó a título particular, por lo que el PP no tiene ninguna relación con la cuenta que se le ha encontrado en Suiza ni tampoco con ninguna otra cuenta en el extranjero.

Rajoy insistió en la denuncia de que hay una conspiración contra su partido y contra su Gobierno y advirtió de que no cederá ante esa campaña de «desestabilización» que entiende que se esconde detrás de las informaciones que señalan al PP. Solemnemente, garantizó que no piensa irse. «Aconsejo a quien pretenda de- sanimarme que no se canse. Yo soy responsable de lo que hago, no de lo que se diga. Si alguien piensa que mediante el acoso me voy a encoger o que puedo abandonar la tarea que me han encomendado los españoles, tengo que decirle que se equivoca», afirmó.

Dicen que a veces la mejor respuesta es un buen ataque, y así resolvió ayer el presidente del Gobierno la reunión más complicada de su Ejecutiva. «Es falso. Nunca he recibido ni he repartido dinero negro. Ni en este partido ni en ninguna parte», sentenció, antes de descalificar duramente las informaciones, como los supuestos «papeles» de Bárcenas publicados por «El País», que señalan al supuesto pago de sobresueldos dentro de su formación. Habló de «infundios», del «fariseísmo más descarado», de «técnicas de agitación» y de «papeles apócrifos». El presidente utilizó ayer una retórica que fue bien valorada, brillante incluso en él, según algunos de los asistentes. El partido, y los «barones», esperaban de la reu- nión que la dirección limpiase con pruebas las sospechas que esos «infundios», de los que habló Rajoy, han hecho caer sobre las siglas del PP. Y que con su contabilidad en la mano demostrase que eran falsas las acusaciones de operaciones en B o de que se hubiera practicado el procedimiento de repartir dinero opaco entre la cúpula.

Y además del informe de la tesorera, Carmen Navarro, la respuesta de Rajoy fue ratificar su compromiso con facilitar todo lo que sea preciso para que resplandezca la verdad. Y también «a poner todo de nuestra parte para que no quede sobre esta cuestión la menor sombra de duda». «Y cuando digo esto me refiero a declaraciones de la renta, a declaraciones de patrimonio y cuanta información sea relevante a estos efectos», precisó.

Además, el presidente negó que en el PP se paguen cantidades que no hayan sido registradas en la contabilidad del partido; negó que hayan recibido dinero en metálico que se haya ocultado al Fisco; y proclamó que todas las retribuciones se han ajustado a la más estricta legalidad a lo largo de todos estos años. Rajoy defendió la inocencia del conjunto del partido, de esta dirección y de las anteriores, bajo la advertencia de que cualquier deducción de irregularidad en su comportamiento, «a partir de los papeles apócrifos que motivan esta situación, no responde a la verdad, es total y radicalmente falsa».

El presidente también hizo una encendida defensa de su trayectoria profesional y de su entrega a la política. «Vosotros sabéis que no he venido a la política ni a ganar dinero ni a engañar a Hacienda», dijo a su dirección. Es verdad que incluso entre sus críticos Rajoy tiene fama de persona honesta, austera y desentendida de las cuestiones puramente económicas. En su defensa, recordó que a los 23 años ya era registrador de la Propiedad con una plaza y que en su actividad privada podría haber ganado, y estar ganando, más dinero que en la política. «No he venido a la política a ganar dinero. Vine perdiendo dinero, pero ocurre que para mí el dinero no es lo más importante en esta vida. Para otros, no lo sé. Para mí, no», explicó.

A su juicio, lo que hay no es más que un intento de torcer el rumbo de su Gobierno. «No sé cuáles son las intenciones ni quién manipula los datos ni quién los filtra dosificadamente. Y no voy a hacer ninguna especulación sobre el tema». Sí dijo que su Gobierno está en el buen camino, que los frutos ya están sembrados, aunque no se vean, y que no permitirá que se tire ese trabajo de los españoles por la borda. Llegó a decir en un momento de su intervención que el daño es para España, no sólo para el PP y para su Ejecutivo. «No vamos a quedarnos de brazos cruzados ante ataques que no sólo pretenden desacreditar a nuestro partido y al Gobierno de España, sino crear una situación de zozobra e inestabilidad en un momento particularmente delicado desde el punto de vista económico y social», añadió.

Rajoy reprochó al jefe de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, que esté colaborando en esa operación para «desestabilizar» al Gobierno al dar crédito a las «insinuaciones más dañinas» sin calibrar «el efecto que tales insinuaciones pueden tener para nuestro país». «La sombra de la sombra de un indicio manipulado no puede servir para que cualquier español pierda la presunción de inocencia, no puede servir. Y en caso contrario, acabaremos viviendo en un país inhabitable que no deseo ni para nosotros ni para nuestros hijos ni para nadie», dijo como remate de su intervención.