Campaña

Sánchez y Díaz echan el resto en Galicia ante la desmovilización

Se vuelcan en campaña y buscan combatir la abstención para tratar de reeditar su coalición a nivel nacional

A CORUÑA, 09/02/24.- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez participa este viernes en A Coruña en el acto ?Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia: despertando vocaciones STEAM, celebrado en el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología (MuNCyT). EFE/Cabalar
A CORUÑA, 09/02/24.- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez participa este viernes en A Coruña en el acto ?Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia: despertando vocaciones STEAM, celebrado en el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología (MuNCyT). EFE/CabalarCabalarAgencia EFE

La izquierda asiste a las elecciones gallegas con la convicción de que son la oportunidad de comenzar a recuperar los gobiernos perdidos. Solo así pueden tratar de disputarle la presidencia de la Xunta a Alfonso Rueda y lograr su segundo objetivo: dejar tocado al líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, para poner en cuestión su liderazgo.

Una contienda para la que, al igual que en las generales, PSOE y Sumar unen esfuerzos y no esconden que tratarán de gobernar juntos, con el BNG. Es el primer examen tras el 23J, el cual ganó el PP, pero en la izquierda creen que ante una nueva posible mayoría de los populares, la oposición puede exportar el Gobierno de coalición a nivel nacional a la Xunta.

Para este cometido, Pedro Sánchez y Yolanda Díaz echarán el resto en la última parte de la campaña electoral. El presidente del Gobierno ha visitado tres veces ya Galicia en campaña –dos con agenda de Gobierno– y hoy volverá para arropar al candidato del PSOE, José Ramón Gómez Besteiro. La presencia de la vicepresidenta es también notoria, con más de cinco actos para impulsar a su candidata Marta Lois. El objetivo que trasladan en ambos cuarteles generales es que deben luchar contra la abstención y movilizar al electorado en un feudo que no es amigo y en el que el votante progresista, ante los resultados tradicionales, suele quedarse en casa.

Las encuestas de los socialistas todavía no reflejan posibilidad de cambio en la Xunta, aunque sus sondeos internos les sitúan con un suelo de entre 13 y 14 escaños. En el PSOE analizan que la división a su izquierda les puede hacer perder la oportunidad y creen que el cambio está a dos diputados y cinco puntos de intención de voto. Se centrarán en movilizar a su electorado porque creen que ahí está la clave para ganar: «Hay partido», repiten. Si consiguen movilizar igual que en las generales, donde el PSOE llegó al 30% del voto, ven posible el cambio. Miran de reojo al BNG, al que ven muy difícil superar. Encuentra el PSOE su bolsa de potenciales votantes en las zonas más urbanas y tienen más dudas en las áreas rurales, más proclives a un voto más conservador. Aun así, el desánimo no vence en el PSOE, que ha fiado también su resultado al reclamo de la figura del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. Apoyó al candidato socialista en precampaña y también esta semana. El PSOE ha seguido los pasos del PP y ha apostado por nacionalizar la contienda, aunque, según fuentes socialistas, no creen que sean ellos quienes se la jueguen en esta ocasión. Miran las elecciones europeas como su gran reto, mientras que las gallegas, en clave autonómica, al entender que su votante es más abstencionista.

En el caso de Sumar, el reto es más complicado. Parten de cero, de un espacio que en 2020 desapareció del Pazo do Hórreo y juegan en una campaña donde vuelve a lastrar la división de la izquierda. Sumar lo niega y se ve como la «llave», la fuerza clave para arrebatar al PP gallego la Xunta. Sus encuestas les otorgan entre dos y tres escaños, que ven imprescindibles para que Rueda no vuelva a ser presidente.

Los sondeos del PSOE, sin embargo, limitan el optimismo del partido de Yolanda Díaz. Según sus sondeos, la formación fucsia solo obtendría un representante. Sumar fía todo a lograr el resultado de las generales, tercera fuerza y un 10 % de voto.