Sánchez convoca al Comité Federal para abordar el desbloqueo

El partido consensuará su estrategia a nivel nacional a partir de los resultados electorales obtenidos en Galicia y el País Vasco.

Un movimiento sin precedentes, orientado a lanzar un mensaje de control sobre los tiempos y la situación. Ferraz filtró ayer que el Comité Federal que debe valorar los resultados de las elecciones en Galicia y el País Vasco ya tiene fecha y lo hizo incluso antes de que sendos comicios autonómicos se lleven a cabo y se conozca el éxito o el fracaso de las aspiraciones socialistas. El sábado 1 de octubre, la primera cita hábil tras las contiendas, ha sido la elegida para albergar la reunión del máximo órgano entre congresos, que volverá a visibilizar las diferencias que trascienden en el partido. Con su convocatoria, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, alivia la tensión interna y responde a las continuas demandas de los territorios, que pedían debatir cuanto antes sobre la situación de bloqueo institucional que vive España y sobre el papel activo que debe tomar la formación para dar una salida a esta problemática. Con su convocatoria, que se decidirá el lunes 26 y será aprobada por su núcleo duro –la Comisión Permanente–, el secretario general socialista neutraliza un viejo foco de fricción y demuestra cierta fortaleza interna antes de una cita decisiva para su figura.

En un principio, la dirección encaraba el Comité Federal como una reunión de trámite, sin entrar a valorar más allá de los resultados en las elecciones gallegas y vascas. Sin embargo, tras la presión ejercida por diversos territorios, tanto Ferraz como las federaciones asumen que no se podrá sortear el debate de cómo evitar unas terceras elecciones. La correlación de fuerzas con que se afronte esta disyuntiva dependerá, a nadie se le escapa, de lo que ocurra el próximo domingo. Los escenarios y sus consecuencias son diversos. Si la debacle que vaticinan las encuestas se cumple, esto es, que queden por detrás de la marca de Podemos en Galicia y con mayoría absoluta de Alberto Núñez Feijóo, y cuartos en el País Vasco, con una situación de irrelevancia que les impida sumar por sí mismos con el PNV, las opciones de Pedro Sánchez se verían seriamente comprometidas, así como la viabilidad de articular su «gobierno progresista y reformista». Sin embargo, si –como apuntan los estudios que maneja la dirección– se contiene el «sorpasso» gallego y el PSEE-EE hace presidente a Urkullu, la dirección vendería estos resultados como un triunfo y Sánchez salvaría, en cierta medida, los muebles.

El debate sobre la posición a nivel nacional del partido se abrirá –por tanto– un mes después de la investidura fallida de Mariano Rajoy, cuando arreciaron las voces que pedían marcar un nuevo rumbo, más allá del «no» abanderado por el PSOE hasta ese momento. A la pregunta de «¿cómo evitar una nueva convocatoria electoral?» se dan diversas respuestas. Desde Extremadura, Guillermo Fernández Vara abogó con vehemencia por facilitar la gobernabilidad, una postura favorable a la abstención que le ha valido las críticas de un sector del partido y el amplio respaldo –ante dichos ataques– de dirigentes como Susana Díaz, Javier Lambán o Ximo Puig. La presidenta de la Junta de Andalucía encabeza la corriente que considera que el PSOE debe asumir el lugar que los ciudadanos le han marcado en la oposición, porque «no se puede gobernar con 85 diputados». Sin embargo, este convencimiento no existe en Ferraz, donde se emplazan a después del 25-S para reactivar la fallida ronda de contactos que Sánchez inició tras la investidura frustrada de Rajoy para sondear las opciones de una alternativa al PP. Durante la campaña, Sánchez no ha ahorrado en llamamientos a las fuerzas del cambio para que superen sus vetos y le lleven a La Moncloa. Aunque en un primer momento el propio Sánchez avanzó que convocaría al Comité Federal una vez que hubiera «una alternativa al bloqueo», su reunión previa servirá para dilucidar si esta alternativa tiene visos de prosperar o no.

Salir del «no»

Con la convocatoria del Comité Federal, diversos dirigentes buscan consensuar una posición colegiada del partido que permita al PSOE salir de su taxativa negativa y, con ello, sacar a España del bloqueo. No obstante, el propio Sánchez se ha ocupado durante los mítines de campaña de hacer pedagogía de esta negativa a Mariano Rajoy y al PP y – aunque algunos dirigentes deslizaban la idea de forzar un paso atrás del candidato popular para favorecer la abstención– lo cierto es que el discurso del líder socialista ha calado entre la militancia. Esta apelación continua al enfrentamiento con los populares y su vocación de consumarla hasta las últimas consecuencias hace que en diversos círculos reviva la posibilidad de volver a consultar a la militancia, como herramienta para burlar las voces que demandan permitir una legislatura corta del PP en la que se acometan las reformas de calado necesarias y se permita que el país comience a funcionar, para no perjudicar los intereses económicos ni las inversiones.