9-J

Sánchez apunta a Teresa Ribera como candidata del PSOE para las elecciones europeas

La actual vicepresidenta del Gobierno es la mejor posicionada para liderar las listas tras las dudas iniciales que había mostrado

La vicepresidenta tercera y Ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, a su llegada a una rueda de prensa en la sede del Ministerio, a 11 de abril de 2024, en Madrid (España). Teresa Ribera ha recibido hoy al presidente de la Junta de Castilla y León para mantener un encuentro de trabajo, con el fin de abordar proyectos de la Comunidad, así como otras cuestiones en las que ambos ejecutivos mantienen diferencias, como el régimen de protección del lobo. 11 ABRI...
Teresa Ribera recibe a Mañueco para abordar asuntos pendientes con Castilla y LeónRicardo RubioEuropa Press

Las elecciones vascas y catalanas están robando, por ahora, todo el protagonismo a las europeas que tienen que celebrarse el próximo 9 de junio. Esa cita con las urnas del 9-J se convertirá en un examen para el PSOE y los socialistas, conscientes de ello, están buscando a un candidato de garantías: en este sentido, todo apunta a que la elegida será la actual vicepresidenta del Gobierno Teresa Ribera pese a que se había resistido hasta ahora. Según fuentes oficiales, todavía no hay nada cerrado, pero el escenario más plausible es que Ribera encabece la lista electoral.

Ribera sí le agrada la idea de ser Comisaria, pero no le convence liderar las listas electorales. La actual vicepresidenta tiene proyección en Europa ya que ha tenido un gran protagonismo durante la importante reforma del mercado eléctrico y, en España, es de las ministras que menor desgaste acumula. Esa capacidad para moverse en Europa y la buena valoración que tiene entre los votantes (es la cuarta ministra mejor valorada de todo el Gobierno, según los datos del CIS) le hacen una candidata ideal para el PSOE en un momento delicado tras meses de mucha erosión por la amnistía y el "caso Koldo".

Todavía se desconoce quién será el número dos de las listas, pero hay quien ya apunta a Luis Planas: el actual ministro de Agricultura ha tenido que capear con la dura crisis de los agricultores y eso puede empujar a Sánchez a llevarle a Europa, aunque sigue siendo una figura muy respetada. Planas es de los pocos perfiles técnicos que quedan en el Ejecutivo y tiene mucha experiencia en Europa, por lo que encajaría en las listas: de hecho, el PSOE se juega y mucho en los próximos años en Europa porque hay asignaturas pendientes, como los fondos europeos o el aval de la amnistía.

No obstante, hay fuentes que señalan que Pedro Sánchez no tiene intención de hacer una crisis de Gobierno en profundidad hasta que no se celebre el Congreso ordinario. Por tanto, si sale Ribera, se antoja complicado que también Planas siga el mismo camino. Sí se da por hecho que continuará Iratxe García en las listas, una figura que ha adquirido peso en el grupo parlamentario de los socialistas europeos.

Con Ribera, quedaría descartado ya que Josep Borrell repitiera como número uno. Sí es cierto que a Borrell se le tanteó cuando la candidatura de Ribera estaba en duda, pero ahora ese escenario se ha ido esfumando dado que el propio Borrell tampoco quiere liderar las listas. Borrell ha ejercido como jefe de la diplomacia europea en la última legislatura, que ha estado llena de frentes con Ucrania e Israel. También cabe recordar que Borrell ha mostrado algunas dudas con el giro dado por Sánchez hacia el independentismo ya que el propio dirigente socialista ha sido siempre una de las voces de referencia de la resistencia constitucionalista en Cataluña.

De esta manera, Sánchez pone rumbo a las elecciones europeas con el objetivo de resistir ya que es consciente de que la victoria frente al PP es complicada: el objetivo es contener una sangría de votos. En este sentido, por el momento, las encuestas atisban un empate técnico entre el bloque de Sánchez y sus aliados y el bloque de PP y Vox y un resultado de esas características daría oxígeno al presidente del Gobierno para afrontar el resto de legislatura.

Tras las elecciones europeas, la idea de Sánchez es convocar el Congreso que procede para rearmar al partido para afrontar la fase final de la legislatura: en este sentido, ya se habrá quitado de encima el asunto más espinoso, que ha sido la amnistía y podrá empezar a dedicarse a tratar de impulsar iniciativas ya que hasta ahora el balance legislativo del Ejecutivo está bajo mínimos (ninguna ley aprobada en casi cuatro meses).