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Bildu agita el "no" a la OTAN y ERC rechaza "gastar más en Defensa: los socios debilitan a Sánchez

Los socios avisan a Sánchez de que no contarán con su voto para aumentar el gasto en Defensa

Pedro Sánchez recibe a Gabriel Rufián en Moncloa Javier LizónEFE

Como se esperaba, el bloque de socios de izquierdas del Gobierno ha trasladado este jueves su rechazo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a aumentar el gasto en Defensa. Con matices, eso sí, ya que algunos partidos han optado por un tono más contundente que otros, aunque el mensaje que han proyectado ha sido prácticamente el mismo. Bildu ha agitado el "no" del País Vasco a la OTAN, mientras que Esquerra ha rechazado rotundamente el incremento del gasto militar.

Mertxe Aizpurua, líder de Bildu en el Congreso, se ha reunido con Sánchez por primera vez en Moncloa (ya se vieron en el Congreso con motivo de la ronda de consultas para la investidura), en un paso más del Gobierno hacia la normalización de las relaciones con un partido que sigue sin condenar los atentados de ETA, y su grupo ha evitado expresar explícitamente su "no" al aumento del gasto militar, aunque ya ha dejado entrever que su postura será de rechazo ya que ha recordado la posición del País Vasco respecto a la OTAN. En 1986, en el referéndum que se hizo en toda España, el mayor rechazo a la OTAN se registró en el País Vasco con un 66,7% de votos en contra.

Sobre ese marco, Bildu pretende justificar su rechazo al aumento del gasto militar. "La sociedad vasca, como demostró hace ya 39 años mostrando claramente su rechazo a la OTAN, esuna sociedad que aboga por la diplomacia, la negociación y el acuerdo como mejor fórmula para garantizar la paz", señala la izquierda abertzale, que está a la espera de analizar toda la situación internacional para "tomar una posición integral".

Asimismo, Esquerra, a través de su portavoz, Gabriel Rufián, ha asegurado que le ha transmitido a Sánchez que es "un error" que no explique cómo y por qué va a aumentar el gasto en Defensa. Le ha llamado a la responsabilidad porque "a nadie le gusta la guerra, pero la guerra está ahí". Rufián, le ha transmitido al presidente del Gobierno que no cuente con Esquerra Repúblicana "para gastar más en Defensa".

El portavoz republicano ha salido con la sensación de que Sánchez tratará de evitar una votación en el Parlamento donde la mayoría de socios votarían en contra. Rufián ha reconocido que el presidente les ha ofrecido "poca información". "Lo que hay es una especie de histerismo dentro de la Unión Europea de que hay que gastar más en defensa". Rufián ha recordado que su partido no está de acuerdo con ninguna guerra, pero también entiende que hay que ser "responsables" y que hay que ir "más allá de la pancarta", pero sostiene que, en vez de gastar más, la solución podría ser "gastar un poquito mejor" y que "en vez de 27 ejércitos", haya sólo uno europeo y más coordinación.

La tensión con Sánchez la elevó la líder de Podemos, que llegó a utilizar los micrófonos de Moncloa para llamar "señor de la guerra" a Sánchez. Fue solo uno de los gestos con los que la dirigente morada buscó vislumbrar su rehazo al Gobierno a aumentar el gasto en Defensa. A la cita con Sánchez acudió con una camiseta en la que se podía leer el lema de "no a la guerra" y no escatimó en calificativos para vincular a Sánchez con gobiernos "gascistas". A su juicio, el Gobierno está alimentando "a régimenes de guerra" y está poniendo una "alfombra roja" a los fascistas". "Está cavando su tumba", acusa.

Los morados ya habían anticipado su oposición a cualquier propuesta del Gobierno para elevar el gasto militar y así se lo trasladó la dirigente al presidente del Gobierno para hacerle ver que es un "error catastrófico" y tratando de desmentir el compromiso del Ejecutivo de no recortar el gasto social para acometer los compromisos internacionales de España. Belarra acusó al presidente de sucumbir a las "exigencias de la administración Trump".

La cuestión del aumento en Defensa sirve, además, a los morados para tratar de recuperar espacio. El "no" general de todos los partidos contra Sánchez deja el camino abierto a Podemos para dar sentenciada la legislatura.

La ronda de consultas sirve a Sánchez para constatar su soledad ante su compromiso internacional de aumentar al 2 por ciento el gasto de Defensa. Sin embargo, la mayoría de socios han podido comprobar que la intención del presidente es la de llevarlo a cabo igualmente.