
Estrategia
Sánchez enmaraña a Feijóo con Palestina para salvarse del "caso Koldo"
Explotará el reconocimiento de la región hoy en el Congreso frente a la ofensiva del PP por la trama y su mujer

El presidente del Gobierno ha encontrado un «refugio» idóneo en medio de la tormenta que afecta a las filas socialistas y a su entorno más cercano a raíz de la explosión del «caso Koldo» y sobre las informaciones que apuntan a la figura de su esposa. En este tiempo, el presidente ha acentuado más su perfil internacional, en medio de la guerra entre Israel y Palestina y se ha erigido como mediador con papel destacado para llevar a la comunidad internacional a aceptar la solución de los dos estados para resolver la brutal guerra. Durante el recorrido de dos meses desde que irrumpiera el «caso Koldo», el presidente ha realizado tres viajes fuera de España; a Marruecos, una gira iberoamericana a Brasil y Chile y la pasada semana a Oriente Medio. Este mismo viernes iniciará una nueva gira internacional que le llevará a Noruega, Irlanda, y Polonia para recabar apoyos en el reconocimiento de Palestina como Estado. Posteriormente, también se verá con el primer ministro de Portugal, ya en Madrid. Según fuentes de Moncloa, Sánchez podrá también abordar estos temas el próximo jueves en Varsovia en una cena de líderes europeos organizada por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, para repasar los asuntos que se verán en la cumbre europea de la semana que viene.
Precisamente, el presidente prevé aportar hoy más detalles sobre su plan en su comparecencia en el Pleno del Congreso para informar sobre el último Consejo Europeo y su último viaje a Marruecos. Un escenario que aprovechará para que el PP fije su posición al respecto. En Moncloa buscan neutralizar al PP en la Cámara Baja, donde se preparan para un debate bronco por parte de la oposición centralizado en el «caso Koldo». Ante la ofensiva de los populares, en el Gobierno acusaran a los populares de no tener «respeto» por las instituciones y dejarán en la pelota del PP si optan por ahondar en la trama de corrupción de las mascarillas. «Ellos verán», contestan. En el Ejecutivo, mientras, se preparan para que Pedro Sánchez interpele a Alberto Núñez Feijóo sobre su posición acerca de Palestina, después de que Pedro Sánchez haya marcado su posición en reiteradas ocasiones. «Estará bien saber que piensa el líder del PP sobre Palestina», responden.
En el Ejecutivo rechazan complementar el periplo europeo del presidente con una reunión con el líder de la oposición para informar sobre la posición de España o para consensuar una posición común. La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, alejó esta posibilidad preguntada por los periodistas en varias ocasiones. «Sería deseable alcanzar acuerdos en políticas de Estado, pero basta con mirar y escuchar las posiciones del PP». Cargó contra el «silencio absoluto» de Feijóo y los «titubeos» de su partido y les acusó de solo conocer la posición del expresidente José María Aznar, quien rechaza la existencia de un Estado palestino. En Moncloa no descartan avanzar en este reconocimiento en solitario. «Somos un país soberano», expuso la portavoz del Gobierno, dejando claro que iban a trabajar para que «se lleve a cabo durante el primer semestre».
Del mismo modo, rechazan el extremo de que el reconocimiento de Palestina como Estado se utilice para frenar el desgaste del presidente por el «caso Koldo» o por las informaciones que apuntan a la influencia de su esposa para beneficiar empresas afines. Explican fuentes gubernamentales que se trata de un paso «coherente» y concorde con su política iniciada el pasado mes de octubre en El Cairo cuando por primera vez defendió el reconocimiento de Palestina.
Desde su llegada a Moncloa, Pedro Sánchez ha buscado potenciar su perfil internacional desde el minuto uno. Un camino que le ha llevado a cosechar buenas relaciones en este ámbito y a ser reconocido e incluso alabado por Estados Unidos por su liderazgo internacional. Su proyección europea todavía fue más cultivada por Moncloa mientras que ostentaba España la presidencia rotatoria de la UE. El primer viaje del presidente como encargado europeo fue el de viajar a Ucrania para mostrar el respaldo de la UE en medio de la guerra de Putin. Incluso llegó a rumorearse que podía ser el próximo secretario general de la OTAN si tras las elecciones generales del 23J no podía gobernar o a que ante la inestabilidad de la legislatura el presidente podía estar buscando una salida en la Unión Europea.
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