Cataluña
Rufián «supervisa» en Guipúzcoa el simulacro de 9-N
Una organización abertzale organiza hoy un referéndum ilegal sobre la independencia.
Una organización abertzale organiza hoy un referéndum ilegal sobre la independencia.
La «antropóloga e investigadora» argentina Julieta Gaztañaga y el diputado de ERC Gabriel Rufián figuran entre los «observadores internacionales» que hoy estarán presentes en Guipúzcoa como «supervisores del proceso» de la consulta, sin censo ni garantías, que los independentistas vascos han organizado en varias localidades de esta provincia. Se trata de saber si los que voten, hasta 210.000, desean ejercitar el «derecho a decidir». Uno de los primeros en apoyar la consulta ha sido el presidente de la Generalitat, Quim Torra. La organización de este evento, Gure Esku Dago, pretende, al igual que lo ocurrido el 9-N en Cataluña, montar una especie de referéndum que, en este caso, se desarrollará, además de en San Sebastián, en Irún, Zalla, Balmaseda y Alonsotegi. En algunas de estas poblaciones se han montado, en los últimos días, «recibimientos» a las urnas que llegaron en ferrocarril, para significar «la importancia de este medio de transporte». Los organizadores llaman a los guipuzcoanos a votar en esta «nueva oleada de las consultas por el derecho a decidir». Además de los ya citados, actuarán como «supervisores» la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie; el vicepresidente de Òmnium Cultural, Marcel Mauri; el diputado de ERC Joan Tardà; la parlamentaria de JxCAT Aurora Madaula; la integrante de la Secretaría Técnica de la CUP Aina Delgado; el profesor de Ciencia Política de la Universidad Pompeu Fabra Jaume López; y la secretaria y delegada de Relaciones Internacionales de la escocesa Independence Convention Shona McAlpine.
No se han dado a conocer las razones que avalan la presencia de la referida «antropóloga», que no obstante podrían explicarse in situ según las fuentes consultadas por este periódico.
Los de Gure Esku Dago aseguran que habrá una Comisión de Garantías «compuesta por abogados y abogadas, juristas y politólogos y politólogas que se encargará de verificar que se cumple el protocolo establecido rigurosamente». No se utilizará un censo –reconocen– pero sí un sistema que evite votos duplicados. Podrán votar todas aquellas personas de «16 o más años y que acrediten su identidad, edad y lugar de residencia».
«El hecho de organizar unas consultas entre tantas personas y de manera totalmente autónoma y autofinanciada es un triunfo en sí», se jactan los organizadores. Es decir, el no, como ocurrió el 9-N en Cataluña, no se contempla. Asimismo, se ha articulado una red de voluntarios para que colaboren en que todo marche bien durante la consulta. Desde hace días, quienes lo han estimado oportuno, entre ellos el presidente del PNV en Guipúzcoa, Joseba Eguíbar, han realizado lo que se denomina «voto anticipado». Está reservado para aquellos que hoy no puedan hacerlo por razones profesionales, familiares o de otra índole. «Estamos conquistando la normalidad (...) en democracias consolidadas, no se habla de derecho a decidir; directamente, se decide», subraya uno de los organizadores, que concedió que «es legítimo estar en contra de la independencia, pero no lo es estar contra las urnas».
Por su parte, los organizadores consideran que «hoy, nos vuelve a unir la voluntad, el deseo de ser un pueblo. Queremos ser un pueblo, decidir como pueblo, y es por ello que situamos nuestras consultas en el mapa de Euskal Herria con una perspectiva amplia y una visión al futuro, más allá del momento y de nuestras propias localidades o capitales. Estamos seguros de que el domingo daremos un paso significativo y haremos una aportación importante al camino que miles de ciudadanas y ciudadanos estamos recorriendo juntos para poder decidir nuestro futuro. Nada volverá a ser igual en nuestros pueblos después del proceso de la consulta, porque, en estos últimos meses, hemos derribado infinidad de zarzas y muros que han permanecido durante años, promoviendo así, la convivencia de la que tanto se habla últimamente. Hemos visto que la necesidad de decidir nos une; une a personas de diferentes edades, ideologías y orígenes; lo cual nos ha hecho sentir que aquello que nos une es más fuerte de lo que pensábamos».
Las fuentes consultadas por este periódico advirtieron sobre el crecimiento del secesionismo en diversas zonas de España, dentro de un ambiente de tolerancia que les permite coordinar iniciativas entre unas regiones y otras.
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