Castilla y León
Sánchez «deja en evidencia» a Díaz y se adelanta a Rivera en el Congreso
La Cámara Baja debatirá hoy la propuesta que habían registrado los naranjas.
La Cámara Baja debatirá hoy la propuesta que habían registrado los naranjas.
Los golpes con puños en la mesa pueden tener efectos colaterales. El anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de que su Ejecutivo propondrá al Parlamento nacional una reforma exprés de la Constitución para acabar con ciertos aforamientos en 60 días provocó ayer que las miradas se volvieran a Andalucía, donde este asunto colea desde hace años hilvanado al «caso ERE» y Ciudadanos (Cs) ha acusado por él a la presidenta de la Junta, Susana Díaz, de no cumplir la palabra dada. Si se echa la vista atrás se puede comprobar que fue el líder del PP-A, Juanma Moreno, quien en un debate televisivo, ya en el barro de la campaña electoral de las elecciones autonómicas de 2015, lanzó la propuesta de retirar el aforamiento a los 109 diputados de la Cámara regional, lo que implicaba una reforma del Estatuto de Autonomía y el someter el cambio a referéndum. Díaz le replicó por aquellos días que la cuestión era tan fácil de resolver como que el popular «levantara el teléfono» y le dijera a quien era entonces el presidente, Mariano Rajoy, que lo aceptara porque los ciudadanos, en minúscula, lo «reclamaban» desde hace tiempo. La reforma ha cogido vuelo ahora pero no porque esa llamada Sevilla/Madrid se haya producido.
Tras conocer el movimiento de Sánchez, la presidenta andaluza proclamó ayer en su perfil de la red social Twitter: «Siempre he defendido, y reiteré la semana pasada en el Parlamento, que lo lógico y razonable es suprimir los aforamientos en toda España. Ésa es la fórmula». En la Cámara lo que aseveró es que estaba «de acuerdo» con que «este país no puede tener miles de aforados» y había recibido «de forma positiva la noticia» de que el Ministerio de Justicia había comenzado a revisar «cómo está eso y cómo se tiene que sustituir». Es más, afeó al máximo dirigente regional de Cs, Juan Marín, que su formación hubiera tenido «tres años para exigirlo» y se agarrara a esa «condición» en la «recta final» de la legislatura que se escurre para, de forma «sobreactuada» e «impostada», querer imponerla en la negociación de los Presupuestos de 2019. «Habrá que hacer cambios en el Estatuto de Andalucía que incluirá aforamientos y otras cosas», remató la presidenta andaluza. Pero lo cierto es que en el acuerdo de investidura que rubricaron en 2015 PSOE-A y Ciudadanos figuraba literalmente la «eliminación de los aforamientos a nivel autonómico», y nada se ha hecho para materializar ese punto. Fuentes socialistas admitían a LA RAZÓN que Sánchez ha «dejado en evidencia» que «hay que tener voluntad política» para sacar adelante «ciertas promesas y que no se queden en tales» y que «si se quiere, se puede». Con todo, el nuevo «envite» interno no provocará la reconciliación de los ex aliados. Para Cs hay incumplimientos que no se disuelven y Marín dejó claro que «la ruptura del matrimonio Sánchez-Díaz» no provocará su acercamiento a la andaluza ya que, aunque ésta se vea «arrastrada» por la eliminación de aforamientos del presidente, «hay muchas más cuestiones» de regeneración democrática que han caído en saco roto.
La medida llega justo cuando Cs iba a presentar hoy su propuesta de supresión de aforamientos en el Congreso, una medida que además llevó en su programa electoral. Por ello, el líder de la formación naranja, Albert Rivera aseguró que no podía ocultar su «satisfacción», y destacó que «después de 40 años, los privilegios de los políticos y la justicia se van a acabar». Saludó que Sánchez, que «hasta hoy mismo ha estado bloqueando las votaciones de su partido en diferentes comunidades», como Andalucía, Madrid o Castilla y León apueste por su medida además el día que se debatía en el Congreso una moción consecuencia de una interpelación sobre las medidas de regeneración democrática.
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